WASHINGTON (AP) — Senadores demócratas están instando al presidente Joe Biden a extender las protecciones temporales para los migrantes en Estados Unidos antes de que deje el cargo, y advierten que millones de personas podrían verse obligadas a regresar a países inseguros cuando el presidente electo Donald Trump vuelva a la Casa Blanca.
Los senadores han estado exhortando a la Casa Blanca a tomar acciones ejecutivas que intentarían extender las protecciones legales para los migrantes durante el gobierno de Trump, y la Casa Blanca ha estado discutiendo qué pasos tomar.
Sin embargo, cualquier acción del presidente saliente ocurriría a raíz de una elección que Trump ganó con promesas de una estricta aplicación de las leyes de inmigración. El Partido Demócrata también está debatiendo internamente cómo debería abordar la inmigración y la seguridad fronteriza después de sus derrotas electorales.
El gobierno de Biden hizo permanente esta semana una regla que extiende las autorizaciones de trabajo para los solicitantes de asilo, pero no ha hecho compromisos sobre otros puntos prioritarios para los defensores de los migrantes y los demócratas. A pocas semanas de que Biden deje su cargo, varios senadores demócratas hicieron públicas sus peticiones el miércoles.
“La premura de los próximos 40 días se mantendrá”, dijo el senador demócrata Alex Padilla, de California, en una conferencia de prensa. “Así que vamos a seguir presionando”.
Los senadores de la Conferencia Hispana del Congreso instaron a la Casa Blanca a rediseñar o renovar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para migrantes de Nicaragua, Ecuador y El Salvador, así como a emitir una orden para acelerar las renovaciones para los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Más de 1 millón de migrantes en Estados Unidos dependen del TPS, que permite a las personas que ya están en el país quedarse y trabajar legalmente si sus países de origen se consideran inseguros. Trump ha insinuado que reducirá el programa mientras busca implementar la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos.
“Sabemos que el gobierno entrante intentará implementar políticas de inmigración caóticas que desgarrarán a nuestras familias”, dijo la senadora demócrata Catherine Cortez Masto. “Pero tenemos la oportunidad de hacer algo al respecto ahora y dar a estas familias tanta protección legal y tranquilidad como sea posible.”
Aunque Trump podría intentar deshacer algunas de las acciones, establecerían un impedimento legal y darían a los migrantes una posición legal más fuerte para impugnar las órdenes de Trump.
En 2017, el gobierno de Trump anunció el fin del TPS para los nicaragüenses, diciendo que ya no era necesario. Pero los beneficiarios de TPS impugnaron la legalidad de esa decisión en una demanda en la corte. Desde entonces, la duración del TPS para Nicaragua depende de una orden de un juez federal.
La Casa Blanca está considerando tomar medidas para extender las protecciones temporales para algunas naciones, pero aún no se ha decidido nada, según dos personas con conocimiento de las discusiones que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato para discutir las negociaciones.
Redeclarar estatus protegido para algunas naciones implicaría una empresa más seria porque otorgaría a las personas el derecho a permanecer en Estados Unidos desde la fecha en que fue declarado, y se debe hacer una determinación sobre la seguridad y la protección de la nación. El procedimiento de renovación sólo involucra a aquellos que ya están en Estados Unidos y a los que se les permitiría quedarse más tiempo.
En los últimos meses, los activistas han aumentado la presión sobre el gobierno de Biden para redeclarar a los migrantes nicaragüenses para TPS, lo que protegería a miles de personas de la deportación. Cientos de organizaciones religiosas, de inmigración y de derechos humanos argumentan que la combinación de circunstancias políticas y ambientales hacen que sea inseguro para los nicaragüenses regresar a su país.
“No sabemos cómo puede cambiar la política Trump, y hacer el TPS es una tranquilidad”, dijo Grethel Gómez, una activista nicaragüense de 60 años y solicitante de asilo que podría beneficiarse del TPS. “Hay horror por una deportación, y esto nos daría seguridad”.
El hijo de Gómez fue un activista de derechos humanos en Nicaragua y fue detenido durante 45 días. Ella salió a las calles para protestar y pedir su liberación y también fue perseguida, dijo.
Gómez dejó Nicaragua clandestinamente y llegó a Estados Unidos con una visa de turista en 2021. Menos de un año después solicitó asilo, pero aún no ha tenido ninguna entrevista y teme que su proceso se vea obstaculizado durante el gobierno de Trump.
El TPS también podría beneficiar a aquellos nicaragüenses que llegaron bajo otro programa de Biden llamado permiso condicional humanitaria y tienen un estatus legal temporal que expira después de dos años. Trump ha dicho que dará fin al programa de permisos condicionales humanitarios.
Otros migrantes, como José Cabrera, un beneficiario de TPS de El Salvador, han vivido en Estados Unidos durante décadas. Pero la declaración de TPS para El Salvador termina en marzo.
Cabrera, quien se tomó un tiempo libre de su trabajo de jardinería para hablar junto a los senadores en el Capitolio el miércoles, dijo: “Estoy orgulloso de ser parte de esta comunidad. Pero ahora mismo, hay tanto miedo entre los migrantes como yo, especialmente con el nuevo gobierno que llega”.