Venerada tía Julia:
De acuerdo al santoral Católico Vaticano y del Papa Panchito al que Dios Cuide y bendiga, tengo muy presente el día de su onomástico y le enviaré mis saludos para el feliz día de las Santas Julias y los Enriques. Hay gente que la lee y conozco quienes piden que la santifiquen porque sus consejos con una fuente de bienaventuranzas, aunque bien sé que lo que usted hace muchas veces agota las neuronas. Eso les pasó a algunos santos que escribieron cosas que no se ven.
Mi tema es simple, pero se está poniendo más enredado que abrazo entre una familia de pulpos o como los argumentos fatulos e incoherentes de los abogados del felón Donald Trump.
Resulta que conocí a una gringuita escultural que se llama Louise en las festividades de San Patricio donde yo participo porque mi abuelo por parte de mi tía era de apellido Sullivan. Allí nos miramos, conversamos, nos dimos unos palos de Bourbon y esa misma noche nos conocimos de una forma íntima y profunda como usted podría imaginarse.
Yo estoy en los 37, ella en los 26 y la pasión nos nace a través de los poros durante la tripleta. Louise es liberal por todos los costados y la discreción me obliga a callar detalles.
Todo andaba bien hasta que conocí a sus dos perritas cuyos nombres son Melania y Nepalí y por las mañanas acompañaba a mi adorada Louise a pasear a las simpáticas caninas quienes tienen la costumbre, aunque esto es normal en ciertas especies, de marcar territorio en los troncos de los árboles. Por supuesto que con una libertad absoluta y sin inhibiciones hacen sus otras necesidades en las calles y cuando esto acontece, Louise saca una bolsita plástica de su mochila y con una servilleta pone allí las excretas sólidas usualmente llamadas KK.
Uno de esos días en que me quedé en el departamento de mi gringuita, sentí un olor nefasto y ¡Oh, Dios! En el interior de la mochila de mi amada había una colección de bolsitas plásticas con “eso.” ¿Usted me entiende?
Después de una discusión al respecto estoy despertando a una detestable realidad.
Louise es descuidada consigo misma y no se ducha con la frecuencia que espero. Ahora las confrontaciones son más seguidas, pero como yo la amo mucho demasiado, estoy más triste que estudiante arrestado por dizque el presidente, provocar disturbios en la Universidad de Yale por lo de las protestas en contra de Netanyahu. Incluso le he cogido fobia a su mochila y a las ropas de mi amor. ¿Debiera olvidarme de ella por incompatibilidad de detergentes?
Por favor ayúdeme que temo expirar.
Viviana
Querida Vivi, gracias por tus buenos deseos y la idea de recomendarme para ser otra Santa Julia. Esto lo creo imposible pues es todo un proceso más complicado que la votación para escoger a un Papa donde ya el Papa Panchito dijo que no eran elecciones honestas. Debo aclarar que no soy perfecta y así como estoy me siento bien porque no me agrada que me pongan velas ni velones.
Esto de darse el palo en días tan especiales como el de San Patricio, las Paradas y la fiesta de los griegos dedicada a San George, puede disminuir las inhibiciones de quienes beben hasta jartarse, dicen y hacen cosas de las que después se arrepienten y ya no hay remedio porque nuestras bocas y lo que expresamos a través de la lengua en una noche de farra, son la fuente de los problemas.
Ese primer encuentro de pasión desenfrenada entre tú y la gringuita me parece normal, pero de a poco y con el paso de los días y otros encuentros se conocen las realidades, el problema de las flatulencias, gases tóxicos, los ronquidos y las peligrosas reacciones de cachorritos. Este fue el caso de un muchacho de New Haven que tuvo una luna de miel anticipada con su amiguita que tenia un gatito el cual creyendo que su dueña sufría dado unos grititos de ¡aaay, ohhhhhh, huyyyy, suavecito!, la defendió de un modo brutal dejándole al amante las nalgas rasguñadas de tal modo que aun no se puede sentar. ¿Cómo la ves?
Viviana, aunque no te conozco me pareces una muchacha educada y profesional que cree en la higiene ambiental, espiritual y corporal pero la edad de Louise que se empina a los 27, me parece que ya no permite un cambio en sus hábitos de higiene. Tu olfato entra en conflicto con las ropas sucias en el suelo, sábanas sin lavar y la mala costumbre de ducharse cada dos días y no deshacerse de las bolsitas en ls mochila.
De todos modos, habla con ella a calzón quitado y de continuar en este romance, discutan cambios en lo del saludable uso del agua y los detergentes.
Disfruta de la primavera y en el futuro no te enamores cuando estés metida en palos.
Tía Julia