Tía Julia:
Quiero desearle desde ya un feliz Día de San Valentín esperando que ya tenga un jebo que la atienda bien, la tongonee y la quiera como usted se merece. Ya estoy bien vacunado y mi novia me hizo una máscara con muchos corazones para lucirme. Me pusieron el búster y estoy tan protegido como el expresidente embustero y fatulo que mal rayo o un meteoro parta.
Debo decirle que desde niño me ha agradado la poesía satírica y preparaba mis versos de escarnio para cumpleaños de mis amiguitos por lo cual me invitaban mucho y comía biscocho de vicio, pero solamente una vez, ya que después que recitaba mi creación no me invitaban más ná.
Me explico. Lo que pasa tía es que no tengo vocación de soplapotes ni lame ojo, es decir no busco bonos/premios y creo desde temprana edad, que la poesía es para decir la veldá y esto me ha traído problemas más profundos que el que tenía un dentista que tenía que hacerle un implante en el hueco de la muela del juicio a King Kong.
Por mi amor a la verdad, mis amigos me llamaban “Acido” o “Jengibrín,” cuestión que no me molestaba porque soy tan franco como feo, como dicen algunos tipos nacidos en Las Piedras y tienen la faz difícil.
Aun recuerdo un poema satírico que le dediqué a un amiguito de Juncos cuando tenía 17 años.
“Oda a un manganzón”
Hoy cumples año Joaquín,
Y todos estamos contentos,
Viéndote como un portento,
Tan gordito y tan crecido,
Y aunque eres mal nacido,
Estás echando pa’lante,
Dios te acompañe tunante,
En esta existencia cruel,
Ojalá que encuentres mujer,
Que tus malas crianzas aguante.
Debido a estos poemitas algunas personas se enojaban, y otras lo echaban a la risa. De este modo me hice de amigos y enemigos, como los políticos; pero he seguido cultivando mi arte que pienso publicar próximamente, como lo están haciendo muchos, en una antología que se intitulará “Lágrimas de Pena Triste” que recogerá mis textos inéditos.
En estos momentos Tía, tengo un problema de conciencia y usted me puede ayudar a resolverlo. Mi esposa Eleuteria no es boricua y de ser bonita es bonita, pero tiene un genio del diablo. Siempre me está mandando a hacer cosas en la casa y me critica de una manera empecinada y brutal. Como será que me apoda “Buey Negativo” y nada de lo que le regalo le place, sean estas prendas, ropa interior lujuriosa o zapatos.
Por todo lo anterior, he pensado en regalarle para San Valentín esta poesía y un hermoso ramo de rosas que no me saldrá tan caro porque como le digo, ella no aprecia.
¡Oh a ti mi musa prendida!
tan tranquila cuando duermes,
Y que al despertar me pierdes,
Con tanta zanganería,
Que “no me gusta la comía,”
Ni “el regalo que me hiciste,”
“Ni ese perfume de almizcle
Que compraste de a galón,”
¿Así agradeces mi amor?
¿Mis expresiones de afecto?
¡Vale al diache que no acepto!
Tan ingrato sinsabor.
Por favor dígame si esto está muy fuerte y que quizás la pueda perder para siempre.
Julián, el de la pava
Respuesta
Julián:
Está bien que seas franco, pero yo creo que se te fundió una neurona o tienes el cerebro conectado con el recto porque no había escuchado barbaridades tan contradictorias como las que relatas en tu confusa carta y en tus poemas funestos.
Creo sinceramente que tienes instintos e ideas autodestructivas porque ya con la poesía que le hiciste a tu amigo Joaquín, era ya para que alguien variara en forma permanente la composición esqueletal definitiva de tu cara; mucho antes de llegar a los cincuenta cuando aparecen las arrugas, las ojeras y se sueltan los dientes.
Lo que me queda claro es que no tienes ninguna afinidad con tu esposa y que vuestro amor está adherido con un flojo Gorilla glu. Si no te gusta que tu esposa te mande, díselo claro y sencillo y no con esos versos hirsutos y poco serios. “Las cuentas claras conservan la amistad y el matrimonio,” cuestión que el expresidente no entiende. Un ejemplo.
“Mira ven acá Eleuteria mi amol, desde que nos matrimoniamos me tratas mal y he llegado a la conclusión de que no te gusto. Si ese es el caso, ¡Híjole! vete a Guanajuato y consíguete otro buey.”
Me pregunto si estará enojada porque le habrás dedicado un mal soneto o no le cantas corridos ni rancheras. ¡Reflexiona poeta!
También puede ser que te quejes mucho y le tengas a Eleuteria un lado hinchado. De ahora en adelante, si no vas a decir algo positivo, habla para adentro ya que tienes una lengua más venenosa que la de Trump o el Ted Cruz y en tus entrañas merodean gases más tóxicos que perfume de gas metano que es muy explosivo.
De todos modos, tu sinceridad es loable, pero si todos fuéramos tan francos ya habría estallado la cuarta guerra, y no digo la tercera, porque ya la estamos viviendo. Recógete malandrín y no uses la sagrada poesía para decir barbaridades.
Memoriza este versos y estúdialo si queréis mejorar y no pasar a ser un paradigma de la estulticia humana.
“Polvo somos y polvo seremos, pero polvo enamorado.”
No te deseo un Feliz Día de San Valentín ya que naciste para pasar malos ratos y eso no es culpa mía ni de tu esposa que parece que ya te vio la cara de buey y no te respeta.
En cuanto a jebos debo informarte inmoral, que es mejor andar sola que mal acompañada con tipos como tú.
Tu Tía que a pesar de todo te apoya. Ah, y para San Valentín no regales mucho dulce ni chocolate porque la gente se queja de las vacunas, pero siguen comiendo arroz con dulce, o mantecados y los venenos que vende CVS. Piensa.
Julia
Comentarios a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
Doy gracias a los muchachos y muchachas que se fajan llevando comidas y mercaderías a nuestros hogares durante el tiempo del calol y el crudo invierno. Están en la primera línea de asistencia a nosotros los viejolos o reumáticos. Gracias por la oportunidad. Coco Ortiz de West Hartford.