Aunque algunos críticos acusan al alcalde Luke Bronin de tecnócrata y ajeno a lo que sucede en el seno de las comunidades puertorriqueñas y afroamericanas, hay otros amplios sectores que le apoyaron en sus pasadas postulaciones para alcalde, le brindan todavía su respaldo y continuarán recordándolo como un líder.
Su anuncio de este pasado martes de no ir a una tercera reelección fue más bien inesperado. Sin embargo, no fue así para el exlegislador y actual Juez de la Corte Superior Eric Coleman quien ya había iniciado en la pasada primavera una abierta campaña para la postulación a través de un comité exploratorio encabezado por los
abogados Bruce Rubinstein y John Kennelly.
Al cierre de esta edición, Coleman acababa de formalizar su anuncio oficial de su candidatura en la sede de la organización afroamericana Artist Collective en la avenida Albany.
Su intención de ser el candidato a la cabeza del municipio ya era obvia cuando se le vio desfilando a pie y con entusiasmo en la exitosa Parada Puertorriqueña 2022 del caluroso domingo 21 de agosto y acompañado de simpatizantes, en el primer exitoso y multitudinario desfile después de las cancelaciones obligadas por la Pandemia.
El Juez Coleman de 72 años quien no iba en un jeep todo terreno como lo hicieron otros políticos locales y los concejales de Hartford, caminó con sus partidarios en ese caluroso domingo, anunciando extraoficialmente su candidatura, tres meses antes de su anuncio oficial del pasado miércoles.
Para él lo recién anunciado por el alcalde Luke Bronin no parece haber sido una sorpresa.
Con lo que se estaba bregando antes de la llegada del alcalde Bronin
Para quienes hemos sobrevivido la trayectoria de otros alcaldes en la ciudad capital, hay un elemento clave que hace sobresalir la labor de Luke Bronin, un abogado graduado de la Universidad de Yale, veterano de guerra, y un importante miembro del equipo legal del exgobernador Malloy.
Siete años en la alcaldía es un logro relevante después de las trayectorias de dos alcaldes puertorriqueños, uno de ellos convicto en un craso soborno que obligó a su renuncia, y el segundo a quien Bronin derrotó en su primera postulación, que dejó a la ciudad en una situación financiera cercana a la bancarrota y con un discutido contrato para construir un estadio de béisbol en el límite del centro de Hartford y el Norte de la ciudad.
Luke Bronin, tecnócrata o no, ha sido un eficiente fiscalizador de los negocios gubernamentales acompañado de un equipo de 11 funcionarios municipales quienes logran sacar a la ciudad capital de la fatídica lista de insolvencia.
No se puede olvidar que fue quien despidió a los aparentes intocables sujetos de las compañías DoNoHartford L.L.C. y Centralplan Construction Co. quienes no cumplían con los acuerdos del contrato inicial en cuanto a los plazos de conclusión de las obras, y a las obvias fallas estructurales en la construcción misma del estadio DD para seis mil espectadores.
Bronin y su equipo jurídico le pusieron los cascabeles al gato y contrató a la compañía RMS Cos. que, si ha corregido las fallas heredadas de las dos compañías que recientemente se han atrevido a demandar a la ciudad de Hartford por 90 millones de dólares alegando según ellos, que se les despidió sin razones válidas.
Para abogados y observadores, éste fue y es un descaro en un proceso que, durante el gobierno de un alcalde puertorriqueño, se inició con acuerdos secretos entre la familia Salomón dueños de un equipo de beisbol de New Britain, los únicos favorecidos en este mal negocio para la ciudad.
Es también importante el recordar uno de los fraudes de dos sujetos que se hicieron pasar por seleccionados olímpicos de soccer y se embolsillaron más de dos millones de dólares del presupuesto de Hartford inicialmente destinados a revitalizar el estadio de futbol aledaño al Parque Colt.
En este caso nunca se investigaron las credenciales de los delincuentes que fueron arrestados y cumplieron pena de cárcel. Se supo que uno de ellos que vivía en una mansión en Marlborough y guiaba automóviles de lujo, invitó a su novia y amistades a un viaje con todos los gastos pagados, incluido los pasajes aéreos, para disfrutar de unas vacaciones en Jamaica aprovechándose del dinero de quienes pagan impuestos en la ciudad capital.
Historias tristes e increíbles que sucedieron en alcaldías latinas y que aún repercuten ante la posibilidad de elegir a otro alcalde que no sea Luke Bronin quien, durante siete años, mantuvo los negocios del municipio bajo absoluto control.
Desafíos enfrentados por el alcalde
Al gobierno del alcalde le correspondió lidiar con los desafíos de la Pandemia, el cierre de escuelas, la bancarrota de comercios y entidades en toda la ciudad. Como lo acontecido al gobernador Ned Lamont revitalizando a Connecticut, se encuentra ahora desarrollando estrategias para un proceso de recuperación, la atracción de inversionistas y la construcción de viviendas.
Estas tareas continuarán y se espera que sean las bases para enfrentar el problema de la violencia en las calles y el decaimiento de vecindarios donde el tráfico de drogas y el crimen continúan como problemas ya endémicos de las ciudades con comunidades pobres donde los delincuentes prácticamente se apoderan de los vecindarios.
La circulación ilegal de armas y la llegada de traficantes provenientes de Nueva York con pistolas ilegales y sin registro, superan los esfuerzos de la policía y es cosa de observar los problemas similares destacados en las noticias policiales de las ciudades de New Haven, Bridgeport, Waterbury, New London y New Britain.
Bronin les lanza un desafío a posibles candidatos
A los políticos de Hartford y futuros postulantes para ocupar el puesto de alcalde, Luke Bronin les ha lanzado un desafío que al menos tiene cuatro elementos.
El primero de ellos es que presenten una visión realista e integral de desarrollo para la ciudad en su conjunto. El segundo, una labor de fiscalización constante de parte de todos los departamentos administrativos de la ciudad y de futuros acuerdos con contratistas. El tercero, un plan para atraer la inversión ampliando los parques industriales, y también la construcción de condominios para los adultos mayores y empleados productivos que requieran departamentos cerca de sus lugares de trabajo.
Por último, la capacidad de un nuevo alcalde para reunir a las distintas comunidades en torno a un plan de control del delito y la eliminación de las lacras sociales de vecindarios invadidos con el cáncer del tráfico de drogas, la prostitución, los asaltos y la intimidación
A Bronin de 43 años, a pesar de que sus detractores han traído al tapete de la discusión en el concilio municipal temas relevantes relativo a la necesidad de un sistema más democrático en las tomas decisiones; se le debe reconocer sus infatigables esfuerzo a pesar de sus problemas de salud que según él no han sido una razón para no repostularse, y los siete años de trabajo efectivo en una ciudad donde vive con su esposa y sus hijos e intenciones de permanecer, pero por ahora no como alcalde.
Para quienes deseen recoger el desafío de Luke Bronin para el puesto de liderazgo que dejará en 12 meses más, éste será un reto importante porque los requisitos básicos son honorabilidad probada, conocimiento y experiencia en la administración de una ciudad capital, capacidad probada para fiscalizar, trabajo con un equipo efectivo de expertos y asesores, compromiso con su trabajo, y una visión que pueda ser acogida por una ciudad en crisis debido a la violencia.