Estadísticas nacionales afirman que maestros de grados K a12 ganan en USA un promedio de 68,000 dólares, sin embargo, las estadísticas no son verdades absolutas
Las estadísticas son importantísimas para decisiones en el campo económico, social, demográfico, educacional y militar, entre otras áreas. De ello estoy seguro después de semestres y semestres de cursos de investigación social donde aprendimos como llevar a cabo encuestas y procesar sus resultados.
Estos hallazgos son importantes porque permiten a los gobiernos el establecer y crear nuevas pólizas, y ajustar programas vigentes.
Sin embargo, y aun admitiendo que en el papel los $68,000 dólares anuales promedio para educadores en USA es una cantidad que impresiona; en las actuales circunstancias no son suficientes si se descuentan los impuestos a la propiedad, a los automóviles, los alimentos y seguros.
Es cierto como se demostrará en otras estadísticas, que Connecticut es uno de los estados de la Unión en el cual los educadores de escuelas publicas ganan más que en Puerto Rico, Mississippi y Iowa. Pero debemos entender que, aun así, existe una creciente disconformidad con los salarios en nuestro estado por motivos muy semejantes al de otros profesionales: los excesivos gastos para adquirir más educación y una especialidad: estamos hablando de las enormes deudas de préstamos de estudio.
Quienes desean ser maestros y ejercer el arte de educar, tienen que contar con un bachillerato de cuatro años de estudio, una maestría de dos años en pedagogía de universidades acreditadas, y aprobar el difícil examen de Praxis II en el área específica donde se desempeñará el futuro maestro.
En estos exámenes se requiere el dominio del idioma inglés y entonces la preparación total y esperada para enseñar requiere un promedio de 6 años de estudios para así desempeñarse en sistemas de educación pública suburbanos tales como los de Glastonbury, Stamford o Avon, o los urbanos y más complejos como lo son Hartford, New Haven, Bridgeport o Waterbury.
Ahora bien. En Connecticut la cantidad de pupilos alcanzó a 535,118 que fueron matriculados en 1,250 escuelas públicas para lo cual se requiere una fuerza laboral docente de 42,343 maestros certificados.
Para satisfacer las exigencias de una buena educación, los buenos salarios pueden aumentar si se toma en cuenta la creciente cantidad de estudiantes que requieren educación especial o individualizada y damos como ejemplo la creciente necesidad de atender a niños afectados por el autismo.
A modo de ejemplo un educador de escuela preescolar gana $43,350 dólares, pero si los niños y niñas necesitan de educación especial o individualizada el salario aumenta a $68,130 en una jornada de trabajo que se extiende entre 7 u ocho horas.
Un maestro de Kindergarten recibe un salario de $77,220 dólares, mientras que un educador de escuela elemental recibe una paga de $75,480 dólares, pero si trabaja para niños de educación especial su salario aumenta a $76,780 dólares.
El maestro de escuela intermedia obtiene un salario de $76,780 dólares, suma que aumenta si debe servir las necesidades de niños y niñas que requieren educación especial recibiendo entonces una paga de $78,470 dólares.
Los maestros de escuela secundaria reciben un salario de 76,980 dólares el cual aumenta a $77,520 dólares para aquellos que dan servicios a estudiantes con necesidades especiales.
Por todo esto hay un sentido de disconformidad en el gremio de los maestros y la creciente tendencia a que no haya suficientes candidatos interesados para convertirse en maestros de un sistema de educación pública.
Los expertos indican que debido al complejo fenómeno de la Pandemia que ha provocado en todos los estudiantes severos retrasos académicos en lectura, escritura inglés y matemáticas; además del problema creciente de violencia e indisciplina, y el trabajo extra de los educadores; aunque sus salarios superen la cifra mágica promedio nacional de $68,000 dólares; la intensidad de la labor en el salón de clases ha aumentado en términos de cantidad y calidad.
Esta realidad ha ido provocando un peligroso déficit de educadores desde los Pre-kindergarten hasta los grado 12avos de escuela superior y hay también una creciente cantidad de vacantes difíciles de llenar en las asignaturas de matemáticas, ciencias, educación especial, personal de apoyo tales como psicólogos, trabajadores sociales, terapistas del habla y otras especialidades.
Los analistas indican que lo que también afecta gravemente el ingreso económico de los educadores, son el pago de los préstamos de estudio que en muchos casos continúan pagando por años porque el costo anual de estudios subgraduados es de un promedio de $20,366 dólares anuales y los estudios graduados en educación pueden alcanzar la suma de $22,194 anuales.
Hay claramente otros factores sobre todo para los maestros y maestras de escuelas de distritos escolares que exigen más del instructor. Les preocupa la conducta de los estudiantes como es el caso en los sistemas educacionales públicos de Hartford, New Haven, Bridgeport y Waterbury, por dar algunos ejemplos, comparándolos con los estudiantes de escuelas suburbanas.
Por este motivo, los miembros de la Asociación de Juntas de Educación de Connecticut y estudiantes representantes de escuelas marcharon este recién pasado miércoles desde el parque Bushnell hasta el palacio de la legislatura para llamar la atención de senadores y representantes hacia los problemas actuales que experimentan los educadores en Connecticut, aunque sus salarios con el promedio nacional lucen mejor.
Es verdad, los educadores de Connecticut, Massachusetts y Nueva York reciben mejores salarios comparados con los inaceptables $36,878 dólares anuales que reciben los maestros en Puerto Rico, los $47,162 anuales que recibe un educador de Mississippi, $50,000 en Florida, $48,000 en el estado de Maine, y 47,156 en Hawái, por mencionar algunos, pero hay nuevas necesidades que hacen difícil que un salario comparativamente superior sea suficiente para educar a la población estudiantil, el futuro de esta generación.