Pregunta
Querida Tía Juliana:
Un abrazote desde esta pujante y ya famosa comunidad de Meriden desde donde proviene Miguelito Cardona, el PRIMER ministro puertorriqueño de un gobierno en USA al que ha iluminado con sus conocimientos y talento. ¡Esto sucedió gracias al nombramiento que hiso el presidente demócrata John Biden!
Mi esposo no es de Meriden, sino que, del hermoso pueblo de Bristol, le gusta mucho tocar la guitarra y a mí, y no se pierde el programa de la estación hispana Vivaracha en que hay presentaciones musicales con trovadores tales como “El Periquito de la Quebrá,” “Caín y su Trío Los Desplegados Inn,” y “Bruno y el QuinTeto Sin Gular.”
Lamentablemente, mi esposo Germán a quien apodamos Gemo, se enfermó y eso nos preocupa mucho demasiado. No es vicioso, pero le gustaba darse el ron y abusaba de la sal cuando comía chuletas de lechón y mucho flan. En el sagrado seno de la familia le llamamos Saleroso.
La primera señal de su enfermedad fue cuando estábamos hablando en el balcón comentando este asunto de las demandas legales en contra del expresidente que está cada día más tostao insultando a los jueces, y de las otras demandas a 18 de sus asesores incluido el vejete Giuliani.
De repente Gemo se lanzó al suelo y comenzó a revolcarse gritando, ¡Ayayai! ¡Ayayai! ¡Ayayai! Y todos coreamos “canta y no llores” pues pensábamos que era la canción tradicional de México, pero era de dolor: tía Juliana, ¡piedrazos en los riñones!
Ahora estará quizás semanas en el hospital ya que según los riñonólogos sufre de agudos cálculos renales con obstrucción crónica. Los cirujanos tratan de bajarle la piedra, pero temen que haya que extirparle un riñón. “¡Oh, Dios Mio! ¿Y cómo va a orinar? ¿Orinará menos?
Lo que está sucediendo tía, es que tenemos problemas con los visitantes que van a verlo ya que algunos se quedan por mucho tiempo y otros, como mi cuñado Juliao que dice que estuvo en premédica en Santo Domingo, se pone a discutir con los médicos, revisa las carpetas confidenciales, mira con ojos de deseo a las enfermeras, y se entera de las medicinas que le dan a mi querido esposo divulgando la información a Pedro Juan y Diego.
Hemos averiguado que Juliao hizo solamente un curso de primeros auxilios y está convencido de que ser doctor es cáscara de coco. Se compró el diccionario médico para el hogar de la clínica Mayo y un estetoscopio. Ahora el afrentado diagnostica e incluso recomienda medicamentos.
Yo me alegro mucho de la preocupación de la gente, pero mi celular suena día y noche, pero hay un detalle que quisiera también compartir con usted.
El otro día llamó al celular Gemo una mujer que tenía la voz más ronca que una puerta cerrada preguntando, “Mira, papi ¿puedes hablar ahora de que no está por allí la fiera?” Usted Tía Juliana entenderá como me puse yo, y pa’seguida le pregunté que quien &*%#@#@ era ella y cortó.
Sin embargo, una de mis comadres fue a visitar a Gemo y vio a una tipa con minifalda con la voz profunda y gangosa como si estuviera afectada por la nueva variante que mal rayo parta. Apenas llegó mi comadre Pilia con un sobrino Totín, la mujer se paró, le dio un beso en el rostro a mi esposo diciéndole, “que te mejores papito y ojalá con la operación no te quede lacio.”
¿Se imagina?
Yo he tenido ganas de confrontar a Germán, pero el médico me ha advertido que no puede pasar sobresaltos ya que si le sube la presión le puede dar un infarto. La preocupación por la enfermedad de mi esposo, las llamaditas al celular, el problema con las visitas, y el caso de la ronca misteriosa me tienen muy confundida y me estoy cansando.
Tía Juliana por favor, responda pronto mi carta porque Dios se lo agradecerá, y yo también.
Corina
Respuesta:
Querida Cori, yo no me llamo Juliana, sino que Julia y hay diferencias. “Juliana de Cornillón” fue una santa de la orden Agustina nacida en Bélgica en 1193 y mi nombre proviene de Santa Julia de Cartago que existió en el siglo Quinto. Igual soy santa.
Ahora bien, entiendo perfectamente este asunto de Gemo que es más delicado que bailar zumba con taco alto. Primero, veremos la parte positiva de este rollo que me parece te está afectando seriamente el funcionamiento de las neuronas y te equivocas con los nombres.
Por lo visto, tu esposo y tu familia son personas “muy queridas,” como dicen los colombianos; y la cantidad de visitas son nada más ni nada menos que un reflejo palpable e intrínseco de cariño y de la preocupación infinita y genuina acerca de la salud de “papi.” Coriana, espero que se recupere pronto.
El problema está en lo difícil que es controlar la aparición de los visitantes que llegan a la hora que pueden y que, para ir, deben hacer sacrificios tales como gastar gasolina, pagar el estacionamiento, caminar desde allí hasta el hospital, y perderse un programa del nuevo capítulo de la telenovela “Te pillé con las manos en la calabaza de Nini.”
En este aspecto lo que puedes hacer es hablar nuevamente con las enfermeras y pedirles que les digan a los visitantes, y esto es para que tú no parezcas incordia, que, debido el delicado estado de salud del enfermito, las visitas con bembeteo no se pueden extender por más de 10 minutos y que se pueden llevar a cabo solamente los domingo ya que los otros días está en tratamiento o exámenes que le dejan más cansado que un acordeón de ciego.
Con esto, tú podrás poner algo de control al asunto ya que cuando una está enferma, no le huelen ni las azucenas. Por otra parte, tanto el diagnóstico, tratamiento, o medicamentos de tu esposo son asuntos confidenciales y la única persona que puede tener esa información es el paciente y en este caso tú, que eres la esposa legitima por las tres leyes: la de Dios, la del Civil y la de la fuerza del suegro. Dile al intruso de Juliao, tu cuñado, que calle y descanse en paz que lo pueden demandar.
En otras palabras, ningún averiguado o averiguada, personas conchudas, o gente que busca información solo para controlar; deben tener acceso a cuestiones médicas. Nuevamente, habla con la enfermera principal y dile que no le den información a nadie.
Con respecto a la ronca, es difícil saber que es lo que hay. “Papi” quizás tiene buenas amigas en el trabajo en el Departamento de Vehículos, pero usualmente estas se identifican o van a verle con otra amiga, el esposo, o una prima (aunque a veces para disimular), y no se sientan en la cama del enfermito muy pierna arriba porque esto le puede producir una subida de presión arterial a papi aunque lo tenga lacio por el dolol. Aun así, yo diría que no te apresures y que esperes ya que en estos momentos papi está a mal traer y no podría, aunque quisiera, bailar merengue, perreo ni plenas.
Tú debes cuidarte ya que lidiar con un enfermo es estresante de por si y debes estar bien para ayudar a papi y prepararte para su llegada.
Espero que papito se recupere, que su riñón comience a funcionar, y que en el futuro pueda hacer una vida normal con los dos riñoncitos cuidándose de no excederse en el consumo del mofongo o chuletas saladas. Buena Suerte.
Tía Julia
Comentarios a los Sabios consejos de la Tía Julia.
Mi nombre es Jako, vivo en New Britain pero asistiremos a la Parada Puertorriqueña de Hartford de este domingo 10 de septiembre. Lo que me preocupa es lo que está sucediendo es el centro de la ciudad con esto del olor a la yerba marihuana recreativa que afecta el ambiente, pero que es ahora fumarla es legal. No sé si asistir al Festival del Coquí para no coger humito de segunda mano. Gracias y ¡VIVA PUERTO RICO LIBRE!