Una sequía del 2007 al 2010 produjo escasez y aumentos de precios de alimentos, disparando la cadena de levantamientos populares conocida como la “Primavera Árabe” del 2011.
Carestía y escasez de alimentos siempre desatan inestabilidad política.
Aumentaron los precios del petróleo, viene una escasez de arroz, trigo, maíz y otros granos. Ucrania destruyó el puente entre Rusia y Crimea, sin acceso a su flota del mar Negro, Rusia respondió impidiendo que Ucrania exporte más de 33 millones de toneladas de granos.
Viene escasez de maíz, trigo, aceite y otros derivados del girasol.
La India suspendió la exportación de 22 millones de toneladas de arroz a 140 países, para garantizar su consumo interno. Falta el 40% del consumo mundial de arroz, 140 naciones enfrentan posible inestabilidad política.
Estos levantamientos serán peores que la “Primavera Árabe”, hoy Washington tiene menos influencia para restablecer la estabilidad política.
El actual “orden mundial” lo mantiene Estados Unidos, si ese “orden” se quiebra en varios puntos y Washington no puede restablecerlo, ¿seguirá siendo la nación “líder indispensable”?
Ante disturbios por escasez de alimentos, sólo un buen proveedor podrá restablecer y garantizar la paz social en varias sociedades, convirtiéndose en “nación líder” de quienes alimenta.
Recuerden la historia de Joseph Stalin desplumando una gallina, luego ofreciéndole alimentos, porque quien controla eso controla todo. Eso está arraigado en el inconsciente colectivo de Rusia.
Rusia ganó la guerra de Ucrania, ahora tenemos un gran enfrentamiento entre quienes imprimen billetes bancarios contra quienes producen alimentos y energía. Estados Unidos controla las finanzas occidentales, pero occidente no sobrevive sin los alimentos y energía del oriente-medio oriente.
Si occidente retiene su sistema financiero y sus fortunas, realmente números en pantallas de computadoras, mientras oriente-medio oriente retienen sus alimentos y energía, ¿quién terminará sufriendo más?
Nadie ganará, negociar sería lo más sensato.