Una breve retrospectiva muestra que la justicia es el último frente de batalla en un combate político pactado a matar o morir.
El lunes trascendió que presentarían cargos contra expresidente Donald Trump por el asalto al Congreso el 6 de enero del 2020.
El martes una jueza en Delaware rechazó un acuerdo judicial que le asegura inmunidad a Hunter, hijo del presidente Joe Biden.
“No puedo aceptar este acuerdo,” dijo la jueza Maryellen Noreika, designada por Donald Trump. “No es estándar, no es lo que yo normalmente veo, posiblemente es inconstitucional, sin precedente legal y, potencialmente, vale menos que el papel donde fue escrito”.
El Departamento de Justicia de Biden respondió imponiendo nuevos cargos contra Trump, van 42, enfrenta unos 500 años de prisión.
Trump y Biden mantienen un enfrentamiento en el que se arrancarán la piel, no le importan las consecuencias. Destruirán el país.
Mientras el presidente y el expresidente se tiran mutuamente al cuello, la situación económica y política de la nación empeora, y los enemigos del país avanzan.
La Oficina de Presupuesto del Congreso reveló a inicios del mes que el país pagaba casi 700 mil millones anuales en el servicio de su deuda pública.
El año que viene los pagos de intereses superarán el trillón de dólares, será el principal gasto público, superando el presupuesto de defensa y el Social Security.
La devaluación del dólar es la única salida posible.
En el 2025 vence el 45% de nuestra deuda pública de $32 trillones, eso significa que el gobierno debe buscar unos $15 trillones adicionales, luce absolutamente difícil.
Ni Trump ni Biden articulan ni plantean respuestas ante esa crisis que nos espera al doblar la esquina.
Ellos se matan, Rusia gana en Ucrania y China desplaza a Estados Unidos como la principal economía mundial.
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J.C. Malone /NEW YORK
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