“Juntos somos fuertes, unidos por nuestra herencia y cultura”
Del 15 de septiembre al 15 de octubre celebramos en los Estados Unidos el Mes de la Herencia Hispana o Mes de la Hispanidad. Es una celebración sumamente importante, ya que se evocan los logros, aportes y contribuciones de nuestra presencia en este país.
El Mes de la Herencia Hispana es un tiempo para celebrar y honrar la rica historia, cultura, y las numerosas contribuciones de los hispanos en los Estados Unidos, reconociendo su profundo impacto en la formación del país y la sociedad. La celebración sirve para visibilizar la diversidad de la comunidad latina, fortalecer la identidad cultural, y reflexionar sobre los desafíos y logros de los hispanoamericanos, que desde hace siglos han sido parte fundamental para esta nación.
En 1968, el Congreso autorizó al presidente Lyndon B. Johnson a que proclamara la Semana Nacional de la Herencia Hispana, que incluía el 15 de septiembre; fecha en que se celebran las independencias de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica; y el 16 y 18 de septiembre; fechas en que también México y Chile celebran su independencia.
El festejo de la Herencia Hispana fue primero aprobado como un festejo de una semana por una resolución conjunta del Congreso de los Estados Unidos del 17 de septiembre de 1968. La proclama del presidente Lyndon B. Johnson instaba al pueblo estadounidense, especialmente a las entidades educativas, a observar la semana con ceremonias y actividades apropiadas. Para estimular la participación, el presidente Gerald R. Ford emitió una proclama en 1974 que instaba a las escuelas y a las organizaciones de derechos humanos a participar de lleno en esa semana.
Veinte años más tarde, el 17 de agosto de 1988, el presidente Ronald Reagan reiteró la llamada de Ford a un reconocimiento más amplio de los estadounidenses de origen hispano, y para ello el Congreso aprobó la Ley 100-402 que amplió la celebración por un periodo de 31 días al que se denominó Mes Nacional de la Herencia Hispana.
Ahora los Estados Unidos celebran la cultura y las tradiciones de los residentes en este país con raíces en España, México y los países de habla hispana de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. Para rendir honores a los logros de los latinos e hispanos en los Estados Unidos, el Congreso, mediante la Ley Pública 100-402, según fue enmendada, ha autorizado y requerido que el presidente emita anualmente una proclama para designar el “Mes Nacional de la Herencia Hispánica” del 15 de septiembre al 15 de octubre de cada año.
El Mes de la Herencia Hispana es mucho más que una celebración cultural. Es un recordatorio de que la historia de Estados Unidos no puede narrarse sin las voces, los aportes y las luchas de millones de personas con raíces en América Latina y España. Desde los soldados latinos que participaron en la Guerra de Independencia, hasta los artistas, científicos y líderes comunitarios de hoy; la huella hispana está entretejida en la identidad nacional.
Cada año, el mes tiene un lema que guía las celebraciones. En 2025, el tema es “Herencia colectiva: honrar el pasado, inspirar el futuro”, un llamado a valorar las memorias familiares y comunitarias, pero también a pensar en el papel de nuevas generaciones en la construcción de un país diverso e inclusivo.
Las formas de celebración son tan diversas como las comunidades que lo inspiran. A nivel nacional, museos, universidades y gobiernos locales organizan exposiciones, charlas, desfiles y actividades educativas. En ciudades como Los Ángeles, Miami, Nueva York o Chicago; la música, la danza y la gastronomía se convierten en protagonistas de festivales que reflejan la vitalidad cultural latina.
Pero también existen formas íntimas de celebrar: compartir recetas familiares, transmitir historias orales, leer autores latinos, apoyar negocios locales de la comunidad, o simplemente, conversar con nuevas generaciones sobre sus raíces. El Mes de la Herencia Hispana no se limita a lo institucional; se vive en cada hogar, en cada plaza, en cada acto de orgullo y memoria cultural.
Estamos en el Mes de la Hispanidad, y la mayor celebración sería ser tratados con justicia e igualdad, reconociendo nuestro trabajo, nuestro aporte para el crecimiento de la nación, sin generalizar las áreas negativas de unas cuantas personas. Somos un pueblo numeroso, diverso en cultura, en tradiciones, pero también, lleno de muchos dones y talentos con los cuales contribuimos para el mejor desarrollo de este país.
Celebremos el Mes de la Herencia Hispana uniéndonos como latinos que somos, alzando la voz a favor de nuestro pueblo, pedimos misericordia y justicia, soñando juntos con un futuro lleno de esperanza y de bienestar, con una nación donde reine la justicia y la paz, donde Dios sea el primero y no el último.
Celebremos el Mes de la Herencia Hispana en unidad y amor, demostrando que no somos delincuentes, sino somos personas capaces, con muchas virtudes y talentos con los cuales contribuimos al desarrollo de esta hermosa nación, que también la hemos adoptado como nuestra, y como tal, la respetamos.
“ Pues el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Él es el gran Dios, poderoso e imponente, que no muestra parcialidad y no acepta sobornos. Se asegura que los huérfanos y las viudas reciban justicia. Les demuestra amor a los extranjeros que viven en medio de ti y les da ropa y alimentos. Así que tú también tienes que demostrar amor a los extranjeros porque tú mismo una vez fuiste extranjero en la tierra de Egipto” (Deuteronomio 10:17-19).
¡Feliz Mes de la Herencia Hispana!