HARTFORD.- La apertura de los establecimientos escolares en Hartford a fines del mes de agosto es una decisión difícil y los efectos de la pandemia que está provocando más de 130.000 fallecidos en los Estados Unidos desafía los planes de las autoridades estatales y regionales de educación.
Ya en el mes de mayo se notaron algunas de las dificultades que enfrentaban los educadores a quienes se solicitó que cerraran oficialmente sus salones de clases lo cual significaba que entraran a los edificios, retiraran y guardaran sus herramientas pedagógicas y de trabajo para que se procediera a la limpieza anual de pisos, paredes, cielos rasos, y salones.En ese momento el sindicato de maestros que presidia Andrea Johnson hizo presente un acuerdo contractual que estipulaba que los maestros y maestras podrían ingresar a os edificios si es que se “sentían cómodos” dada la aun misteriosa infección Covid-19.
Ahora, en la perspectiva de la apertura del año escolar 2020-2021, está en cuestión este proceso que permitiría que unos 18,000 estudiantes provenientes no solamente de Hartford, sino que de 90 pueblos circundantes puedan tener un primer día semejante a los del pasado usualmente lleno de expectativas y entusiasmo, pero que con la pandemia Covid-19 y en lo que se está denominando un posible “segundo rebrote” o como se dice en Latinoamérica la “recaída;” se convierte en un grave obstáculo para el inicio de un año escolar normal.
Es que se trata de 39 escuelas y 18 tipo magnetos que admitirían a 13,563 estudiantes de la ciudad, además de otros 4,533 no residentes que provienen de ciudades y pueblos aledaños. Los riesgos de contaminación son muchos y todavía se debe lidiar con la necesidad de que estudiantes y maestros utilicen permanentemente máscaras de seguridad considerada a nivel mundial como la forma más eficiente de evitar la contaminación de saliva y el distanciamiento social calculado en seis pies entre personas.
Es que esto no es un proceso de adaptación y ajuste fácil.
Connecticut y sus autoridades presididas por el gobernador Led Lamont está considerando tres distintos escenarios que podrían tener lugar para iniciar las clases en un ambiente de seguridad que asegure que no haya contaminación.
El primer escenario es la idea de que todo el proceso de enseñanza y aprendizaje tome lugar en los salones y edificios escolares, lo cual podría ser modificado con un sistema mixto que involucre la enseñanza vía online y clases tradicionales en la escuela. El tercer escenario es en el caso de que regrese una segunda ola de la epidemia lo que obligaría a un sistema de educación exclusivamente en el hogar.
Este ultima alternativa ya es conocida por los padres cuyos pupilos dejaron de asistir a sus escuelas en el mes de marzo y se les comenzó a proveer, a los que tenían acceso a computadores y el sistema Wifi, contactos vía Zoom con sus maestros y la entrega de asignaciones vía Internet.
Ya existe una polémica en nuestra ciudad con respecto a que más de un 40% de la población escolar de Hartford no cuenta necesariamente con este tipo de tecnología.
El Gobernador Lamont dice que hay que estar preparados para impredecibles procesos de cambios en cuanto a la segunda ola de la pandemia que en los casos de Los Ángeles y San Diego sus autoridades han decidido utilizar el sistema de aprendizaje online.
“¿Como funcionarán las escuelas de Hartford de aquí a un mes? Esto lo sabremos en los próximos treinta días,” dijo la primera autoridad del estado que ha logrado mantener los contagios bajo control gracias a una constante campaña de concienciación con respecto a la necesidad absoluta de acostumbrarnos al uso de máscaras y el mantenimiento del distanciamiento social de al menos seis pies, tarea que no ha sido fácil de implementar.
Una de las señales específicas de lo que podría ser un sistema seguro de enseñanza para los estudiantes seria de acuerdo a Fran Rabionowitz, director de la Asociación de Superintendentes de Escuelas Públicas un sistema hibrido que de acuerdo a la data con la que contamos, no podría permitirnos un regreso normal a los establecimientos educacionales dentro de cuidadosos limites de seguridad sanitaria.
En este modelo actualmente en discusión, se autorizaría el ingreso de algunos estudiantes a las escuelas algunos días de la semana mientras que otros mantendrían el sistema de aprendizaje a la distancia vía online e irían a las escuelas en otros días de la semana. Distintos niveles de educación y grados tendrían también un sistema de turnos de ingreso a los establecimientos educacionales.
Si la epidemia ataca nuevamente a Connecticut como fue en los meses de marzo, abril y mayo, deberíamos regresar al sistema de enseñanza a la distancia vía online en los hogares, dijo Rahionowitz.
Considerando los meses de intenso frio de los inviernos en Connecticut, Mathew Cartter, el epidemiólogo de Connecticut ha dicho que las escuelas no debieran abrir sus puertas SI es que hay una segunda ola de infecciones con el Covid-19. “Connecticut hoy día permanece con un bajo nivel de los contagios, pero las situaciones pueden cambiar” agregó el experto.
En discusiones de otros profesionales a través de la Radio Pública de Connecticut, y también expresado por Rabionowits, las escuelas debieran poner énfasis en las siguientes prioridades cuando abran sus puertas. El lavado de manos constante, agrupar a los estudiantes no en salones, sino que, en pequeñas cohortes o grupos pequeños de aprendizaje, las caras siempre cubiertas con máscaras y mantenido el distanciamiento social apropiado.
En el caso de que se deba reimponer por las circunstancias sanitarias el aprendizaje en los hogares debido al cierre de las escuelas, el estado de Connecticut DEBE proveer todos los elementos técnicos necesarios para sus estudiantes tales como computadores, tabletas digitales y el acceso al Wifi.
Muchos padres en nuestra ciudad están preocupados por el anuncio del presidente Donald Trump que anticipó drásticamente que “cortaría fondos federales a las escuelas que no abrieran sus puertas,” mensaje rechazado por lideres de nuestro estado como el Gobernador, el senador Richard Blumenthal y líderes de la legislatura estatal.
“No queremos que los niños y jóvenes que asistan a nuestras escuelas sean utilizados como conejillos de experimentación,” dijo un legislador agregando que la ausencia de una dirección y guía racional del presidente en este periodo de crisis fue, es y será hasta el mes de noviembre parte del problema.
“Primeramente Trump a quien tienen sin cuidado los jóvenes y niños de nuestras ciudades, jamás actuó a tiempo para que el país se preparara ante la llegada de la plaga covis-19 aunque ya en diciembre se le había comunicado lo que venía desde Europa y Asia. Nunca recomendó el uso de máscaras de seguridad, no alertó al aprovisionamiento de elementos mínimos de seguridad para quienes trabajan en hospitales, y había dicho que los lugares de trabajo debieran reiniciar sus tareas el día 12 de abril.Esta es una muestra mas de su locura y voluntarismo irracional que ha provocado 130,000 muertes en los Estados Unidos,” dijo Jeremías George, pastor de una iglesia cristiana de Springfield.
Lo que si se sabe es que los niños y jóvenes necesitan interactuar con otros especialmente en un sistema escolar como el de Hartford donde un 55% de la población escolar es de origen puertorriqueño o latino, un 29% afroamericanos, solamente un 9% de estudiantes blancos, un 4% de niños asiáticos.Hartford ha sido un mal modelo de integración racial y se estaba luchando para crear integración a graves de las escuelas Magnet.
Tampoco se puede olvidar que 8 de cada diez estudiantes deben recibir almuerzos gratis o a precio rebajado porque los ingresos de sus hogares están bajo el nivel de la pobreza, que un 22% van a la escuela para aprender el idioma inglés, que un 21% son niños o jóvenes que reciben servicios de educación especial, y 439 no tienen un hogar.
La escuela no son solamente un recurso de enseñanza y aprendizaje, sino que de un sano contacto social y un centro de supervivencia nutricional.