En esta ocasión nos ocupa hablar de la confianza del consumidor. Indicador económico que en el caso estadounidense ha tenido un comportamiento preponderante en lo que va de este año 2023; a tal punto que ha causado màs de una sorpresa en un contexto complejo por el cual la economía ha ido atravesando. En este artículo nos proponemos examinar algunos detalles, confiados en que las líneas que se plasmen a continuación contribuyan a un entendimiento sobre el particular.
Iniciamos nuestro recorrido, tomando nota de una conceptualización general, en la que se señala, que “la confianza del consumidor es conocido, como un indicador económico que mide el grado de optimismo que los consumidores sienten sobre el estado general de la economía y sobre su situación financiera personal”. La definición de la Universidad de Michigan de Estados Unidos (EE. UU.) es màs amplia, al declarar que “permite medir cómo los hogares de EE. UU. valoran la salud de la economía, los cambios financieros y cómo estiman su situación financiera actual y futura, en particular, si están dispuestos a gastar dinero”. Fundamentalmente, si la confianza del consumidor es mayor, los consumidores están haciendo más compras, impulsando la expansión económica. Si la confianza es menor, los consumidores tienden a ahorrar más y gastar menos, lo que provoca contracciones en la economía.
En Estados Unidos, en lo que va del año 2023, este indicador ha ido mejorando a medida que la economía ha ido recuperándose de lo “tambaleante” que estuvo como consecuencia de la pandemia. Y lo ha hecho en la medida que se fueron relajando las restricciones, y éstas a su vez han ocasionado que los consumidores se sientan más seguros y con mayor disposición a gastar en diferentes áreas como: viajes, ocio y bienes de consumo duraderos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que dicha confianza puede verse afectada por factores externos, preocupación por la inflación, fluctuaciones en el mercado laboral, cambios en las políticas gubernamentales y la volatilidad del mercado (algo que no ha sucedido hasta el momento).
Según investing.com; portal web al que hemos acudido para recoger los reportes desde el mes de enero hasta la fecha. Iniciamos el año con una lectura de 109,0 puntos; y se ha escalado hasta 117,0 que es el dato con el que iniciamos el mes de agosto (reporte del mes de julio). Ha tenido unos descensos leves para luego volver a reponerse y éstos se han dado en los meses de enero, febrero y abril. En líneas generales este indicador ha crecido en un 7,3 % desde el mes de enero a la actualidad; lo cual es una buena noticia porque el consumo resiste los embates de la inflación y el endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (+ 300 pb en 12 meses hasta 5,25/5,50%).
La mejora del indicador se explica por un cambio a mejor en las expectativas y en la percepción sobre la situación actual. En el análisis, se pueden identificar cuatro factores estrechamente relacionados con el repunte de confianza del consumidor, que los voy a enumerar.
1.- Solidez del mercado laboral.
2.- La mejora de la inflación es un soplo de aire fresco para el poder adquisitivo.
3.- La resiliencia del sector servicios.
4.- El efecto riqueza que conlleva el buen comportamiento de la bolsa en el 2023.
Es valioso acotar, que dicha confianza ha aumentado al nivel más alto (dato de julio) en más de casi un año y medio, aunque persiste el temor a una recesión que podría llegar en los próximos 12 meses; aunque la FED, adelantó días atrás que llegaría en el cuarto trimestre del presente año. Los consumidores menores de 35 años y los que tienen ingresos anuales superiores a $ 35 000,00, han sido los principales impulsores de la confianza en lo que va el 2023.
Finalmente ¿cómo nos es útil este indicador? ¿es usted inversionista, productor, minorista, banquero o incluso alguna agencia gubernamental? Las evaluaciones que se hagan de la confianza del consumidor, contribuyen a la planificación de acciones de cada uno en particular, de manera indistinta y según amerite el caso. Es por ello que siendo que la economía es dinámica y no estática es menester estar al día. La capacidad de predecir grandes cambios en la confianza del consumidor permite a las empresas medir la disposición de los consumidores para realizar nuevos gastos, ajustar sus operaciones, el gobierno puede preparar sus políticas fiscales (mayores o menores ingresos vía impuestos), los bancos se prepararán para la reducción o ampliación de sus actividades de préstamo, los constructores se adaptarán a la probable disminución o ampliación en los volúmenes de construcción de viviendas, etc.
La confianza del consumidor en Estados Unidos, como indicador nos revela que la salud de la economía de este país, es “bastante buena” hasta el momento. Que es uno de los principales motores de crecimiento en este año y que tiene una capacidad de resistencia que ha llamado la atención de expertos en la materia.