Pregunta:
Querida Tía:
¡Querida amiga y más que una consejera para las almas como las mías más turbadas! De todo corazón espero que la hayan tratado muy bien el lunes de San Valentín que cayó un día más frío que seno de momia. Yo lo pasé mal porque mi esposo es tacaño y no me regala rosas porque dizque, “yo no merecía flores muertas ni chocolates porque el dulce hace mal para el cerebro.” Finalmente me trajo un perfume más barato y extraño que ropa interior reciclada de esos que venden los jordanos en las estaciones Shell.
Afortunadamente en el banco en el que trabajo tengo un admirador que, aunque de cara difícil, me rodea de amabilidades y el lunes me trajo un ramo con doce rosas frescas y un poema que transcribo.
¡Oh, indescriptiblemente bella!
Tu hermosura me atraganta,
Y cada día me haces falta,
Y por las noches veo tu estrella,
Brillosa como un cometa.
Por la tarde me invito a un almuerzo que él pagó a diferencia de mi esposo que compró una pizza de las baratas y después se fue a ver un partido de soccer a través del plasma.
En mis doce años de matrimonio y la procreación de dos hijas, mi vida ha sido un calvario ya que Pepe tiene un problema serio. Según él, tiene afectadas las células del olfato que afortunadamente para los humanos normales nos permiten diferenciar entre un perfume francés, de otros de esos que venden por galón, o una plasta de vaca.
En un comienzo, imaginé que Pepe era además de tacaño, sórdido y avariento un poco descuidado, o sufría de amnesia, y/o se le olvidaba usar desodorante. Es verdad que cuando éramos novios el problema no era tan obvio e incuestionable porque llegaba limpio a nuestra citas olorocito con perfume Jane Buitrié y desodorante Calvin Shobakón.
Pero ya a unas semanas de nuestra boda y después de la luna de miel que la pasamos cuando no temblaba en La Parguera; sus olvidos aumentaron y ya no se duchaba por las noches ni tampoco cuidaba el aseo de sus uñas y menos de los pies. A veces olvidaba cepillarse los dientes y el pelo se le veía algo brillante y no por el fijador. Claramente le faltaba el uso de desodorante en partes estratégicas del soma.
Pepe me decía, y ahora lo creo sinceramente, que no lograba identificar los olores o perfumes. Tampoco logra diferenciar los aromas y para él, una rosa, le huele igual que carne de bacalao hervía. Esto me ha permitido aceptar y usar los perfumes que me regala mi admirador que no bajan de Chanel V.
Tía, mi cónyuge adolece primariamente de su sentido de higiene y es cosa de crasa vagancia. Según me cuenta, su papá, era igual y mi suegra me ha confidenciado que cuando mi suegro venia del campo en Galicia, los perros lo reconocían a tres millas y aullaban, y las gallinas cacareaban de un modo extraño.
Yo he tratado con mis hijas de ayudar al que me saque de premiado en la lotería de la vida a mejorar su apariencia y a veces me hace caso, pero su estulticia nasal ya me cansó
Por favor aconséjeme ya que siento que me voy a asfixiar en el dormitorio con su olor a cebolla, la emisión de gases tóxicos contaminantes y podría más temprano que tarde doblegarme ante los asedios constantes de mi admirador.
Gracias por sus consejos que instruyen y nos alientan en esta vida surcada por malos ratos y mal humores.
Trini.
Respuesta
Trini:
Realmente simpatizo con tu sentir en esta experiencia traumática de coexistir con tipos hediondos y cochinos como Steven Banner, asesor de Trump en golpes de estado.
Lo que sucede es que en algunos países estos individuos enemigos del agua y el jabón utilizan ideas antojadizas para justificar sus malos hábitos e ignorar el hedor que se desprende de su cuerpo maltratado por la negligencia y la infame desidia.
“Es que los machos somos feos, peludos y hediondos,” dicen los apestosos y esperan que una los aplauda. Esta fórmula antojadiza “F+P+H= Macho” se basa en falacias y fantasías de cochinos y fue el emblema de generaciones de sujetos que además de abusar de las esposas en otros sentidos, las obligaban a soportar la fetidez de sus axilas que olían a la tanga de King Kong.
Y para que veas que este asunto no tiene fronteras, se dice que, en varios países europeos, el baño diario es visto como una excentricidad y que el tren subterráneo de Rusia huele en invierno a ensalada de arenque porque no se lavan los pies, ¡Oh, fó!
Sin embargo, para esperanzas de nosotras, hoy hay muchos hombres como tu admirador que han sido bien adiestrados por sus madres y que utilizan inclusive perfumes y crema para cuidar de su suma corporal y no ofender el olfato de otros.
La historia de que tu esposo tiene problemas con las células olfativas me suena más a paquete que una realidad científica como las que nos muestra el Dr. Fauci a quien los ignorantes republicanos desean demandar acusándolo de tirano.
Antes de que te doblegues a tu admirador, te caigas de espaldas y sigas más turbada que antes, creo que tu esposo requiere ayuda profesional y te sugeriría que le regales para su cumpleaños, certificados para hacerse la manicura y el pedicura. Ponle en el baño abundante champú para los cabellos y mucho jabón. Con la excusa de que no le suba el colesterol, prohibidle comer huevos duros, habichuelas, pan con queso, o carne guisada después de las diez de la noche y limítale los snack de chaqui y de queso serrano.
Con respecto a la cámara nupcial, lugar sagrado donde debiesen reinar el olor a flores e incienso, habla con ese contratista amigo de Eddie quien hacía arreglos en los baños, y que te instale un sistema de extracción de aire para sacar los gases que abomban el ambiente.
Hija, será esta una batalla dura ya que estos tipos además de hediondos son porfiados. Lamentablemente natura ha impuesto que las hormonas masculinas tengan una influencia crucial en las glándulas endocrinas, y las glándulas sudoríferas de estos sujetos.
Cuídate del admirador ese sobre todo porque como toda mujer observadora has notado que esconde el anillo de matrimonio y le queda la marca de ausencia en el dedo anular.
El poemilla esta medio flojo porque en lo de bella, usa las palabras de Mijares y lo del cometa no pega ni junta.
Qué Dios te ayude, y que logres hacer variar la conducta de tu esposo. También puedes usar el programa de modificación de conducta quitándole ciertos incentivos que todavía le gustan en el matre y cuando no se bañe, no te acuestes con él para que aprenda.
Espero que estos consejos te ayuden a ti y a otras muchachas que pasan por el mismo calvario de tipos mal olientes y no termines con asma. No des pasos peligrosos con el Romeo que a la larga o a la corta son una fuente de problemas y dolores de encéfalo.
Cariños, Tu Tía