Desde el Huerto del Edén hemos estado escuchando quejas por parte del hombre acerca de su esposa o pareja. En todas ellas se hace ver como culpables y responsables de nuestras desdichas y fracasos.
En mi práctica privada, podría decir, que ocho de cada diez parejas, se repite el mismo escenario del Huerto del Edén. “La mujer que me distes”. Ella hizo esto o hace aquello. “Si no fuera por ella la mi historia sería diferente”; me dicen algunos. Mi pregunta es: ¿Y por que siguen con ella? Ninguno quiere responder a esta pregunta directamente. En casi todas sus respuestas expresan su deseo que su mujer “fuera mas inteligente”.
A estos amigos que piensan de esta manera (los que desearían tener una esposa más inteligente) les quiero compartir un texto de dominio publico escrito por el famoso y distinguido escritor Gabriel García Márquez.
Tal vez este breve pensamiento, les permita reflexionar acerca de la gran mujer que tienen a su lado. Que a pesar de tener un esposo o enamorado narcisista, arrogante e ignorante, lo siguen amando y continúan a su lado.
Veamos el texto de Gabriel García Márquez:
“A cuántos hombres he escuchado decir que desean a una mujer inteligente en sus vidas.
Yo los animaría a que lo pensaran bien. Las mujeres inteligentes toman decisiones por si mismas, tienen deseos propios y ponen límites.
Tú nunca serás el centro de su vida porque ésta gira en torno a ella misma. Una mujer inteligente no va a dejarse manipular ni chantajear, ella no se traga culpas, asume responsabilidades.
Las mujeres inteligentes cuestionan, analizan, discuten, no se conforman, avanzan.
Esas mujeres tuvieron vida antes de ti y saben que la seguirán teniendo una vez que tú te hayas ido.
Ella está para avisar, no para pedir permiso. Esas mujeres no buscan en la pareja a un líder a quien seguir, a un papá que les resuelva la vida, ni un hijo a quien rescatar.
Ellas no quieren seguirte ni marcarle el camino a nadie, quieren caminar a tu lado.
Ella sabe que la vida libre de violencia es un derecho, no un lujo ni un privilegio.
Ellas expresan enojo, tristeza, alegría y miedo por igual, porque saben que el miedo
no las vuelve débiles de la misma forma en que el enojo no las vuelve “masculinas”.
¡Esas dos emociones y las demás, todas en conjunto, la vuelven humana Y ya!
Una mujer inteligente es libre porque ha peleado por su libertad. Pero no es víctima, es sobreviviente.
No trates de encadenarla porque ella sabrá como escapar. Recuerda que ya lo ha hecho antes.
La mujer inteligente sabe que su valor no radica en la apariencia de su cuerpo ni en lo que haga con él.
Piénsalo dos veces antes de juzgarla por su edad, estatura, volumen o conducta sexual,
porque esto es violencia emocional y ella lo sabe.
Así que… antes de abrir la boca para decir que deseas
a una mujer “inteligente” en tu vida, pregúntate si tú realmente estás hecho para encajar en la suya.”
Gabriel García Márquez
Ahora te digo yo; ¿Quieres unos consejos de cómo tratar a tu esposa o enamorada?
- Cuando ella se enoje contigo, y se vaya, síguela.
- Cuando se le quede mirando a tus labios, bésala.
- Cuando se moleste y quiera tirar todo a la basura, abrázala y no la dejes ir.
- Cuando la veas desarreglada, dile que se ve hermosa.
- Cuando la veas llorando, no le digas nada, solo abrázala.
- Cuando este asustada, hazla sentir protegida.
- Deja el orgullo atrás, eso te impedirá avanzar y ser feliz.
- Cuando le preguntes si algo anda mal, y te dice que no, no le creas, llámala, cuídala.
- Cuando este aburrida o triste, invítala a salir aunque sea a caminar.
- Hazla saber que es importante para tu vida.
- Cuando vayas a algún sitio con ella, no le quites la mirada por mirar a otra.
- Abrázala y dale muchos besos, nunca sabes cuándo serán los últimos,
- Déjala que te muerda tus labios,
- Que sepa que eres de ella nada más.
- Que tus amigas sepan que ella es tu prioridad, pon límites y deja los celos atrás.
- Mándale un mensaje de buenos días, buenas tardes, buenas noches,
- Invítala al cine, si no puedes, invítala a ver películas en tu casa, el dinero no compra el amor.
- La sinceridad, la honestidad, ser fiel, amar y ser detallista, le ganan a un hombre con dinero.
- Te lo digo por experiencia propia.
- El momento más feliz de mi vida fue cuando no tenía dinero.
- Pero la tenía a ella.
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Las opiniones vertidas por Waldemar Gracia no reflejan la posición de la Voz Hispana. Nombres, lugares y circunstancias han sido alterados para proteger la identidad de los personajes citados en la historia.
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