Por Natasha Sokoloff /CTINSIDER
NEW HAVEN.- La Universidad de Yale se ha unido a una coalición de universidades para respaldar a la Universidad de Harvard en lo que se ha convertido en una inusual batalla entre la educación superior estadounidense y la Casa Blanca.
Yale y otras 23 universidades, entre ellas Princeton, Brown y el MIT, presentaron un escrito amicus curiae el lunes ante el tribunal “para ilustrar la magnitud del daño que se producirá si [las universidades de investigación] se ven comprometidas”.
El escrito legal surge en medio de un intercambio de opiniones que ya dura meses entre Harvard y la administración Trump, que ha amenazado con recortar miles de millones de dólares en fondos federales y, más recientemente, ha intentado prohibir que estudiantes extranjeros estudien en la escuela. En el escrito del 9 de junio, las 24 universidades mostraron su apoyo a la demanda de Harvard que impugna la cancelación de las subvenciones y contratos de la escuela por parte de la administración Trump.
Se trata de una batalla que, según el escrito amicus cursado, pone en riesgo no solo a Harvard.
“Los amplios recortes a la financiación federal para la investigación ponen en peligro este acuerdo de larga data y mutuamente beneficioso entre las universidades y el público estadounidense”, según el escrito. “La suspensión de la financiación interrumpe los proyectos en curso, arruina experimentos y conjuntos de datos, destruye las carreras de los aspirantes a científicos y disuade la inversión en la investigación a largo plazo que solo la academia, con financiación federal, puede llevar a cabo, lo que amenaza el ritmo del progreso y, en el proceso, socava el liderazgo estadounidense”.
El escrito cita proyectos que abarcan desde reactores nucleares hasta tratamientos contra el cáncer, pasando por internet y la vacuna contra la COVID-19, como “descubrimientos que no se habrían producido sin la financiación federal”.
Las universidades argumentan que “los amplios recortes a la financiación federal para la investigación universitaria amenazan gran parte de lo que ha convertido a la investigación estadounidense en un motor de crecimiento y prosperidad”, según el escrito amicus curiae.
Un escrito amicus curiae, también conocido como escrito amicus curiae, es un documento legal que una parte externa con interés en el asunto presenta al tribunal con la intención de influir en el resultado del caso. “Incluso las facultades que no sufren recortes directos se verán afectadas. Los científicos trabajan en diferentes instituciones; las subvenciones otorgadas a una universidad con frecuencia apoyan a investigadores de otras. Y la investigación de vanguardia a menudo se lleva a cabo mediante la colaboración”, según el escrito.
El escrito hace referencia específica a un proyecto sobre el cerebro financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) por Harvard, el MIT y Princeton, que, según afirma, podría eventualmente ayudar a tratar la enfermedad de Alzheimer.
“Pero los recortes en Harvard lo ponen en riesgo. El trabajo no puede continuar en centros individuales… La retirada del apoyo federal a una sola institución supone, por lo tanto, un duro golpe para todo el ecosistema y desalienta la inversión a largo plazo necesaria para el progreso científico y tecnológico”, según el escrito.
Si bien la administración Trump ha atacado agresivamente a universidades de la Ivy League como Harvard y Columbia, Yale se ha mantenido, en comparación, prácticamente al margen de su radar. Esto no significa que la universidad haya sido inmune a los ataques más amplios contra la educación superior y la investigación científica.
Yale recibió 898,7 millones de dólares en ingresos por subvenciones y contratos del gobierno federal en 2024, y la investigación en la universidad se ha visto significativamente afectada por las órdenes ejecutivas y políticas de Trump, y corre mayor riesgo si se aprueban los recortes previstos por Trump, según declaró un portavoz de Yale a CT Insider en abril.
“Recortar la financiación amenaza no solo a las comunidades académicas y de investigación, sino también el bienestar de nuestra nación. Podría obstaculizar el progreso de las prioridades médicas estadounidenses que introducen mejores tratamientos; ralentizar el progreso científico; generar menos empleos; obstaculizar el crecimiento económico; y disminuir nuestra competitividad global”, según un comunicado de la universidad en febrero.
Además, Yale se enfrenta a una investigación del Departamento de Educación por acusaciones de antisemitismo, lo que podría poner aún más en peligro los fondos federales.