Llamas, humo, e inhalación de partículas
En mi época juventud ser un bombero voluntario atraía a jóvenes como yo inspirados por el idealismo y la idea humanista de servir al prójimo.
Chile tienen una tradición forjada desde el año 1850 la cual establece que quienes sirven como bomberos no reciban paga y es el único caso en el mundo existiendo 313 cuerpos de bombero a lo largo del país.
Algunos de los voluntarios éramos de origen modesto y en 1965 solamente se nos proveía una cotona (chaqueta) de cuero barato y un casco frágil.
La toalla humedecida para protegernos del humo la proveíamos los mismos voluntarios y nuestros modestos zapatos de diario eran la forma como enfrentábamos el fuego de siniestros que azolaban viviendas provisorias construidas con techumbre de cartón alquitranado, maderas y una cablería de electricidad causante de los incendios.
Estos recuerdos del pasado los compartimos con Mauricio Araya otro exvoluntario proveniente de una familia de voluntarios en una ciudad costera de Chile y cuyo padre sirvió en esta tarea 76 años de su vida lo que es un récord de servicios voluntarios incluso en Chile.
Nuestra conversación es esta prematura primavera 2023, con un clima seco, y poca humedad se enfocaron en los grandes incendios forestales en la vecina nación de Canadá a través de enormes áreas de Quebec, Nueva Escocia, Ontario, Ottawa y Toronto.
Los siniestros que arrasaron bosques y arboledas en una área de mas de 3.3 millones de acres no solo aquejaron a decenas de miles de familias desplazadas de sus hogares, la ruina de los hábitat de animales y aves, y los más significativo, el viento que desplazó el humo de estos incendios gigantescos y monstruosos hacia el territorio norte de los Estados Unidos en un siniestro espectáculo que han captado los satélites.
Entre otros, los habitantes de Nueva York, Massachusetts y Connecticut fueron gravemente afectados por el humo que produjo irritación de los ojos, la nariz y la garganta, tos incontrolable, estornudos, respiración dificultosa, fatiga, y una nueva predisposición al asma que en nuestros estados la exacerba el polen. Los expertos dicen que a más a largo plazo después de inhalar humo se producen problemas cardiacos.
Esta catástrofe global causada por el efecto invernadero que atrapa los gases tóxicos expulsados por millones de automóviles y el humo de las fabricas creando una atmosfera insalubre, exacerbó y aumentará los efectos provenientes del norte.
Afortunadamente Estados Unidos con más recursos, cuenta con bomberos profesionales que en el pasado han sido llamados desde otros estados para cooperar con la extinción de los incendios forestales, pero ahora miles de estos valientes, hombres y mujeres han acudido a Canadá respondiendo al llamado del primer ministro Justin Trudeau por ayuda de países amigos.
Esta ayuda significó el envío de 600 bomberos por parte del presidente Joe Biden quienes se sumaron a 300 de Sudáfrica, y otros cientos provenientes de Australia, una nación de clima seco afectada tradicionalmente por incendios. También llegó al Canadá, país con una población de 38.7 millones de habitantes, las brigadas desde Nueva Zelandia las cuales también aliviaron los esfuerzos del contingente de 450 bomberos de Quebec y otros brigadistas de Ontario, Toronto y otras provincias.
“Este es un incendio que para contenerlo requiere un esfuerzo internacional, cuestión que será lamentablemente común debido al aumento del calor global, sequias prolongadas, y en algunos casos la escasez de agua. Se requieren y requerirán helicópteros y aviones que arrojen agua desde el aire y ayuda de emergencia para salvar a bomberos atrapados por lenguas de llamas que brincan con el viento,” dice Mauricio.
Pero este fenómeno de incendios internacionales debido a la diseminación del humo se está dando también en países como Chile con una extensa costa que enfrenta al océano Pacifico. Esta nación cuyo presidente es Gabriel Boric, tiene una tradición de incendios forestales en frondosas y extensas áreas con eucaliptos, pinos, robles, araucarias, y raulí en sus bosques naturales.
También Chile y otros países latinoamericanos han sufrido sequías y veranos calurosos que produjeron esos pavorosos incendios que requirieron esfuerzos sobrehumanos de los bomberos voluntarios, helicópteros y la ayuda de aviones brasileños y estadounidenses especializados en arrojar agua en puntos álgidos de incendios descontrolados por el factor viento.
“Cuando hay una humedad menor a un 30%, la temperatura es de 86 grados Fahrenheit y los vientos soplan a 18.6 millas por hora, están las condiciones exactas para que pequeñas fogatas a veces provocados por personas que no han apagado las brasas, rayos o simples trozos de vidrio, inicien como en Canadá los descontrolados siniestros.
“En el caso de Chile se detuvo a 10 personas que provocaron incendios forestales que afectaron a las provincias de Nuble, Bio-Bio y la Araucanía donde abunda el pino y el eucaliptus,” dijo Araya quien manifestó que los incendios comenzaron en la época de verano del país sudamericanos es decir desde diciembre hasta avanzado marzo.
“Las lluvia fueron escasas y afortunadamente contamos con la generosa ayuda de aviones y brigadistas de Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador y los Estados Unidos,” agregó este exbombero voluntario chileno.
Los incendios en Chile destruyeron cientos de miles de hectáreas de terrenos con arboledas y campos de cultivo, hubo 24 personas fallecidas, incluida una bombera voluntaria, más de mil heridos con quemaduras graves, y miles de viviendas destruidas.
Hacemos esta comparación porque Canadá está en el hemisferio Norte y Chile en el extremo sur oeste del hemisferio sur, pero las causas de los siniestros son las mismas y para controlar los incendios forestales se requiere y se requerirá de esfuerzos internacionales coordinados que actúen aceleradamente en casos de emergencias, aviones tanques y helicópteros y la construcción acelerada del sistema de corta fuegos.
La consecuencias a corto y mediano plazos en estos incendios globales son peligrosísimas para los habitantes y la flora y fauna, incluido los cachorritos de los hogares y áreas afectadas por el humo.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos ha informado que el humo aspirado inflama a los pulmones y es difícil remover de ellos y del árbol bronquial las partículas que trae el humo y las bacterias. Además, las personas afectadas quedan vulnerables a infecciones respiratorias, incluido el Covid-19 y sus variantes.
Se advierte que para el caso de humaredas se utilice una mascara N95 porque la inhalación del humo puede producir a la larga enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales, ataques cardiacos, atrio fibrilación, y del músculo cardíaco. Con Mauricio y otros chilenos residente que fuimos bomberos voluntarios compartimos nuestros conocimientos prácticos de los riesgos del efecto invernadero, el aumento de las temperaturas, la escasez de lluvia y nieve, vientos fuertes y el humo que quizás traigamos en nuestro sistema respiratorio desde los incendios de Chile.