Consulta:
Querida Tía Julia:
Le escribo desde la hermosa ciudad de Enfiel, lugar de residencia de una pujante comunidad boricua en el corazón de la Nueva Inglaterra donde hacemos resoluciones para que todo salga mejor en este año en el cual comenzamos otra vez con la “jodienda,” apelativo con el cual bautizamos cariñosamente en mi trabajo al Covid-19, que mal rayo parta. Para combatir la cosa ésta mi abuela recomienda una mezcla de jengibre, ajo y tumeric.
Pensando en resoluciones y en mi humilde caso, creo que en el 2022 debo ser más paciente en mi trabajo de supervisor donde me apodan “limón pasao.” También tengo que entender más a mi gato Cuchuflín, a la gente que atiende en Marshall, y a los malditos que dan los tiques cuando uno está mal parqueado.
Mi tendencia a enojarme y mi carácter obcecado vienen de mi abuelo Demetrio que se lo traspasó a mi pai que me daba de cocotazos en el seno frontal del cráneo porque yo era travieso y le escondía la caja de dientes a mi abuelita.
Ahora voy a darle un ejemplo de una cosa que deseo dominar en el 2022.
Hace algunas semanas tuve que pedirle a mi esposa Martina que me llevara al trabajo ya que un irresponsable me chocó y de esta persona nunca más se supo ya que se dio a la fuga. En resumidas cuentas, tuve que usar mi seguro y pagar $500 de deducciones para arreglar el bonete lo que me tiene comiéndome un cable ya que no esperaba este gastito en la pasada época navideña y el año nuevo.
Yendo directamente a la cosa como decía un cirujano, tuve la oportunidad de observar y experimentar de primera mano como guía mi esposa y la verdad es que me han asustado la cantidad de violaciones del tránsito que comete a las sagradas leyes de caminos, rutas y carreteras. No es que yo no haya viajado antes con ella, pero había sido por un tiempo breve de diez minutos.
Esta situación esta produciendo problemas serios en nuestro matrimonio porque frente a mis justas críticas, me está acusando de machista y mal hablado, pero yo temo seriamente por su vida, ya que como digo, hay errores graves que comete cuando coge el volante.
Para que usted vea, enumeró algunos. Mi esposa no se detiene en los signos PARE, sino que disminuye la velocidad y después sigue como un flecha; no mira hacia los dos lados antes de cruzar intersecciones importantes; cruza las esquinas con luz amarilla sin disminuir la velocidad, sino que la aumenta; observa y admira constantemente el paisaje y las casas a la venta; no mira ni por causalidad los espejos laterales al cambiar de carril en la calle o en la carretera. ¡Huyyyyy!
También he visto con espanto que no usa las señales intermitentes para doblar y que hace unas cortadas de pastelillo que dan miedo porque son al puro estilo de Bayamón, la tierra del chicharrón. Por otra parte, no guarda una distancia apropiada con respecto al carro del frente, y guía a velocidades peligrosas en los estacionamientos.
Ahora bien, cuando yacemos en el matre es también tan acelerada como cuando guía, y a mí me agrada más bien despacito y suavecito, ¡Ahhhh! Debido a esto amanezco cansado y temo que se me desgaste el genio y el paquete.
Yo traté de dejarle saber estos problemas de una manera suave, aunque a veces lo confieso, reaccionaba con cierto enojo ya que preveía lo que podía suceder.
Un día durante una discusión en la carretera y con coraje, le dije que si se había sacado la licencia en una rifa lo que le hizo subir la bilirrubina y me dijo que me bajara y me fuera a pie. Tía, por favor oriénteme.
Gregorio Arsénique Rabiche
Respuesta
Gregorio:
Tienes mucho material para hacer tus resoluciones para este año 2022 que comienza.
Hay una creencia muy antigua afirmando que es una tarea casi imposible que un esposo o esposa le enseñen a su pareja un idioma extranjero, a cabalgar, o conducir el automóvil.
En los matrimonios, dicen los expertos como el siquiatra Eleuterio Cabezas de Koko, se lidia fundamentalmente con dos asuntos muy importantes, la autoridad y el control. La pregunta de quien toma las decisiones o tiene la última palabra, es un tema constante entre cualquier pareja incluso en los matrimonios de la JLo que se empina ya a los ticinco. La percepción de cómo guía otra persona es uno de los asuntos más serios, pero también más subjetivo al igual que el manejo del vil billete.
Noto que Martina conduce de un modo distinto y, aun así y afortunadamente, no ha cogido tiques ni ha tenido accidentes. Por otra parte, ella te niega autoridad de crítica porque tú, y solo tú, que si ha cogido la boleta del guardia y has tenido sus malos encuentros de la tercera clase. ¿Es que tienes mala suerte o se te escapan los pollitos?
Yo les invito a hacer lo siguiente. Que una amiga o amigo de la familia observe como conducen ambos y que les deje saber individualmente lo que yo llamaría “sugerencias para sobrevivir mejor como chofer en una época de confusión en que por la jodienda, la cara de Trump y la inflación real o inflada por la compañías de petróleo, la gente anda guiando con el ceño fruncido.” De este modo evitarán críticas entre ustedes en una cuestión tan personal como el estilo de guiar. “Es que eso duele.”
Por si las moscas, como decía un señor que vendía alcapurrias en un parque; ambos asegúrense de contar con un buen seguro de vida que todo quien conduzca debiera tener.
Morir en un accidente yo diría es malo, pero lo peor, es quedar con dolores crónicos a los que ahora los médicos recomiendan para remediar fumar la mariguana; o, ¡Oh, Dios! mal vivir discapacitados con el Medicaid. También deben recordar que cuando uno guía un vehículo es algo al cual TU controlas, pero ¿que hay de los otros que a veces guían de una manera negligente y también se comen las amarrillas y no respetan los signos Pare? Esta es la tormenta perfecta como decía Popeye.
Para guiar en Springfield o en una carretera hay que utilizar una forma de conducir llamada “a la defensiva,” es decir, preparada para los errores que cometen otros, y doy como ejemplo Hartford donde hay muchos que consiguieron las licencias en una subasta, ya que en el volante son más peligrosos que un mono con navaja.
Lo de la peligrosidad sexual es cosa de afiatamiento como dicen los músicos refiriéndose al hecho de ajustarse carnalmente a la otra persona. Gregorio, debes preparar a Martina con sobitos, besos en el cuellito y masajes previos. De ese modo podría acoplarse a tu ritmo que es más paulatino, acompasado y porque no decirlo, moroso y maula. Lean ambos la columna de las muchachas consejeras de la Madre Patria que pueden darles más consejos carnales. Ambos repitan “piano, piano va lontano,” que aplicado a la intimidad significa “despacito, despacito llegas más lejitos y es más riquito.”
Les invito a escuchar lo que tenga que decir una persona objetiva y que los quiera, pero que por favor no tome lados en esta controversia ni sean sus respectivos padres.
Cuídense, a usar máscaras, háganse la prueba, y tengan fiestas para ustedes dos mientras dure esta cosa.
La Tía
Comentarios a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
Como dice mi distinguida esposa estoy más goldo que Santa y debo rebajar ya que tengo la presión arterial arriba de 200, la azúcar en 189 y ronco de un modo destartalado e incómodo. También Micaela, mi esposa, me dice que hay un exceso de gases nocturno y que abombo el cuarto. El matasanos me dijo que puedo comer un trozo de piza con pepperoni y queso que me gustan mucho, UNA vez al año, no puedo ingerir frituras, arroz con dulce, papas rellenas, ni mofongos. ¿Como la ve tía? Este 2022 sufriré. Usted cuídese que de las buenas quedan pocas y desprestigiadas, sobre todo si tienen más de 70.