A Melania Velázquez Vázquez a quien los gringos llaman desde la escuela elemental Mileinaia Velaskuéz Vazkuéz, le ha llegado su turno para recibir tres vacunas que la protegerán de la serie interminables de plagas que afectan a la población del planeta desde que, desde un laboratorio localizado en Wuhan, China, que se pronuncia Uán, los del juran QAnno que a los chinos se les escapó un arma biológica la cual se desparramó de un modo descontrolado por todos lados.
La primera vacuna Covis-19 ha sido para Melania un arroz con gandules pues debido a la miopía o malignidad del que controla con sus mentiras y los chavos a los Repus desde Mar-o-Lago; la aplicación de la misma tuvo problemas graves ya que el sistema no era sensible a la diversidad lingüística de este país donde se hablan más de 350 lenguas vivas, pero de las que se destacan unas 42 entre ellas el español, el ladino, el francés, el haitiano, el italiano, el portugués, el alemán, el holandés, el griego, el ruso, el polaco y la lengua Yiddish que habla la población judía.
Melania averiguó que 52 lenguas están ya extintas debido a que quienes las hablaban (los nativos americanos) fueron eliminados física y espiritualmente del mapa por los militares estadounidenses que se habrían paso de un modo tan brutal cono la lava de volcanes hacia el Oeste, una de las nuevas fronteras que iban inventando por el camino. “Así de fácil,” decían los nazis alemanes cuando invadieron Polonia en 1939.
Regresando al tema, Melania recordó que se anunció que la vacuna se inocularía en lugares tales como farmacias, entre ellas las CVS que compró parte de la compañía Aetna, ($$$$$), Wall Green, y otras donde venden toda variedad de mascaritas, purgantes, cremas, aspirinas, pastillas para el dolor y mascarillas.
Melania y siguiendo las instrucciones, apenas cumplió los 65 inviernos llamó a su farmacia hasta ese momento preferida: CVS.
CVS robot. Please let me know in just one word why are you calling our great pharmacy.
Melania. Covis-19 vaccination…
CVS robot. Oh! Great. Now in few words tell me is you are already in our records for the Covis-19 vaccine.
Melania. No, but I am a costumer for 22 years, I gave great report to your survey asking about your services, and sometimes I received $1 dollar discount for each $100 dollars…
CVS robot. I cannot really understand what you said. Please give us your first and last name, password and code.
Melania. Melania Velázquez Vázquez…
CVS robot. Please can you repeat?
Melania. Melania Velázquez Vázquez.
CVS robot. Can you spell it for me…
Melania. Em-e-el-ai-en-ai-…
CVS robot. Hummmmm, can you give us your code?
Melania. What code?
CVS robot. The code…
Melania. code of what?
CVS robot. The code…
Melania. What sort of code?
CVS robot. Please call later with your code or the new password…beep, beep, beep.
Melania se trancó en el proceso y le habría gustado comunicarse con alguien que hablara una de las 42 lenguas con las que millones de personas activan en Estados unidos la economía con sus compras, el pago de impuestos que Trump nunca ha pagado, e impuestos varios en uno de los países más poderosos y acaudalados del mundo. Finalmente, un sobrino que tomaba cursos en tecnología avanzada en el colegio Goodwin logró descifrar lo que caray era lo que pedía el robot, aunque también se trancó tres veces.
Con suerte, Melania, logra con atraso la primera vacuna, pero tuvo problemas similares para la segunda y la tercera. Finalmente consiguió una licencia de vacunación y consigue sus vacunas en el DD de la esquina donde las muchachas boricuas ya la conocen y la vacunan con amor.
Melania despierta de este sueño/pesadilla porque continua trancada con el condenado code y se prepara para tratar nuevamente con el sistema telefónico de CVS que lo entiende quizás la abuela del CEO.
¡Señor, dános tu fortaleza!