Irán no quiere relaciones entre nuevo socio, Arabia Saudita e Israel, como lo promueve el presidente Joe Biden. En agosto y septiembre, Israel tomó las calles demandando la renuncia de su primer ministro Benjamín Netanyahu. Hamás, el gobierno de Gaza apoyado por Irán atacó a Israel.
Netanyahu mordió el anzuelo iraní, atacó Gaza despiadadamente, creó una crisis humanitaria y se ganó el rechazo mundial.
Ahora Netanyahu “invadirá Gaza para exterminar los terroristas”. Eso podría acabar con él y el estado judío.
En Gaza hay miles de trampas, si las tropas israelíes entran, nunca saldrán, Israel quedará desprotegida y Hezbollah, el grupo militante libanés, invadirá por la frontera norte. Netanyahu parece estar respondiendo exactamente como lo planeó Irán.
Tenemos guerra en Ucrania e Israel, Biden pide $105 mil millones para ambos conflictos, mientras se preparan para combatir una tercera guerra contra Rusia y China.
Washington despachó dos portaaviones con más de 10,000 hombres para Israel, admitiendo un fracaso político súper espectacular. El ex primer ministro israelí, Ariel Sharon, dijo una vez que Israel era un “portaaviones” estadounidense en el Medio Oriente, esencialmente, una base militar.
Se inauguró en 1947, cuando fundaron a Israel; fracasó, enviamos armas y soldados, porque no pueden defenderse solos. Mientras los “aliados árabes” no se reúnen con Biden ni su enviado, los europeos revisan su política frente a Israel.
Estados Unidos huyó de Vietnam y Afganistán, ¿cómo ganará las tres guerras?
La idea de que podrán ganar tres guerras simultáneas es la mayor falacia que se haya planteado jamás.
El triunfo será de la industria armamentista estadounidense, que controla el 45% de las exportaciones mundiales de armas. El año pasado el mundo gastó más de $2.0 trillones en armas. Avanzamos a una ridícula situación, el país perderá las guerras, pero su industria armamentista será la gran ganadora.