Pregunta
Tía Julia:
Nuestros saludos cordiales desde esta hermosa, histórica y maravillosa ciudad de Guilford a la que llamamos “La Joya Fugaz del Sur de Connecticut,” más tranquila que un matre en proceso de retiro y donde todos los habitantes y allegados vivimos tranquilos, aunque preocupados por los aguaceros, inundaciones, relámpagos, rayos y tronadas del mero. Afortunadamente el gobernador Lamont y el senador Blumenthal están preocupados del asunto y como dice Fello, mi esposo, metiendo mano en el asunto de la infraestructura.
También estamos optimistas viendo el valiente intento de Nancy Pelosi de investigar a fondo el ridículo intento de golpe de estado que lidereó Donald Trump el seis de enero de este año, y se nos sube el ánimo porque por fin se están tirando al medio a los pillos que durante cuatro años se incrustaron en la Casa Blanca. Ahora hay que descubrir a los sediciosos que mal rayo parta porque Trump anunció que volverá al poder en el mes de agosto y que su plan “B” es repostularse para el 2024. ¿Cómo la ve?
Para que vea por dónde vengo y para donde voy debo decirle que soy una muchachona de 37 pepas, profesional y casada con este hombre de 42 más cerrado de mente que un huevo duro y con el que me casé hace ocho años en Fairfield. Tenemos tres nenes y el tipo no es mala gente, especialmente cuando está durmiendo, aunque ronca como locomotora a vapor de esa que había en Puerto Rico, según cuentan.
Yo soy de una familia creyente, católicos, apostólicos y romanos seguidores leales del ritual y los cánones. Para nosotros las devociones al Señor de Los Milagros, el Padre Pio, y la virgen de Lourdes son algo serio, sin embargo, mi esposo no cree ni en su mamá y esto me mortifica de un modo permanente el hipotálamo y me produce vértigos.
Federico, a quien en el sagrado seno del hogar apodamos Fello, se casó conmigo a regañadientes por la iglesia, y poco después de la luna de miel que pasamos en Santo Domingo, me comenzó a hablar de cosas que no se ven, como algunos políticos, y me dijo que Jesús no era ni siquiera un profeta de la facción de los Saduceos (que no se llevaban con los fariseos), y lo de hijo de Dios, eran historias inventadas para efectos comerciales y de marketing. ¿Se da cuenta que animal?
Por allí siguió con la cantaleta esa de que Juan el Apóstol era en realidad el hermanito chico del llamado Mesías y me repite la herejía y el ya conocido argumento de acuerdo con el cual la Virgen no había ascendido en cuerpo y alma a los cielos. Por allí salio con la guasa de mal gusto que expresa de un modo irrespetuoso que el único quien ascendía a los cielos era Poncio Pilato, porque era Piloto. Esto a mi no me causa risa y ya se lo he dicho.
Nuestras discusiones se extienden hasta la noche, nos acostamos y reconciliamos, pero al día siguiente, Fello sigue con sus historias y malos chistes diciendo lisuras que ya me tienen cansada, al punto de estar considerando una separación de este blasfemo por incompatibilidad religiosa.
El otro día me enteré a través de una amiga de que Fello es ateo con licencia, y leía todas las noches a un señor de apellido Nietzsche. Le he preguntado acerca de este filosofo a un sacerdote colombiano recién llegado a nuestra parroquia el cual me aconsejó alejarme de ese demonio que merecería ser quemado.
Yo le he dicho a mi esposo que tumbe la cosa, pero el tipo sigue y sigue, me tiene un lado hinchado, y ya me anunció con un rostro burlón que no iría jamás a la misa del gallo porque en Puerto Rico se han prohibido las peleas entre estas aves bípedas.
Fello me permitió bautizar a los niños, me trata bien, valora mis encantos, recuerda nuestros aniversario de boda y me celebra los cumpleaños, pero durante las misas se ríe del padre al cual le colgó el apodo de Padre Cumbia porque cojea.
Por favor aconséjeme que ya me dan deseos intensos de mandar a mala parte. ¿Usted me entiende?
Teresita
Respuesta
Teresa,
Estos líos religiosos son una fuente de problemas y requieren rápidamente de la mediación de un terapeuta emocional con credenciales y experiencia quien les ayude a aclarar algunos puntos y comas. Nietzsche es un famoso filósofo alemán quien nada tiene que ver como dijo el padre colombiano con el “Che” Guevara.
Lamentablemente y como les he aconsejado a mis lectoras, especialmente las jóvenes; todas estas diferencias debieran discutirse ANTES del matrimonio y las tres leyes del casamiento: por la iglesia, por el civil, y a veces “por la fuerza.”
Las preguntas del caso son, ¿Es Fello realmente un ateo o lo dice para chavar el nacimiento y echárselas de inteligente? ¿Se casó contigo por los papeles y después de la luna de miel mostró las cartas? ¿Es ateo porqué en su país hubo un presidente socialista? Cuando la simpática policía de su país disolvió a la Hermandad de los libres pensadores, ¿le habrán dado un macanazo en el encéfalo y el hombre ha quedado bobo?
Estas y otras, son las cuestiones que se me vienen a la mente, pero lo más importante en esta crisis es el vital principio del respeto y de la regla de oro:” No le hagas a otros lo que no deseas que te hagan a ti.”
De partida te digo lo siguiente de un modo transparente, cristalino y translucido. Fello debiese respetar tus creencias y si no quiere participar en los rituales para ti tan importantes, debiera durante las ceremonias mirar hacia dentro y no emitir sonido alguno con “la con lengua,” pues al parecer al hablar acerca del tema religioso mete las cinco extremidades y coge los asuntos en broma.
Claramente el hombre no se quiere convertir al catolicismo y eso uno puede respetarlo, pero de allí a chavar tu existencia con sus pachotadas; es otra cosa muy distinta, pero muy diferente pues no es lo mismo una pelota vieja que una señora adulta mayor desnuda. ¿Tú me entiendes?
Cómo al parecer ustedes se reconcilian muy bien de noche estando en posición horizontal y este es un buen punto para mantener vivo el matrimonio. Solamente una mediadora o mediador objetivo pueden ayudarles a practicar el respeto para que así Fello se deje de sus changuerías.
Continúa celebrando tus rituales, reza el rosario, y si a él no le gusta, que se vaya al Aquí Me quedo a parlotear con William Mercado, un tremendo tipo, y te deje en paz.
Ahora bien, te advierto lo siguiente. Esta incompatibilidad es algo delicado y requiere de un mediador acreditado o acreditada por el Estado de Connecticut, ojalá ya maduro o madura y sepa lo que hace. Hoy hay muchos chinchorritos con “terapistas” que no se aplican el cuento y sonríen en las fotos del Facebook.
Cuídate de los catarros de verano y de los rayos.
Julia