Por Juan Daniel Brito
El reciente atentado criminal en contra de la vida de un joven policía angloamericano que le puede causar una invalidez permanente, nos obliga a reflexionar acerca de la importancia de cada vida y no necesariamente de una sola raza. El joven oficial casado y con dos pequeños hijos, ve actualmente su vida truncada ante la perspectiva de que no pueda reincorporarse a su trabajo y ni siquiera pueda caminar normalmente.
El autor del hecho, Pedro Acevedo de 36 años y residente en la ciudad de New Britain con un extenso historial de asaltos, robos y otros delitos; pudo haber causado la muerte del oficial James O’Connell quien intentaba detenerlo cuando este individuo robaba un automóvil.
Ahora, la ley, pedirá cuentas de las acciones criminales de Acevedo y quizás este reflexione en prisión acerca del daño cometido en contra de otra persona y de su familia.
Al parecer, y por la serie de balaceras en el Norte, Frog Hollow y el sur de Hartford, la vida para muchos no vale nada y aun cuando se ha dotado al ser humano de la libertad para decidir entre lo aceptable y lo no aceptable en la convivencia social, hay una nueva generación que ya llega a las escuelas dispuestos a pasar a llevar las reglas de respeto a otros estudiantes y a la propiedad ajena. He aquí algunos ejemplos recientes.
Mientras muchos apelan por un respeto a la vida, sea cual sea la raza, las armas están a disposición sea legal o ilegalmente en la sociedad norteamericana y un estudiante de la escuela superior de Hamden fue arrestado este pasado martes ya que traía un arma de fuego cargada en su mochila y se investigan las intenciones del joven de 17 años que, por ser un menor de edad, fue referido al Centro de Detención para Juveniles de Bridgeport y desde allí, de acuerdo a una controversial ley, sea entregado a la custodia de sus padres.
Este pasado miércoles una mujer fue asaltada por un joven delincuente a la 1:15 de la madrugada en una gasolinera en la localidad de Southington, forzando su entrada al asiento del pasajero. Cuando la mujer trató de confrontarlo, el delincuente la empujó y le robó su cartera que contenía 2,000 dólares dándose a la fuga. El automóvil 2014 BMW fue hallado por la policía en Waterbury.
En New Britain, las autoridades educacionales del sistema público se vieron obligadas durante la primera semana de clases, a retornar por unos días al sistema de educación a la distancia y desde sus hogares debido a la mala conducta de unos 60 estudiantes que causaron daños en los baños usando grafiti para escribir obscenidades, imitando así el ejemplo de estudiantes en otras ciudades de la nación que publican imágenes de sus malas obras en frecuentados sitios de Internet y Facebook.
¿Nuevamente vale reflexionar acerca de qué hacemos con nuestro derecho a decidir nuestras acciones?
Pero hablando acerca de que valor tiene la vida en la sociedad estadounidense y en otras vecinas (actualmente en México madres, familiares y policías buscan los restos mortales de unas 100,000 personas que han desaparecido víctimas del narcotráfico y la labor de sicarios), es necesario recordar que son millones las armas las que circulan en manos de civiles.
Sacando provecho de una enmienda constitucional heredada desde el tiempo en que la nueva nación americana temía un posible acto de reconquista y cruel venganza después de la declaración de la independencia de las excolonias, todo ciudadano tiene el derecho a tener armas de fuego, aun cuando que se sepa, Estados Unidos no tiene en el siglo XXI la necesidad de preparar milicias para la autodefensa.
Es que no vale mucho la vida cuando las super billonarias fábricas que manufacturan armamentos, el consorcio del acero y las armerías de Connecticut continúan obteniendo monumentales ganancias por la venta de rifles de combate, pistolas automáticas, municiones y otros pertrechos para matar.
Cualquier pasado intento de las autoridades de estados que no comulgan con este negocio por poner límites al armamentismo de civiles, despiertan el clamor de los que están a cargo de esta nefasta industria, y de los políticos republicanos que hacen de la defensa de los que compran armas, un lema político para las elecciones.
Por otro lado, persiste la pregunta acerca de si en esta realidad de civiles armados y cometiendo diariamente delitos en los hogares durante lamentables hechos de violencia doméstica o en las calles, se debiera proceder a una reforma de los departamentos de la policía.
Estas reformas propuestas en distintos estados y algunas ciudades plantean una reorganización de la fuerza armada a través de programas de adiestramiento cultural para que policías de la raza blanca amplíen su visión de quienes cometen delitos o la comprensión de las circunstancias que llevan a algunos a delinquir, o simplemente llevar a cabo el total desbande de la fuerza policial para ser reemplazada por civiles o coordinadores de los esfuerzos por convencer a quienes violan la ley a reformarse.
Los republicanos se oponen a la idea de desbandar los departamentos de la policía y éste será otro tema para las próximas elecciones.
La ambigua y brutal consigna “Orden y Ley,” esgrimida por Donald Trump, será la favorita tanto para las elecciones del año 2022 como las presidenciales del 2024.
Sin embargo, lo más preocupante es que en las altas esferas de la política nacional hay individuos que exacerban y animan la idea de que hay una raza cuyas vidas valen más que otras y esta es la raza blanca. En otra palabras, las vidas de afroamericanos, latinos, asiáticos y de otros inmigrantes no valen nada y ni siquiera debieran tener derecho a voto.
Es más, el día seis de enero de este año el país experimentó el brutal asalto al Congreso de los Estados Unidos y las investigaciones que lleva a cabo un comité de la Casa de Representantes en Washington, está llevando a cabo un proceso legal para aclarar el papel que jugó en esta rebelión el mismo expresidente Donald Trump. Una vez más los republicanos, encabezados por Mitch O’Connell se oponen a la investigación.
En este infame intento de crear caos en el país ya se sabe que hubo un plan para provocar un golpe de estado, infame acto de subversión que han vivido muchos países latinoamericanos.
El intento implicó la muerte de policías a cargo de la seguridad del Congreso y de civiles. Por supuesto que el expresidente ha negado su participación, aunque fue él quien arengó a una turba de facinerosos y fanáticos para que ingresaran al palacio del Congreso, provocaran cuantiosos destrozos y amenazaran la vida del vicepresidente Mike Pence y de la líder demócrata Nancy Pelosy.
En la búsqueda de la verdad de estos luctuosos sucesos donde el hambre desatinada por el poder de Donald Trump pudo provocar una masacre y hasta una guerra civil; se sabe de la participación de cuatro sujetos a quienes se les ha instado a presentarse a declarar a través de una orden mandataria.
Ellos son Dan Savino, Steve Bannon, Mark Meadows y Kash Patel quienes están citados para presentarse el día 15 de octubre a declarar, aunque se anticipa que no lo harán. Pero también en su participación de la instigación, coordinación e implementación de un golpe de estado, deberán declarar Katrina Pierson, Carolina Wren y Megan Power.
Frente a esto el respeto a la vida y al orden constitucional son y serán los objetivos del gobierno de Joe Biden, pero hay mucha tela que cortar y hace falta una reflexión seria acerca de los orígenes de la violencia y la necesidad de proteger a las comunidades de criminales, tanto de cuello blanco y chalina que conspiran en contra de la democracia, como los otros que alteran lo que queda de paz en los vecindarios.