El presente artículo está dedicado a abordar la situación deficitaria del presupuesto del gobierno federal de Estados Unidos; que es como ha cerrado el año fiscal 2023. Siendo que éste, comienza el 1 de octubre de todo año y se extiende hasta el 30 de septiembre del siguiente año; de modo que esto nos facilita plasmar los siguientes párrafos del antes mencionado de manera documentada y sustentada. Para ello, iré realizando algunas descripciones generales respecto a ¿qué es un déficit presupuestario? ¿cuáles son algunas causas que lo ocasionan? Para dedicar la última sección al déficit presupuestario de la primera economía del mundo.
De manera elemental; el déficit presupuestario describe la condición en la que los gastos efectuados por el estado superan a sus ingresos no financieros recaudados a través de impuestos, tasas y otras fuentes de financiamiento, en un determinado periodo (normalmente un año). En alguna literatura también se le encuentra como “déficit fiscal” o “déficit público”. El presupuesto como tal, se encuentra dentro del gran marco de lo que conocemos como política fiscal (rama de la política económica), que se encarga de gestionar sus componentes: el gasto público y los impuestos, como variables para asegurar y mantener la estabilidad económica de un país. La entidad encargada de la política fiscal, es el ministerio de economía; naturalmente con sus variaciones según se haya “acuñado” su denominación de manera independiente en cada país; como Hacienda (El Salvador), Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital (España), Secretaría de Economía (México) Ministerio de Economía y Finanzas (Perú) o Departamento del Tesoro en Estados Unidos, por citar algunos casos.
Es importante destacar que el déficit fiscal es diferente de la deuda pública. El déficit es la diferencia entre los ingresos y los gastos en un año fiscal específico, mientras que la deuda pública es el acumulado de todos los déficits fiscales pasados y se refiere al monto total de dinero que un gobierno debe. La gestión adecuada del déficit fiscal es una cuestión crucial para garantizar la salud financiera de un país y para equilibrar las necesidades del presente con la sostenibilidad económica a largo plazo.
Las causas del déficit fiscal suelen ser una combinación de factores económicos, políticos y financieros que varían de un país a otro; entre las más comunes tenemos: gastos públicos excesivos, recesión económica, reducción de ingresos fiscales, gastos inesperados (eventos imprevistos como desastres naturales o crisis de salud pública), aumento en el costo de los intereses de la deuda, corrupción y mala gestión, conflictos y gastos militares y presiones demográficas.
Al país del “tío Sam” en lo que respecta a su presupuesto federal, no le ha ido nada bien en el año fiscal 2023, con respecto al año anterior; porque ha cerrado en déficit, condición en la que sus gastos han sido mayores que sus ingresos; alcanzando los 1,7 billones de dólares, hasta la fecha de “cierre” (30 de setiembre). Dicha cifra, implica un incremento del 23 % con respecto al año 2022. Tomando las cifras del Departamento de Tesoro, publicadas el pasado viernes 21 de octubre; el déficit supone un 6,3 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país. En concreto, sus ingresos decrecieron en un 9,3 % en comparación al año fiscal 2022; casi en su totalidad debido a una disminución de 456 000 millones de dólares en los impuestos sobre la renta de las personas.
Algunas de las principales causas que han llevado a este escenario, son: Recaudaciones inferiores a las que la autoridad en política fiscal había estimado, sobre la renta de las empresas e individuos, recibos de seguridad social y jubilación, además de los impuestos especiales. Pago de los intereses de la deuda, que ésta en vez de menguar cada día se incrementa (hoy en récord histórico 33 650 billones de dólares). Y el gasto militar al que Estados Unidos destina su presupuesto; sólo para hacer referencia en el año 2022 su gasto en este sector fue tres veces mayor que el de China (el segundo país que más gasta en la milicia) y 10 veces mayor que el de Rusia (que ocupa la tercera posición), algo que en el año 2023 no ha sido diferente, aunque no tengamos los datos oficiales; pero se evidencia por los miles de millones de dólares que ha destinado en su apoyo abierto a Ucrania en su conflicto contra Rusia, presupuesto militar y la atención de sus màs de 700 bases militares distribuidas en el planeta.
Lo paradójico e irónico resulta ser que los datos del déficit fiscal, se dieron a conocer el mismo día en que el presidente, Joe Bien; pidió al Congreso que apruebe una partida presupuestaria urgente de más de 100 000 millones de dólares que incluye una ayuda de 14 300 millones para Israel y un nuevo paquete para Ucrania por 61 400 millones, según recoge la agencia de noticias EFE.
El equilibrio presupuestario o en un mejor escenario el superávit es fundamental para garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo y evitar desequilibrios financieros perjudiciales para la economía de un país ¡Cuidado! Estados Unidos necesita prestarle atención a este indicador.