Era el comienzo de la década de los años 70,’ cuando decenas de jóvenes puertorriqueños, cubanos, dominicanos, chilenos y latinoamericanos llegábamos a la ciudad de Hartford debido a distintas circunstancias. A la mayoría nos aunaba las intenciones de avanzar en nuestros estudios y carreras, y nos integramos a las luchas que desarrollaba la comunidad puertorriqueña avecindada en Connecticut desde comienzos de la década de los años 50.’
Así fue como esta generación conoció a María Sánchez, una líder católica que encabezaba en la década de los años 50,’ un movimiento comunitario solicitando que se realizaran misas en español en la parroquia del Sagrado Corazón y a las cuales asistían los numerosos trabajadores de fincas del tabaco en Windsor, sus familiares, algunos maestros y comerciantes.
Fue a mediado de la década de los años 70,’ cuando esta líder a la que los anglos describían como una activista que usaba un “broken English;” estableció alianzas con políticos afroamericanos del Norte de la ciudad entre ellos Abraham Giles y postula a un puesto en la Junta de Educación de Hartford siendo elegida, y desempeñándose en esta vital posición por 16 años.
De este modo María se convirtió en la primera puertorriqueña elegida para defender los intereses de los estudiantes que requerían educación bilingüe en escuelas con un grave déficit (como increíblemente sucede hoy día en el Hartford del 2023) de maestros que se pudieran comunicar en inglés y español y trataran a los niños, jóvenes y padres con cariño y respeto.
Esta líder de acuerdo con la descripción de reporteros del Hartford Courant, que usaban en sus artículos y reportajes el despectivo “broken accent” para referirse a la forma de hablar a de la líder, fue capaz de influir en la Junta de Educación para contratar maestros puertorriqueños, impulsar el importante movimiento de educación bilingüe, pero también abrir las puertas a lideres de la Isla residentes en Hartford a puestos políticos en el municipio de la ciudad capital y la legislatura del estado.
De hecho, en el año 1988 María fue elegida la primera representante estatal puertorriqueña continuando su ejemplo la educadora Edna Negrón, el abogado Juan Figueroa, Edwin García y Edwin Vargas.
Los jóvenes inmigrantes llegados en la década de los 70,’ fueron así testigos de la labor incansable de María Sánchez a favor de su comunidad, mientras ella continuaba trabajando los siete días de la semana en su modesto negocio localizado en la calle Albany frente a lo que era en ese entonces la escuela Intermedia Quirk. María nunca poseyó un automóvil o su propia residencia, habitando un modesto departamento en el vecindario de Clay Hill.
María fue una verdadera misionera siempre orgullosa de las numerosas “comadres” que la reconocían como su líder y le ayudaban juntamente con Olga Mele, Nancy Maldonado, Mildred Torres, entre otras Edna Negrón, para luchar en contra del racismo y la discriminación en hospitales, instituciones y servicios públicos de la capital del estado.
María C. Sánchez nació en la ciudad de Comerio en Puerto Rico y llegó a Hartford en el año 1953 jugando un papel muy importante en la fundación de la primera Parada Puertorriqueña de Connecticut realizada en Hartford en 1964.
También, con otros líderes de la comunidad entre ellos Antonio Soto y Mildred Torres fundaron la legendaria Casa de Puerto Rico y la Sociedad de Servicios Legales que apoyaron el movimiento de educación bilingüe y el tema de una enseñanza justa para los estudiantes inmigrantes; además de otras iniciativas no menos importantes en el área de la vivienda y la salud. Se debe también destacar la inscripción masiva de votantes puertorriqueños quienes echaban las bases de una fuerza electoral boricua.
Aunque han pasado décadas después de su prematura muerte, el nombre de María es y será recordado a través de homenajes y reconocimientos anuales destacando a una nueva generación de personas que continúan su ejemplo. En muchos de estos casos, abuelos y padres de los homenajeados fueron testigos de la labor infatigable de esta mujer excepcional.
Por todas estas y muchas otras razones, el Connecticut Institute for Community Development Puerto Rican Parade llevo a cabo el Vigésimo Sexto Banquete Anual de Reconocimientos María C. Sánchez el pasado sábado 16 de diciembre del presente año en el hotel Hartford Marriot del centro de la ciudad capital.
Con la presencia de más de 300 comensales se otorgaron siete premios a distinguidas personalidades destacadas en distintas áreas del ámbito cívico de la comunidad, entre ellos a Thea Montañez, funcionaria de alto nivel en el municipio de la ciudad y Charles Venator-Santiago un profesor de la Universidad de Connecticut quien está recopilando aspectos de la historia político, social y económica de la comunidad boricua. El actual concejal Amilcar Hernández presidió el Comité del Banquete siendo auspiciadores de la iniciativa el Community Development Puerto Rican Parade, CICDPRParade@gmail.com
Estuvieron presentes en este ya tradicional banquete que reúne a mas de tres generaciones, la reina, princesas y princesitas que presidieron el exitoso pasado Desfile Puertorriqueño cuyo presidente es Samy Vega.
Según la señora Elida Joya, esta ha informado a La Voz Hispana de Connecticut que las jovencitas y niñas representaron a los pueblos y ciudades de sus ancestros, además de asistir ellas y sus padres o encargados a siete eventos en los cuales aprendieron acerca de la cultura, historia y desarrollo de las artes de Puerto Rico.
De esta manera el Banquete dedicado a María Sánchez constituyó un nexo histórico de esta creciente y poderosa comunidad que se destaca en Hartford y en el estado de Connecticut.
Una escuela aledaña a la histórica calle Park lleva el nombre de quien luchó denodadamente por los derechos de los niños y jóvenes puertorriqueños a una educación bilingüe, derecho que fue eliminado por un superintendente de apellido Adamowski y que no se ha vuelto a recuperar, aunque continúa siendo un derecho civil atropellado por políticos nefastos.
Sin embargo y debido a un agudo déficit de maestros bilingües en el sistema escolar de Hartford y siguiendo el ejemplo de María Colón Sánchez, se ha facilitado la contratación desde la Isla del Encanto a un grupo de educadores bilingüe, número que se espera aumenten en el futuro cercano para continuar con la herencia de esta dirigente puertorriqueña.