Pregunta
Tía Julia
Soy una dama de 57 años muy bien conservados ya que mi mamá me alimentaba con leche de vaca de la finca donde nací cera de Quito y donde todo lo que comíamos era orgánico, hasta el punto de que hasta a los pollitos los alimentábamos con maíz que nosotras mismas molíamos con unos instrumentos de piedra que mi abuela decía que habían pertenecido a los amerindios.
La cosa es tía que yo me fastidié por 30 años enseñando en New Britain y me retiré feliz, al mismo tiempo que mi esposo Blas que se fajó por 32 en el Estado como guardia de penal y todavía esta enfermo de los nervios, sufre de tiritones nocturnos, pro tiene buena pensión.
Nuestras hijas ya están independientes y yo, con esos impulsos que proporciona la vida, un día mirándome al espejo ya que notaba que Blas no estaba tan entusiasta para bailar merengue en forma horizontal, noté que mi cuerpo estaba más bien lánguido, es decir tenía las nalgas más caídas que lluvias interminables, había echado una barriga parecida a la que tienen algunos candidatos para el puesto de alcalde y los empleados municipales, y los senos se me habían bajado ostensiblemente debido a las fuerzas gravitacionales, y lucían tal como se ponen los plátanos muy maduros.
Con unos chavitos del retiro y la venta de una finca con veinte cuerdas en Puerto Rico que vendimos por esto de los huracanes y temblores, decidí hacerme la operación y lo primero fue una succión agresiva de grasa en la barriga, y la cintura. Después nos fuimos a Santo Domingo para que me levantaran las nalgas y los senos. También aproveché para arreglarme en la faz unas patas de gallo, y como había un especial, me eliminaron la papada. Es cierto que la piel me quedó ahora más tirante y cuando me río mucho se me aflojan los pantis.
El problema sin embargo estriba en que ahora mi esposo no me deja tranquila. Está más animado que el tipo ese que le escribió que se decía potro. Mi condenado esposo usa ahora usa el Viagra y ya no puedo dormir tranquila porque se ha puesto medio degenerado y me despierta a las dos de la mañana a empujoncitos.
Blas está usando mucho el ataque por sorpresa, donde me encuentra me ataca, y anda como acelerado. Yo no esperaba estas reacciones insanas y para no estar tanto en la casa había pensado comenzar nuevamente a enseñar en Springfield donde hay mucho nene bilingüe, pero ahora Blas está muy celoso y no me deja ir sola ni a la marqueta de la esquina porque los títeres me miran y me saludan con un “hola mami.”
Es verdad que me veo bien y aunque mi rostro representa mi edad, tengo un cuerpo de nena.
¿Qué me aconsejaría usted que sabe tanto y tanto ha oído?Había pensado hasta demandar a Blas en Caso Cerrado con la Dra. Polo y quizás divorciarme porque tango varios enamorados.
Saludos y que disfrute el verano que queda y si le parece interesante mi tratamiento, úselo porque ayuda al selfestem.
Orfelia
Respuesta
Orfelia, respeto tu decisión de evitar que en la calle a personas de la tercera edad le pregunten de un modo irrespetuoso, “Mire, ¿se le quedaron las nalgas en los otros short?” Aunque no tengo tu edad y experiencia yo me visto de un modo casual, pero decente y lo vamos a dejar así por las lisuras que dice la gente y que cuando hay humedad con calor me alteran.
En física hay un principio que se denomina “acción y reacción” que seguramente aprendiste en la escuela superior. Sin ser una experta en este campo, ya que lo mío es la mente y el espíritu humano, además de cosas que a veces no se ven; este principio plantea que cada vez que se aplica presión sobre una masa, ésta responde a esta presión de una manera proporcional a la fuerza que se ejerció sobre ella. ¿Cómo la ves?
Esto se nota en los puentes donde los ingenieros deben calcular el peso máximo que se ejercerá sobre una estructura y el tipo de material que mejor pueda responder a este mismo sin romperse. En otras palabras, hacer puentes sean sobre una masa de agua o en la cavidad bucal de un humano, debe considerar este principio.
En tu caso y al hacerte las operaciones y transformar tu soma de 50 en el de una mujer de 30, llevaste a cabo una acción, y ésta respondió en la psiquis profunda de tu esposo produciendo una reacción de la cual ahora te quejas. Esto también se aplica en los sagrados tribunales de justicia con la doctrina jurídica del “que la hace (la acción) la paga (la reacción),” y yendo mas lejos en la historia, la brutal ley del talión, “ojo por ojo, diente por diente” que usan las bandas de pistoleros que trafican drogas.
Por este motivo es bueno que cuando la gente decida hacerse la operación para achicarse el estómago y rebajar (acción), sus esposas o esposos deben considerar las “reacciones.”
Conocí a un tipo que estaba arriba de las 300 y rebajó 100 libras, y ahora se lo pasa metido en los clubes tratando de levantar a las muchas pollas que llegan allí para vivir experiencias horizontales emocionales profundas (acción) que a veces producen una reacción a los nueve meses (reacción) o que por el peso del tipo que desea seguir los consejos de las muchachas españolas (acción) les afecta la columna vertebral y las caderas (reacción).
La idea de volver al trabajo no es mala, pero trata de que tu esposo también haga algo, aunque sea part-time en una fábrica de canastos o escobas y se aleje de tomar tanto Viagra. Habla con él claramente y regula lo de los ataques por sorpresa, pero no lo desanimes ya que lo positivo es que el hombre está contento, cuestión extraña en viejolos retirados que se pasan mirando “Al Rojo Vivo,” “La Comai,” y los días sábados películas mexicanas tales como “Esta es la yegua mía que monto, Híjole,” “Las genialidades del enano inmoral patas negras,” o “Corrió y la pillas.”
Te deseo suerte y vístete con recato, no abuses de los shorts, ni escotes rebajados hasta el área del ombligo, mira que el títere cincuentón enamorado y que no recibe pensión anda por allí rondando por las esquinas del Green. Tampoco te rías mucho (acción) y se te caigan las pantaletas (reacción). No abuses de la tanga en la playa porque las cicatrices, aunque no lo quieras se notan.
Tu Tía que te estima, Julia.
Comentario a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
Me gusta el picante 4Equis en las comidas que me prepara mi esposa mexicana, el café pulla y las chuletas. Ahora sufro de tejido hemorroidal y lloro porque estoy estítico. Amigos, cuídense porque esto duele mucho demasiado lo que no es bueno en el verano. Carlos de Hartford.