A medida que nos acercamos al final del año, hacer un balance de cómo va cerrando la economía número uno del mundo, es por lo demás un tema de gran interés y debate. Desde la pandemia global hasta los desafíos políticos y económicos, el país ha experimentado una montaña rusa. Sin embrago, a pesar de estos desafíos, la economía estadounidense ha logrado sobreponerse, “gracias” a una combinación de factores clave. En el presente artículo, examinaremos su política monetaria, mercado laboral, deuda, Producto Interior Bruto (PIB), inflación, PMI, entre otros aspectos de gran importancia. Únase a nosotros mientras desarrollamos nuestro análisis y no se pierda los pormenores que plasmamos a continuación.
Damos inicio a nuestro recorrido; considerando al PIB, indicador económico de gran importancia de todo país. Algunas previsiones a fines del 2022, apuntaban a que Estados Unidos no sería capaz de evitar una recesión, es decir que su actividad económica acumularía dos trimestres seguidos con crecimiento negativo. Las estimaciones eran para nada prometedoras. Pero, a escasos días de dejar atrás el presente año, conocemos que ha salido muchísimo mejor parado y por ende sorprendiendo a muchos analistas, entidades gubernamentales, bancarias, etc. Éste, ha tenido un crecimiento sólido, explicado generalmente por la fortaleza del consumo, un mercado laboral potente y el excesivo gasto del gobierno. Tal es así que logró crecer a 2 %; 2,1 % y 4,9 % en el primer, segundo y tercer trimestre respectivamente. Se estima que el cuarto trimestre decrecerá al 1 %. Bankinter, pronostica que la economía del “Tío Sam”, logrará un crecimiento anualizado del 2 %; en tanto que otros analistas más optimistas apuntan a un 2,5 %.
Los Índice Gestores de Compra (indicador macroeconómico), más conocidos como PMI por las iniciales en inglés de Purchasing Managers’ Index; han tenido un comportamiento en líneas generales cercano a la línea divisoria entre la expansión y recesión de la actividad económica (valor 50). El PMI manufacturero rara vez ha estado en los 50 puntos de lectura; el PMI servicios todos los meses se ha mantenido a partir de los 50, incluso ha alcanzado los 56 y décimas en algunos meses; y el PMI mixto (composite), ha tenido sólo un dato por debajo de los 50, que es en el mes de enero (46) en que iniciamos el año. Éstos, son fundamentales porque anticipan cambios en la producción, el empleo y las condiciones económicas antes de que se reflejen en otros indicadores más rezagados, como el PIB.
Por su parte, la política monetaria “timoneada” por la Reserva Federal (FED); ha sido restrictiva, siguiendo la senda del año 2022. Ha subido los tipos, con el objetivo de controlar la inflación reduciendo la cantidad de dinero en circulación. Cerraremos el año que casi se nos va con unos tipos de 5,25/5,50 %; después de once ocasiones de subidas desde marzo 2022 (+525p.b.). Algo no visto en décadas.
El mercado laboral ha mostrado su capacidad de resistencia y potencia, ante un escenario de alta inflación y subida de tipos. Se ha mantenido durante el año como una economía de pleno empleo, iniciando el año con una tasa de desempleo del 3,4 % y según las previsiones al 31 de diciembre se llegará con 3,9 %; en concordancia con las previsiones realizadas de que en 2024 se llegará a un 4,1 % de la tasa de paro.
La inflación, que es la subida generalizada de los precios; debe ser entendida en su doble clasificación: inflación general y subyacente ¿cuál es la diferencia entre la una y la otra? La subyacente realiza el cálculo excluyendo lo más volátil de la canasta básica de consumo; dos componentes específicos: los productos energéticos (como la electricidad y la gasolina) y los alimentos no elaborados o frescos (frutas, verduras, etc.). La inflación general en términos interanuales, ha ido bajando significativamente a lo largo de los meses del presente año. Se inició en el mes de enero con un 6,4 % y por lo visto cerraremos con un 3,3 % muy cercano al rango meta (3 %) según las previsiones. Por su lado la inflación subyacente muestra mayor resistencia. Se empezó con el 5,6 % en enero y se mantendrá en el 4 % al finalizar diciembre.
Estados Unidos es el país más endeudado del mundo, en unidades monetarias; algo que resulta no ser así si utilizamos la deuda en relación a su PIB. Por hoy su deuda supera los U$S 33, 650 billones; lo que representa el 123,3 % de su PIB según la estimación del Banco Santander.
Finalizaremos señalando finalmente, que el país norteamericano ha cerrado su año fiscal con un déficit presupuestario preocupante de 1,7 billones de dólares. Lo que representa un incremento del 23 % con respecto al año 2022 y supone un 6,3 % del PIB del país.
La economía de Estados Unidos en el 2023, nos va dejando indicadores que deben trasmitir tranquilidad, por su fortaleza y repunte que han tenido; batiendo las previsiones algunos de ellos; en tanto que otros necesitan especial atención por su condición delicada, que de no ser atendidos oportunamente resultarán en grave perjuicio de la economía del país.