…pero depende en que ciudades o pueblos y quienes
HARTFORD.- El problema del crimen en ciudades como Hartford, New Haven, Bridgeport, Meriden, Waterbury y New Britain es el foco de interés de las autoridades de esas ciudades con un alto porcentaje de población Latina y afroamericana de bajos ingresos y citamos a la ciudad de Bridgeport donde las actividades criminales de varias pandillas han disminuido, pero alcanzaron en los pasados tres años un nivel epidémico.
En esta última ciudad, se destacó un tipo de delito de corrupción cuando el alcalde, ahora reelegido, debió cumplir siete años en la cárcel, perdió acceso a su práctica legal como abogado, pero, aun así, fue reelegido. También allí y en Hartford se llevaron a cabos delitos con los votos ausentes.
Preocupa a las autoridades y a los agentes de la ley un aumento geométrico del trafico de drogas, la violencia doméstica, la invasión de calles para las practicas de motocicletas “todo terreno” que compiten a altas velocidades y en las que participan no solo juveniles, sino que también adultos.
Con respecto a este ultimo tipo de delitos, el Gobernador Ned Lamont acaba de firmar legislación para aumentar las penas a quienes llamamos “los invasores” que intimidan a los residentes, atacan con sus vehículos a los agentes de la ley, usan fuegos artificiales que pueden provocar incendios en residencias, y provocan accidentes en calles y carreteras porque no cumplen con los requisitos exigidos por el Departamento de Motores y Vehículos.
Esto nos hace pensar en los peligros que significa conducir por las rutas principales y carreteras del nuestro Estado. La policía estatal intensifica sus esfuerzos para vigilar y detener a tiempo a conductores y juveniles que guían a velocidades superiores a las 120 millas por hora.
¿Y qué nos dicen de los sujetos que se encargan de embaucar a niñas y jovencitas a través de portales semiclandestinos solicitándoles fotos desnudas y quizás atraparlas para traficar sexualmente con ellas?
Las estadísticas dadas a conocer y que mencionaremos no se refieren a ciudades específicas como las ya enumeradas, sino que muestran un cuadro general sin datos demográficos. A las que hacemos referencia clasifican los crímenes en tres categorías, crímenes en contra de personas, crímenes en contra de la propiedad y crímenes en contra de la sociedad.
Según el Comisionado Ronnell A. Higgins en la categoría de crímenes violentos incluidos asesinatos y otros que afectan a la propiedad habría una disminución substancial y por lo tanto afirma que Connecticut es uno de los estados más seguros.
En cuanto a crímenes violentos contra personas hubo una ligera reducción del 2.6% en el 2024 comparado con el 2023. En los últimos cuatro meses de 2024 se produjeron 6,986 crímenes que significó una disminución del 2.6% comparado con el mismo periodo en el 2023.
Incluyendo en esta categoría de crímenes en contra de personas, se incluyen los asesinatos, homicidios sin malicia, homicidios por negligencia, secuestros, asaltos, ofensas sexuales y tráfico humano los cuales alcanzaron reportados en 2024 una cantidad de 29,950 casos.
Las autoridades estiman que estos crímenes disminuyeron incluyendo los casos de violación, pero aumentaron los casos de secuestros.
Una estadística interesante es la que indica que los crímenes violentos aumentan en los meses de verano considerados a aquellos cometidos entre los meses de hasta septiembre.
La cantidad de crímenes en contra de la propiedad que incluyen el número de robos en casas u hogares, robos de automóviles, robos en tiendas, y fraudes de identidad, habrían disminuido destacándose la baja en el número de fraudes de identidades.
Refiriéndose a los crímenes contra la sociedad se incluyen casos de crueldad en contra de animales, violaciones a las leyes acerca de armas de fuego, pornografía y distribución de material obsceno los cuales disminuyeron en un 4.4 por ciento. Sin embargo, aumentaron en un 36.7% lo casos de abusos de animales, incluidos cachorros. En total se registraron 2,231 crímenes contra de la sociedad.
Las estadísticas globales según el comisionado Higgins son muy útiles para el uso de los gobiernos locales quienes deben lidiar con contrataciones de agentes de la ley y agencias tales como el FBI, como ha sido el caso de la ciudad de Bridgeport donde la labor mancomunada de los departamentos de la policía local y recursos federales ha logrado apresar, juzgar y sentenciar a jefes e integrantes de pandillas despejando peligrosos focos del delito en áreas de proyectos aledaños al centro.
De acuerdo a sociólogos y expertos en asuntos urbanos, la delincuencia se nutre de niños, jóvenes o adultos de áreas pobres, donde existe una endémica escasez de empleos, y la deserción escolar. En estas circunstancias se nutre la comisión de delitos y la distribución de la droga que lamentablemente y en ocasiones son los medios de sustento, pero a la vez de potencial adicción y crímenes en contra de personas.
Lejos esta Connecticut de ser un estado seguro porque depende de los que sucede en algunas de sus ciudades y además preocupa el recorte de recursos federales exigidos por el gobierno de Trump a la educación, servicios de salud física y mental, prevención y apoyo a los departamentos de la policía que no lograrán pese a sus denodados esfuerzos lidiar con más pobreza, delitos y crímenes.
La Voz Hispana de Connecticut muestra una amalgama de delincuentes y sus crímenes no con el afán tremendista, sino que para que educadores, padres y lideres de la comunidad vean por donde por desgracia vamos no solamente aquí, sino que en toda la nación.