Por Thomas Breen
El jefe de policía Karl Jacobson acaba de recomendar el despido de cuatro policías municipales por su participación en el manejo inadecuado de Richard “Randy” Cox, aproximadamente nueve meses después de que este ciudadano de 36 años sufriera lesiones que le causaron parálisis mientras se encontraba bajo custodia policial.
A lado de los subjefes policiales Bertram Ettienne y David Zannelli y el recién ascendido teniente a subjefe Manmeet Colón, Jacobson dijo que había propuesto a la Junta de Comisionados de Policía que la Sargento Betsy Segui y los Oficiales Oscar Díaz, Jocelyn Lavandier, y Luis Rivera fuesen despedidos de su empleo con el Departamento de Policía de New Haven (NHPD).
Su recomendación se produce después de que la división de Asuntos Internos (AI) del departamento concluyera su investigación, que tomó meses, sobre el papel que desempeñaron esos agentes y el agente Ronald Pressley, ya jubilado, en la detención y el trato que recibió Cox el 19 de junio de 2022.
Jacobson dijo que la investigación de la AI determinó que los cinco agentes de policía violaron una serie de órdenes generales del departamento, entre ellas la confianza, la cortesía y el respeto.
La investigación de la AI también determinó que Díaz violó las normas generales del departamento al conducir el furgón policial y utilizar el teléfono móvil, y que Segui violó otras normas relacionadas con la supervisión del centro de detención policial.
Jacobson dijo que los cuatro agentes cuyo despido ha recomendado deberían comparecer ante la comisión de policía para asistir a sus audiencias disciplinarias individuales, probablemente a finales de abril. Pressley no, por haberse jubilado en enero.
Jacobson añadió que prevé sancionar a otros dos agentes por su participación en la detención de Cox, pero esas sanciones serán menores a 15 días y, por lo tanto, no será necesario remitirlas a la Comisión de Policía.
Mientras tanto, el sargento Segui y los agentes Díaz, Lavandier y Rivera – todos en situación de baja administrativa remunerada- y el agente Pressley, ya jubilado, siguen con sus causas penales individuales.
Todos han sido detenidos y acusados de un delito menor de imprudencia temeraria en segundo grado y un delito menor de “crueldad hacia las personas”. Los cinco se han declarado inocentes de esos cargos.
En un comentario enviado por correo electrónico al Independent, el abogado Gregory Cerritelli, que representa a la sargento Segui en su proceso penal en curso, dijo “no me sorprende la recomendación de despido y espero que los cuatro agentes sean despedidos. No hay garantías procesales en esta fase de un procedimiento que no es imparcial”.
En otro comentario enviado por correo electrónico, el abogado Matthew Popilowski, que representa al agente Díaz en su causa penal, dijo: “La decisión de despedir a estos agentes es totalmente prematura. El proceso de asuntos internos no ofrece a los agentes las debidas garantías procesales y la creencia del Jefe policial de que tienen pruebas suficientes no cambia eso”.
En el trayecto hacia la comisaría, el agente Díaz, conductor de una camioneta de transporte de presos, frenó bruscamente para evitar chocar contra otro vehículo en el cruce de las calles Division y Mansfield.
El frenazo lanzó a Cox de cabeza contra la pared de la camioneta, lesionándole el cuello y la columna vertebral.
Posteriormente, el conductor de la camioneta pidió ayuda médica pero, en lugar de requerir la presencia de una ambulancia, el conductor procedió a llevar a Cox al centro de detención de 1 Union Ave.
Allí, en lugar de esperar a que los servicios médicos atendieran a Cox, que estaba paralizado y desmayado, los agentes de la comisaría lo acusaron de mentir, le exigieron que se levantara, lo sacaron de la camioneta, lo sentaron en una silla de ruedas y lo arrastraron por el suelo hasta una celda. El caso provocó indignación nacional.
La familia de Cox, asesorada por el abogado de derechos civiles Ben Crump, presentó una demanda civil por valor de 100 millones de dólares contra la ciudad, el departamento de policía y los agentes implicados, solicitando daños y perjuicios por las alegadas violaciones de los derechos civiles de Cox por parte de los agentes.
En una conferencia de prensa celebrada el martes en el Ayuntamiento, el alcalde Elicker dijo que la ciudad y los abogados de Cox tuvieron una reunión supervisada por un juez, para buscar un arreglo.
“Lo que le ocurrió a Randy Cox es inaceptable”, dijo Elicker en la rueda de prensa.
“Tenemos que evitar que esto vuelva a ocurrir”. Dijo que respalda y apoya la decisión del jefe policial de recomendar el despido de estos agentes.
Tanto él como el jefe insistieron en que, a raíz del incidente, la ciudad había mejorado sus políticas de traslado, así como y la formación impartida en todo el departamento, para evitar incidentes similares en el futuro.
“Lo importante es hacer bien las cosas”
Al terminar la rueda de prensa de Elicker en el Ayuntamiento, la madre de Cox, Doreen Coleman, y uno de sus abogados locales, R.J. Webber, manifestaron su aprecio por el hecho de que el jefe policial haya recomendado el despido de los agentes.
Tanto el abogado como la madre, dijeron que Cox sigue paralizado de los hombros para abajo y en un centro de rehabilitación. Coleman dijo que visita a su hijo casi todos los días.
En un comunicado de prensa el abogado Crump acogió con satisfacción la noticia sobre los despidos de los agentes. “Randy y su familia se sienten esperanzados de que estos agentes rindan cuentas por sus acciones”.
“ Responsabilidad y acción” en lugar de “Sin ideas nuevas”.
Liam Brennan, uno de los tres aspirantes a desbancar al alcalde Justin Elicker en las primarias Demócratas para la alcaldía de este año, criticó el martes a la Administración de Elicker, al tiempo que saludaba la decisión de despedir a estos agentes.
Durante la rueda de prensa del martes en el Ayuntamiento, Elicker insistió en que su administración ha introducido cambios importantes para garantizar que algo así no vuelva a ocurrir.
“Desde el primer día nos hemos comprometido con la transparencia, la responsabilidad y la toma de decisiones”, afirmó.
También habló del “amplio conjunto de nuevas políticas departamentales” que el cuerpo de policía ha puesto en práctica desde este incidente.
“Hoy”, continuó, “es otro momento importante en este proceso de responsabilidad y acción”.