Buena Noticia para los artistas en tiempos de Pandemia
Uno de los sectores de trabajadores mas azotados por el Covis-19, es el conglomerado de artistas que desde el mes de marzo se han visto privados de actuar, presentar exhibiciones, ofrecer recitales, o dar clases privadas de música.
Los instructivos del distanciamiento social, el uso de máscaras y la prohibición de reuniones en espacios abiertos o cerrados privaron de ingresos económicos a los artistas.
“Recitales y conciertos como la popular Noche Latina que se lleva a cabo en octubre en la Universidad de Saint Joseph, eventos de multimedia del colegio Trinity y espectáculos artísticos en el recinto de Storrs de la Universidad de Connecticut; fueron suspendidos y en estos casos no fuimos reembolsados,” dijo Quique Ubilla, un percusionista de Greater Hartford.
Afortunadamente para estos trabajadores el arte y la cultura, el Gobernador Ned Lamont ha informado esta semana que el estado de Connecticut proveerá donaciones de un fondo especial de 9 millones de dólares para ciertas organizaciones de arte sin fines de lucro para que se recobren del impacto de la Pandemia.
Utilizando el Acta Federal Cares del Coronavirus Refief Fund, y el Departamento de Desarrollo Económico y Comunitario Oficina de las Artes, se entregarán fondos a organizaciones sin fines de lucro que debieron reducir sus operaciones por un periodo de tiempo debido a la pandemia y tienen una capacidad limitada para una reapertura debido a las restricciones impuestas para controlar el Covis-19; y aquellas organizaciones que harán la diferencia al recontratar a artistas.
La Oficina de las Artes de Connecticut anuncia que va a aceptar solicitudes entre este 23 de octubre y el tres de noviembre y los contratos deberán completarse el treinta de diciembre. Para mas información vaya al portal DECD, o Connecticut Department of Economic and Communiy Development’s Office of the Arts.
Trabajadores exigen ayuda para recobrarse de la crisis
La crisis de la Pandemia Covis-19 ha cambiado las expectativas de cientos de miles de trabajadores y de sus familias en Connecticut y por este motivo este recién pasado martes 20 de octubre desde la una de la tarde, unas trescientas personas se reunieron en el estacionamiento de la Iglesia Bautista Shiloh localizada en el 350 de la avenida Albany, reclamando por un presupuesto estatal inspirado en las ideas de igualdad económica y racial, que además provea viviendas decentes, programas de salud, educación y servicios sociales.
“Los super millonarios de Connecticut deben pagar impuestos para compartir su riqueza con los que no nacimos en cuna de oro,” dijo Aurea González quien por más de diez años había trabajado en un Dunking Donuts de West Hartford que cerró sus puertas por mas de dos meses debido a la crisis del Covis-19.
“A muchas de nosotras y cuando ya se conocía la gravedad de la infección no se nos proveyeron ni máscaras, guantes, ni tampoco barreras de plástico para evitar el contacto con el público. Algunas de mis compañeras se enfermaron y cuando regresamos nos habían disminuido las horas, todavía no se nos dotaba de protección, los nuevos administradores nos maltrataban y lo peor, no recibimos salarios por más de dos meses,” dijo Aurea Madres de dos hijos y quien ahora tiene problemas para pagar el alquiler y las cuentas.
En el encuentro se encontraban presentes lideres electos de Connecticut y dirigentes sindicales quienes explicaron el motivo urgente del encuentro diciendo que ahora se requiere un proceso de recuperación para quienes perdieron sus empleos, salarios y estabilidad económica y emocional.
Otro de los casos de personas afectadas por la crisis es el de Timothy Braswell quien trabajaba para el Hotel Hilton, y que después de 23 años de servicios fue enviado a la cesantía en el mes de marzo. En la actualidad tiene 63 años. “La pandemia ha aniquilado mi futuro y el de mi hijo, dijo esta víctima de la crisis.
Mientras tanto y debido a la nueva ola de la Pandemia en Connecticut agravada por los casos de influenza y la llegada del invierno, se puede predecir que habrá nuevamente más desempleos en área donde tradicionalmente trabajan latinos y afroamericanos, además de anglosajones pobres. Nos referimos al sector de servicios y comercios.
Ahora, el líder de la infame mayoría republicana en el Congreso esta postergando la posibilidad de negociar con Nancy Pelosi, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, un nuevo estímulo económico que ayudaría a millones de personas a sobrevivir en las actuales circunstancias de crisis.
Crimen y castigo en el caso de William Leverett
Williams Winter Leverett que se encarama con rapidez a los 29 años está en el condominio con rejas después de asesinar de una puñalada a Mellisa Millán, una madre de familia, a la que emboscó cuando esta trotaba en una ruta llamada Iron Morse Boulevard en Simsbury. El crimen lo cometió el 14 de noviembre de 2014 y horroriza a la opinión pública en una investigación que se prolongó por varios años hasta que el sujeto fue aprehendido y acusado en el 2018. Desde ese tiempo Leverett ha estado encarcelado con una fianza asignada por la justicia de 2 millones de dólares.
Debido a que los detectives no encontraban al culpable del asesinato de esta mujer madre de familia y trabajadora, se ofreció una recompensa de $40,000 para quien o quienes proveyeran información acerca de la identidad y ubicación del criminal, pero el 19 de septiembre del 2018, el sujeto se presentó al departamento de la policía confesando ser el autor del crimen, Hasta ese momento Everett trabajaba en el Fresh Market de Avon.
El ahora confeso criminal decidió entregarse a la justicia después de haber compartido esta brutal experiencia en un pequeño grupo de reflexión en una iglesia. Allí le convencieron de darse a conocer, cuestión que hizo después de algunos días del evento. Al momento del cruel e insano asesinato, Leverett participaba en reuniones de un grupo de ofensores sexuales en Hartford.
En los tribunales se ofreció al asesino un posible acuerdo judicial para que cumpliera 35 años en prisión y diez años extras de libertad bajo palabra con supervisión. La Juez de la Corte Superior Shelia M. Prats dio a conocer vía video la posibilidad de sentencia; pero Leverett la rechaza y entonces la juez le dijo que si ese era el caso, el proceso iría a un juicio con jurado que podría condenarlo a una sentencia de entre 25 años y cadena perpetua.
Además de la confesión del inculpado, los detectives encontraron un guante ensangrentado enterrado en el patio de la propiedad de los abuelos de Leverett que después de las pruebas ADN, terminan de imlicarlo