O, “un problema que no se ha resuelto y duele”
Por Don Felo Vizcarrondo y sus leales reporteros
Segregación racial + miopía política = delincuencia y violencia desenfrenada
Triste ecuación presentada por Mamerto que estudió algebra por correspondencia y actualmente utiliza para explicar fenómenos como la violencia y la delincuencia en el Norte de Hartford, un sector predominantemente afroamericano y latino.
“SR+MP=DVD.” Triste formula que explica el porque en las grandes metrópolis urbanas de los Estados Unidos el común denominador son los robos de automóviles, la violencia juvenil, uso y abuso de armas de fuego, los atracos, balaceras, asesinatos, lucha por controlar los puntos de distribución de drogas, adicciones, violencia doméstica y el terror que prevalece en la población que sobrevive a las matanzas.
Como siempre, la cuestión racial ha sido la tónica en el desarrollo de los centros urbanos con sus edificios, parques y centros comerciales, además de las instituciones de legislación y justicia. Alrededor se han ido acomodando los primeros grupos que llegan a ciudades como Hartford, New Haven y Bridgeport, usualmente de la raza blanca. Los recién llegados, irlandeses, italianos, afroamericanos y latinos deben pasar por el purgatorio de la discriminación mientras van ascendiendo por la estricta escala de movilidad social.
En la época de los años 60 donde se toma conciencia de los atropellos a los derechos civiles, se produce una revolución y gracias a las iniciativas de gobiernos demócratas se orientan fondos para crear agencias de servicios sociales e implementar cambios en la atención de inmigrantes en hospitales y los servicios de emergencias.
De este modo surgen en Hartford agencias como CRT, la Casa de Puerto Rico, el Centro San Juan, el Concilio Hispano de la Salud y organizaciones de activismo cívico y político como el Comité de los 24, HART, Vecinos Unidos y otras iniciativas que abogaban por los pobres y recién llegados. Paralelamente aumenta la representación latina y afroamericana en la esfera política del concilio municipal y la legislatura estatal.
Lamentablemente los fondos federales no son eternos y aunque en las décadas de los 80 y 90, hay un resurgimiento de la esperanza para los grupos sociales aledaños a la super metrópoli, y un afán de cambio, la fluidez de soluciones ha menguado ostensiblemente.
Ese movimiento pro-cambio se agota, las agencias hispanas desaparecen, las organizaciones de activistas son reemplazados por los políticos, mientras que la llegada de grupos de inmigrantes continúa mientras persiste la segregación en las escuelas y desapareen los trabajos de manufactura.
Es este un proceso lento de deterioro y conformismo típico de la miopía política que solamente lidia con metas a corto y mediano plazo.
Por esto observamos en el 2021 el número crecientes de delitos, el tráfico cuotidiano de drogas en las comunidades pobres y las calles de la ciudad fuera del centro de Hartford. Caemos nuevamente en la crisis de la violencia desatada.
El problema actual que mantiene prisioneras en sus departamentos a familias que habitan las áreas que rodean al centro de Hartford es un tema agudizado por la crisis de la Pandemia y una visión distinta a lo que se requiere para detener el aumento del crimen, terror e intimidación.
En vez de buscar soluciones permanente a la segregación urbana, la pobreza y la violencia; se llaman la atención los planes de cambios y progreso impulsados en el pasado por los exalcaldes puertorriqueños Pedro Segarra y Eddie Pérez, y robustecidos con la visión del actual alcalde Luke Bronin de transformación y modernización de la metrópoli.
El problema del aumento de la violencia que vive nuestra ciudad no es de fácil solución y se requerirá un plan integral que nunca se ha llevado a cabo debido a la miopía de los líderes políticos. El problema del Covis-19 y el desgobierno de Donald Trump pueden ser una buena excusa para justificar la lenidad en el análisis y la creación de soluciones, pero ya es la hora de que el Concilio Municipal y los legisladores de Hartford superen la visión de la simple vendita para curar heridas graves y analicen las verdaderas causas de la violencia desenfrenada denunciada por la prensa y los medios de comunicación.
Organización CT Immigrant Youth for a DREAM denuncia plan de gobernador
El pasado viernes 9 de abril el gobernador Ned Lamont anunció el plan de reabrir lo que fue Escuela de Adiestramiento Para Jóvenes localizada en la ciudad de Middletown, para entonces acoger a niños y jóvenes inmigrantes atrapados en la frontera de los Estados Unidos y separados de sus padres.
La medida fue acogida como un acto de buena voluntad y la intención de cooperar con la relocalización de cientos de niños y jóvenes mexicanos, hondureños, guatemaltecos, y salvadoreños cuyos padres prefirieron dejarlos en los campos de inmigrantes indocumentados antes de traerlos nuevamente a países afectados por la crisis económica y en el caso de Centroamérica por la epidemia del tráfico internacional de drogas y la corrupción de sus gobiernos.
Sin embargo, para Yenimar Cortes, organizadora de CT Students for a Dream, la medida de abrir nuevamente una institución de detención de jóvenes involucrados en delitos para traer ahora a los niños inmigrantes es un acto absurdo.
“Esta institución fue un fracaso en cuanto a lidiar con la delincuencia juvenil en Connecticut ya que no curó el problema de esos jóvenes. La decisión del gobernador resulta deshumanizante e irresponsable porque esta institución juvenil que se pretende hacer disponible no proveerá la curación emocional de niños y jóvenes ya traumados al ser mantenidos en jaulas en la frontera y a los que se traslada al vetusto edificio de una cárcel,” dijo Cortes.
Anghy Idrovo, otra líder de la organización, denunció una decisión a la que califica como inhumana y peligrosa y exige que el gobernador no abra lo que fue una prisión para jóvenes delincuentes de Connecticut para ser utilizada en la relocalización niños inmigrantes que requieren apoyo mental y físico.
“Estos niños y jóvenes ya traumados deber reunirse con sus familias en áreas donde puedan tener oportunidades de trabajo y una vida justa,” agregó Idrovo.
Robo de automóviles aumentó en un 42% en el 2020 y continúa en el 2021
Este problema fue definido por Amy Parmenter, portavoz de la AAA de Greater Hartford, como un tema que se “repite, aunque hemos advertido a los dueños de vehículos que no dejen las llaves de sus coches en el vehículo y dejen las puertas abiertas.”
La ola de robos de coches continúa en el 2021 y las estadísticas muestran que en el periodo del año 2020 se produjo el robo de 8,500 vehículos a diferencia del robo de 6,000 en el 2019. Se anticipa que estas cifras aumentaran en el 2021.
“Hay indicaciones como se percibe en el caso del pueblo de West Hartford donde la cantidad de robos podrían aumentar ya que se han documentado más robos de vehículos en los primeros tres meses del 2021 que en los primeros cuatro meses del 2020,” dijo Parmenter.
Legisladores demócratas critican propuesta de ley para legalizar uso de marihuana
Por los últimos cinco años la idea de legalizar el uso recreativo de la marihuana ha sido un tema importante en la agenda legislativa, sin embargo, poco a poco han aumentado los líderes del Capitolio que apoyan la iniciativa.
Sin embargo, varios legisladores demócratas claves en la aprobación de la iniciativa han levantado su voz para advertir que se opondrán al proyecto de ley si es que este no incluye medidas que provean oportunidades empresariales a los grupos minoritarios.
Lo que sucede es que para el proceso de legalización se requiere una labor de cultivo, manufactura y distribución y según Mamerto, como en muchos otros casos de leyes, los que se benefician son los hombres de negocios y comerciantes de la raza blanca.
Los senadores Doug McCroy de Hartford y Gary Winfield de New Haven dijeron estar de acuerdo con el representante estatal Robyn Porter de New Haven para oponerse a la aprobación del actual proyecto de ley.
“Tradicionalmente lo que recibimos del estado de Connecticut son migajas y queremos decir que ya pasó esa época. Hemos aprendido a sobrevivir, hemos sobrevivido y continuaremos en esta senda de reclamar nuestros derechos,” dijo McCrory agregando que las personas que constituyen su grupo de apoyo político quieren también contar con un lugar preponderante en los planes de legalizar la marihuana.
El senador planteó que los grupos minoritarios desean ser parte de la industria tales como administrar lugares donde se venda la marihuana u otros negocios.
“No queremos los trabajitos que los empleadores millonarios acostumbra a otorgarnos. ¡Queremos igualdad! dijo el senador agregando que no desean empleos que paguen $15 dólares la hora sin que tengamos acceso al negocio en sí.