Tía Julia:
Espero que pueda leer esta carta que le envío deseando que la hayan hecho feliz en Feliz Año Nuevo y que haya pasado finalmente una gozosa y radiante noche buena. También tuvimos la oportunidad de verla con un jevo en la Parada de los Tres Reyes Magos en la calle Park. Le texteo desde la ciudad de Holyoke, la estrella que puja en Massachussets donde también nos llega su periódico con las noticias de Connecticut.
Soy una mujer casada con tres hijos que me uní en los sagrados votos matrimoniales con mi esposo Pito, sobrenombre cariñoso que le puso su papá ya que su nombre es Andrés.
Hasta ahora 2024, hemos compartido el lecho nupcial con Pito desde hace 12 años y aún somos jóvenes ya que el matrimonio tuvo lugar en Jayuya cuando yo tenía 22 añitos y mi esposo solamente 20. Pito era tan ignorantón en la cosas de la vida que cuando en la noche de bodas le dije que yo era virgen, comenzó a rezarme una novena.
Tía, ambos hemos aprendido y aún tenemos energías y nos mantenemos tan activos como los pronósticos del tiempo donde ahora para anunciar si nevará o no, los meteorólogos dicen, “probablemente,” “tal vez,” “veremos,” “podría ser,” “posiblemente,” o “acaso.”
Sin embargo, en nuestro matrimonio hay una sombra más oscura que la faz del juez supremo Thomas que recibe regalos de “donantes” para favorecer sus sentencias. Este velo oscuro ha ido emergiendo en nuestra vida debido a esta tecnología que cada día nos sume en la incomunicación y establece redes de mensajes a veces rodeadas por el misterio y el bochinche.
Nuestros problemas comenzaron cuando Pito se compró hace años una computadora PC que nos sirve mucho, pero que de a poco ha ido llenando su atención de un modo intenso. Hace algunos meses me regaló una HP porque decía que yo chavaba mucho y no lo dejaba “hacer sus cosas.”
El asunto ha comenzado a preocuparme desde que compró un celular Delta-AI-Ultra donde puede textear, es decir enviar y recibir mensajes escritos además de un reloj inteligente que le regale para San Pito en el cual recibe llamadas telefónicas hasta cuando está en el toilette.
Usualmente llega a la casa como a las cinco y allí se sumerge en la computadora hasta las siete cuando le obligo a cenar con la familia. Pero fíjese usted que en la mesa comienza a recibir las llamaditas por el celular que es muy escandaloso ya que para anunciarle avisos tienen la canción “Despacito” que según cuentan la han traducido hasta en chino.
Ahora con el texteo tengo un problema muy especial debido a que noto que cuando Pito lo usa, lee los mensajes y se ríe de una manera extraña sacando la lengua. Cuando responde se le ve el semblante agitado y la mirada le brilla como la de un felino.
Esto no se interrumpe ni en nuestras vacaciones. El año pasado fuimos a Jayuya y no dejó de usar el laptop y textear, al punto que los lugareños le corrían la máquina y le apodaron “el tontito del dedo.”
He pensado que mi esposo sufre un tipo de adicción ya que su vida gira en torno a esta tecnología y se ha ido desentendiendo de su familia. Es cierto que no bebe, no fuma, no va al casino, no tiene pasatiempos, no juega al domino, y me atiende en el matre, pero nuestra comunicación se ha reducido en un 60% y sufro.
Para ponerme de acuerdo con él debo textearle las cosas que se requieren del supermercado, el día en que los niños juegan béisbol, e incluso las fechas de los cumpleaños.
Por favor oriénteme ya que esto del texteo constante me está poniendo muy ansiosa ya que Pito ya no es el mismo. Pienso que me engaña virtualmente, pero no he podido comprobarlo.
Con cariño,
Carlina, la Única
Respuesta
Querida Carli,
Yo creo que te apodan la única porque eres la “única” que no se ha puesto suficientemente al día en la nueva tecnología de las comunicaciones ni como se ha ido incorporando al campo laboral y en los municipios.
Me parece que no trabajas y te has dedicado a tiempo completo a la crianza de los nenes lo cual es muy positivo, pero muchas amas de casa tienen ya su celular Alfa-Mage-768X y bochinchean “texteando” y comunicándose con las maestras que están hoy en día más ocupadas que los abogados picapleitos de Trump.
En otras palabras y te la pongo fácil, TODOS texteamos, incluso en Jayuya donde las personas están comunicándose con sus familiares en Estados Unidos a través del celular o el Internet.
Nena te estás quedado estancada y empantanada en el pasado y debes ponerte al día para que no te turbes más y comiences a pasarte películas mentales acerca de tu esposo que se nota es más sano que una sopa de pan.
Fíjate Carli que estudios especializados en comunicaciones informan que un 50% de las personas en el mundo utilizan el celular entre cinco y seis horas al día sin incluir las horas en las cuales se utilizan en el trabajo. Los filipinos gustan del textear y utilizan el medio alrededor de cinco horas y media al día mientras que los japoneses son más dados al bochinche presencial y únicamente textean un promedio de una hora con ocho minutos.
Mas aun, Carli, y espero que no estés tratando de cogerme de boba con tu alegada ignorancia del texteo. Se calcula que la gente está chequeando las llamadas telefónicas unas 58 veces al día.
¿En que mundo has vivido y vives? Pito me parece ser un hombre normal abrumado por su trabajo, te responde bien en el merecumbé horizontal y provee para el hogar. Dudo que esté metido en asuntos lascivos con una novia clandestina porque simplemente no le queda tiempo. ¿Es el un corredor de propiedades, el encargado de mercadeo o trabajaba y quizás ahora trabaje para el nuevo alcalde Arunan Aranpalam en el municipio?
Mija, ponte al día, consíguete un trabajito para que al menos consigas después de algunos años los beneficios del seguro social que Trump y los Repus quieren eliminar y prepararte para cuando tus nenes vayan a la universidad. Ahora todo es texteo y puedes incluso ver en el celular la faz de la persona con la que te comunicas. Aprende más en tu computadora HP y renuévate.
En cuanto a mis navidades las pasé bien y eso que chismeas de que yo andaba con un chamaco el sábado pasado en la gran celebración del Dia de Reyes, cae en las calumnias a las que estamos expuestos las personas famosas.
Que te lo pasen bien, ponte al día en las comunicaciones y sigue atendiendo a Pito para que se relaje y no se le gaste el dedo.
Julia
Comentarios a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
Con esto de las celebraciones navideñas y del nuevo año 2024, hice muchos desarreglos tomando coquito y deleitándome con arroz con dulce. Me subió el azúcar, veo luminarias, me late el corazón y me descompongo. Fui al médico y me gradué de prediabético. Ahora me tengo que pinchar el dedo por las mañanas y ya no puedo disfrutar de las donuts. Ya no podré probar nuevamente el tembleque. Tito de Milford. Gracias.