Queridísima y nunca suficientemente bien ponderada Tía Julia:
Tía, quiero abrirle mi pechito y mostrarle una pequeña llaguita que tengo en el miocardio que, si sigue así, se me va a trasladar hacia el estómago y voy a coger una condición ulcerosa que me puede llevar, si me muero, al purgatorio porque, aunque católico vaticano, no he sido muy santo y vamos a dejarlo así.
Mi terapista que trabaja con el Dr. Buda me dijo que no me expusiera a las noticias del canal Fox, a las declaraciones del trastornado Trump, ni mirara los programas que muestran diluvios con inundaciones u olas tenebrosas de calol.
“Ahora bien,” como decía mi profesor de trigonometría, esto de las elecciones no nos dejan tranquilos en el santuario sagrado del seno de mi hogar aquí en la calle Franklin. Aunque es verano y está más húmedo que nariz de gato, a cada rato me tocan en la puerta cuando yo y mi esposa estamos calatos por lo del calor y entonces mi perro ladra en exceso.
“Ellos,” a quienes llamaré “las visitas,” pueden llegar al amanecer o cuando estamos viendo y disfrutando la nueva telenovela mexicana “Por el amor intenso a la Anaconda tuerta y el Drama del Asterisco.”
Para ahorrar explicaciones vacuas, grabé una de estas visitas en mi celular, la transcribí y léala por favor con calma y cautela para que vea por qué reclamo. Estas personas comienzan las letanías así después de que les abro la puerta.
“VISITA: ¿Cómo estás mi amol? Huyyy, mira qué lindo el perro. ¿De que marca será? Hummmm…se ve que es medio satito, pero más elegante que portero de funeraria ja-ja-ja. Te cogimos medio ernudo y perdona. ¡Pero que lindos son tus short transparentes, parecen de la tienda de Cinco por Un dólar! ¿Estabas mirando pa’dentro o haciendo otras cosas? Hummmmm, tienes cara de malito.
Yo: ¿Me puede decir de una vez que quiere y olvídese de mis calzoncillos marca Apocalipsis y de mi perrito? ¿Qué quieren? yo soy católico, apostólico y vaticano (respondo yo con una voz tan seca como un escupo de momia ya que no me gustan las lisuras ni que los testigos que nos visitan a veces cojan mucha confianza).
VISITA: Nada, nada muchacho, es que pasábamos por aquí y te quiero presentar a una líder honesta, genuina, virtuosa, integra, ejemplar, transparente como tus calzoncillos y recta a la que ya debes conocer. Su nombre es ¡Pita Martínez!
YO: No, no lo conozco…
PITA MARTINEZ: Siempre hay una primera vez mi amor. Te vamos a resolver todos los problemas que tengas y los que vas a tener. Aunque yo no sea un 100% santa de tu devoción, queremos sacar a los que están ahora en el municipio, a quienes se les escapan las tortugas, son sumisos y no te defienden.
YO: Es que estamos ya cansados de votar y todavía no limpian las calles, los de la policía se desmadran entre ellos en vez de investigar, las escuelas de la comunidad no tienen maestras, no habrá Day Care y el pillo en motocicleta vendiendo fentanilo anda suelto por estos caminos de la Albany, la Park, la Wethersfield y ahora por la Maple y la Franklin”
Querida Tía, fastidiaron tanto pidiendo firmas y donaciones que para que se fueran les dije que estaba con unas diarreas estruendosas y corto de chavos porque tuvimos que pagar el Bill de la luz por esto de la calol y los aires. Les recibí unos panfletos y un afiche con la cara de Pita Martínez, y así se desvanecieron en dirección al departamento de mi vecina que es sorda y no abre la puerta.
¡Pero mire usted! No había pasado media hora y llegaron otros con la misma cantaleta, pero de otro candidato.
Tía, ¿qué hacemos con mis esposa para no nos enfermarnos de los nervios y poder refocilarnos en el matre sin interrupciones? Espero que no la visiten a usted porque yo no sé si tiene novio.
Fedro
Respuesta
Querido Fedro. ¿Es tu nombre Pedro o metiste mal el dedo cuando me texteabas?
Deseo recordarles a mis lectores que no responderé en adelante ninguna carta, e-milio o texto en los cuales se hagan especulaciones vacuas y fútiles acerca de mi estado civil, edad o situación sentimental. ¡Por favor respeten la privacidad! Bastante tengo con editar y hacer sus mensajes leíbles lo cual no me molesta.
Entrando en el tema de las elecciones, éstas son sumamente importante y la democracia en los Estados Unidos se ejerce desde la base a través de mecanismos tales como los Comités del Pueblo Demócrata o Republicano.
En el caso de Hartford y en otras ciudades de Connecticut está también la presencia del Partido de las Familias Trabajadoras con la fortaleza de la asambleísta Hércules y a veces partidos que inventa una persona al cual lo bautizan con su propio nombre.
Los Repus de Hartford de la antigua escuela que no eran los facinerosos actuales del sur, están extintos porque fueron feneciendo de a poco y solo queda un sobreviviente que se ha dejado canas y arrugas pero que aún escribe.
Reconociendo la importancia de la participación en la base y cerca de los vecindarios, no debemos perder la perspectiva del asunto nacional e internacional que está más flojo que un implante de un molar a una paciente con diabetes por las críticas acervas hacia el presidente Biden a quien le están contando el número de caídas como una forma de escarnio.
Los ciudadanos de los Estados Unidos tenemos en actualidad un gobierno democrático que defiende los beneficios del Seguro Social y Medicaid, pero las super empresas con buenos abogados picapleitos no pagan los impuestos que tú Fredo, tu esposa y yo, si pagamos con dolor y angustia suma.
Por eso Fedro las visitas de candidatos son saludables porque promueven la inscripción de votantes y educan a los jóvenes y a quienes votan porque por allí viene un posible cambio. Esto no sucede en la Rusia de Puntin ni en la China del Xi (se pronuncia Chi).
El mejor legado que puede dejar un liderazgo en los distritos de Hartford es el fortalecimiento de dirigentes demócratas a quienes los alcaldes de turno no les coman el cerebro y a quienes se les pueden hacer preguntas tales como, ¿qué harán los ocho candidatos para solucionar el problema de la delincuencia y acabar con las peleas en el departamento de la policía? ¿Le están preguntando a los candidatos y a las Visitas acerca de que es lo que hace la ciudad de Hartford en prevención a las inundaciones, el calor intenso y el calentamiento global?
Fredo, entiendo que tendrás visitas algunos sábados y los domingos que son días de asueto, descanso, ocio e inanición, pero reconoce el esfuerzo de quien te visitan, ofréceles botellas de agua helada, cúbrete con una bata los calzoncillos y entiende que así es la democracia.
Tía Julia
Comentarios a los Consejos de la tía Julia.
Con mi novia hemos asistido en los parques a pesar de las amenazas de aguaceros, truenos, truenos vaguadas y centellas a los conciertos de verano. Estos han sido de calidad, nos alegran y son sanas distracciones para olvidarnos de las lisuras del clima. ¡Gracias a los organizadores y a la policía que resguarda estos eventos! Felipe y Shakiarta de Hartford.