Pregunta:
Tía Julia:
Le escribo muy nerviosa porque después de este invierno sin nieve lo cual nos alegra mucho, ahora en primavera, estamos más pelados que una bola de billar afectados también por inflación y todo lo que venden en los supermercados, CVS, y los mercaditos donde las yautías, los plátanos y el arroz están cada día más caros.
Tía, y ahora mucha gente, incluidos dibujantes calvos, le echan la culpa al presidente Biden que la otra noche habló claro y golpeado, pero de un modo decente, no como el tostado peluca de orín. ¿Usted me entiende? Es que no hay que mencionar un nombre y una cara que ya repugnan. Ajjjjj.
Volviendo al tema que me preocupa y que todavía no he comenzado, lo que pasa en nuestra familia es que con la celebración de cumpleaños, quinceañeros, una boda de la sobrina del primo de mi esposo y un viajecito a la Isla del Encanto para celebrar Reyes, hicimos trizas las tarjetas de crédito VISA y Capitol y tenemos ahora otras deudas debido a las visitas de familiares que vinieron a vernos desde Florida con estadía de dos semanas en nuestra casa y a los cuales se nos ocurrió llevarlos a Canadá, pero en la frontera no nos dejaron pasar porque un sobrino tenía un récord y no había dicho nada.
También hemos tenido que incluir los gastos médicos inesperados porque en este país pasan cosas extrañas. Mi abuelito está afectado de incontinencia y fue al médico desde donde llegó muy enojado porque no cogían Medicare y le hablaron estrujao. Por eso lo llevamos a un especialista y fue para peor.
Nos contó con congoja que un tipo vestido de blanco le preguntó en un español más masticado que pan del cielo, “y a ustech ¿qué pacharle?” a lo que mi tatita respondió, “es que tengo problemas para orinar.” El matasanos lo observó y le preguntó, “¿and qué edad tener yu?” a lo que mi abuelo replicó “solamente 87.” El facultativo le dijo entonces de mala manera. “¡Ah! lo que pacharle a uschte es que ya ha meado muchou!” Ahora el tatita se siente deprimido y ya recibimos la tremenda cuenta del especialista que no cubrió el seguro de $457.02 dólares.
Entrando al corazón y los riñones del asunto, le diré que residimos en el pueblo de Springfield y somos una familia super extendida de unas 47 personas carnales palabra que no tiene relación con comer carne, sino porque estamos relacionados por el vínculo intenso de la sangre, el ADN y la hemoglobina. Por esto hay muchos encuentros y regalos.
Ta Julia, reconozco que yo gasto, pero a mi esposo le llamo el “terror de las tarjetas” y de los cheques, pero a decir velda los dos consumimos mucho como dicen los expertos en las llamadas adicciones en USA. A modo de ejemplo, para nuestro 17 aniversario de bodas le regalé un plasma gigante para que veamos las nuevas telenovelas “Al yacer con tu novio, cierra los ojos para que parezca que estás muerta,” y la reciente mexicana y de ochenta episodios “Cornudo pero contento.” Con esos gastos se nos fueron $435.23 que no dejan de ser bastante.
También creo que en este país hay muchas/demasiadas celebraciones y por eso caemos en el uso de las tarjetitas de crédito que son “el pan para hoy y hambre mañana” o jugando a la lotería Mega y Maga a las que yo llamo con respeto, “la esperanza de los idiotas.”
¿Qué hacemos para terminar con las visitas que no reciprocan ni con una botella de sidra? ¿Debiéramos mudarnos a otro lugar lejano en Texas para no tener que invitar o regalar a los carnales?
Esperando que me responda pronto, quedo sinceramente suya para siempre, gracias.
Leoncia Beatriz, una angustiada.
Respuesta:
Querida Leoncia
Bienvenida al Club de los Super Deudores y, a decir verdad, en esta sociedad de la que somos parte y mucho más justa que la Rusia de Putin, nos encanta consumir, gastamos mucho demasiado haciendo fiestas donde nadie coopera y dando regalos sin que exista reciprocidad. Es que cuando hay familias grandes los llamados a gastar son muchos y de este modo, reafirmar constantemente los lazos de amistad y amor familiar resulta muy caro y doloroso.
En una fiestecita donde ustedes son los que proveen para más de 20 personas se gastan en promedio y de acuerdo al sociólogo Julius Krestoni más de $314 billetes y la que tiene que cocinar eres tú, además del trabajo de organizar la casa antes y después, porque cuando hay trago, que pagan ustedes, la gente no vigila los nenes, ensucian los baños y tú ya sabes.
Sin embargo, como bien lo mencionas, hay aquí en USA y especialmente en Puerto Rico muchas fiestas y feriados donde las grandes empresas venden más y mejor, les pagan poco o nada a los empleados y lo de ellos es la mera ganancia.
En muchas de las fiestas y por tradición, los carnales esperan obsequios y sin saberlo no nos damos un break presupuestario. Es que la verdad son muchas fiestas apoteósicas y vamos viendo algunas: San Valentín y los corazones, Easter y la fiesta de los conejitos, el Día de la Madre, el Día del Padre, el cuatro de julio con los picnics y barbacoa, el día de los abuelos, Halloween, el Dia de Acción de Gracias y después las Navidades, Año Nuevo, Dia de Reyes y vamos a dejarlo así, aunque me faltan el Dia de las enfermeras, de los jefes y de los cachorros.
Para Easter que es una fiesta más bien religiosa y cuando los cristianos celebramos la resurrección de Jesús, se gastan en USA 3.3 billones en dulces. Entrando a las fiestas de fin de año, para el Dia de Acción de Gracias en un encuentro de 10 carnales se gastan entre 149 y 215 dólares porque también se incluyen las bebidas y los postres. Comprando los desdichados pavos en USA se gastan 1.1 billones de dólares y no te cuento lo que se gasta comprando los pinitos naturales o artificiales para navidades.
Ahora vamos a lo de las tarjetitas que te invitan a gastar de un modo adictivo. El gobierno calcula que en cada hogar hay como promedio una deuda de $7,951 dólares que podría ser el caso de ustedes y que por lo general hay CUATRO tarjetas de crédito circulando en la familia. Estas deudas se multiplican y muchas familias tienen problemas para mantener los pagos y te castigan con furiosos intereses.
¿Consejo? Desháganse los más rápido que puedan de las tarjetas y paguen todo con billetes y monedas llevando una récord de lo que gastan semanalmente. De no hacerlo pierden el crédito e incluso muchos se van a la triste quiebra o pierden la casa.
Para el próximo año, con tu esposo deben establecer prioridades ya que en estos tiempos nadie tiene suficiente dinero para hacer tantos regalos a carnales o descarnados y lo de las tarjetas es ya una epidemia financiera porque con ellas gastamos “sin medida ni clemencia” como dice una hermoso vals peruano.
Una familia extendida que conozco y los cuales viven en New London resolvieron muy bien el asunto y todos quedaron contentos.
Como en tu caso, son como unas 63 personas, incluidos novios, jóvenes y nenes, por lo cual alquilaron un club pequeño llamado Las Piedras y entre todos aportaron comidas, bebida y música con el DJ Joe Sammy Batata. Según el sociólogo Krestoni llevaron a cabo el novedoso sistema de la Rifa Carnal del amigo o amiga misteriosos y a cada familia le correspondió hacer un regalo a otra. ¿Como la ves?
Salgan del club de los deudores, piensen en el futuro, ahorren, sean meticulosos anotando lo que reciben y lo que gastan y cuidadosos con las invitaciones, fiestas, regocijos y ofrendas.
La tía Julia
Comentario a los sabios consejos de la Tía.
Este asunto de que los propios vecinos tengan que armarse para luchar en contra de las pandillas y cuidar a sus familias y vecindarios es una señal de peligro que debiera alertar a Arulampalam y al Departamento de la Policía de Hartford porque se presta para desgracias y no estamos en el lejano Oeste o en México. Yo he pensado hasta en comprarme un cañón, pero mi esposa se opone. Julio de Hartford.