Pregunta Confidencial
Querida Tía Julia:
Por intermedio de esta carta quisiera hacerle una consultita con respecto a problemas muy graves que están afectando mi matrimonio que ya parece maltrimonio porque las peleas en mi casa son el pan de cada día, y olvídese de las noches tormentosas y cargadas de críticas mutuas.
Mi esposo y yo hemos trabajado más duro que un repartidor nocturno de comidas chinas en motocicleta y le hemos dado a este país nuestro sudor, y no digo la sangre porque no trabajábamos para la Cruz Roja donde están buscando donantes.
Yo soy ayudante de maestra en una escuela de New Britain que es riesgoso por lo de las variantes y padres que no se han vacunado y se tornan violentos. Mi esposo se defendía como empleado del no muy apreciado Departamento de Vehículos del Estado de Connecticut pero
hace algunos años tomamos una decisión de la que hoy me arrepiento ya que allí comenzaron mis problemas.
Usted sabe o se lo contaron que con esto del Covid-19 y las variantes múltiples que mal rayo parta, hay personas que han optado por una jubilación temprana que a veces lamentablemente es prematura y “sietemesina” como decimos en mi pueblo natal de Collores.
Al momento del retiro, mi marido tenía 65 pepas, recibía seguro social, y yo como aun me sentía joven, estuve de acuerdo en que cogiéramos menos chavos comparado con lo que habría recibido si hubiese trabajado tres décadas y se hubiera retirado con diabetes aguda, triglicéridos altos, demencia, impotencia emocional y de la otra, anemia, problemas a los riñones y/o presión arterial alta. Este fue mi error.
Al principio Agustín estuvo feliz y los seis primeros meses los disfrutó yendo a Caguas en Puerto Rico, viajó a Orlando en Florida, se compró un botecito para pescar, y se hizo miembro de un gimnasio para mantenerse joven y esbelto.
Hasta allí, yo no tenia problemas porque el se entretenía, pero poco a poco comenzó a darse unos traguitos de ron cuando el sol sucumbe detrás de las montañas del monte, y las sombras de la noche invaden el paisaje, sembrando en nuestra alma algo así como un dolor en la muela del juicio, también denominada cordal.
Después se le puso entre ceja y ceja la idea de que nos fuéramos para Orlando porque allí viven unos amigos con los que estudiaba en la UPR quienes son muy aficionados a cantar boleros con un corcho en la boca y gastar los chavos en los casinos.
Ahora, ha dicho que será escritor, ser famoso, y se ha puesto trabajar en unos cuentos con títulos tales como “La preñada soberbia” y “El incandescente mal olor en la casa de Matías.”
Según él, la temática de estas narraciones es muy atractiva y piensa que estos bodrios podrían ser adaptados al cine para enseñanza de las futuras generaciones. Yo leí algo de uno de ellos que comienza así:
“Elena era una tremenda hembra mulatita a la que le gustaba el café cortado que vivía en el Barrio Abundis de Ponce y de ella se había enamorado perdidamente un poeta maldito llamado Lorenzo Liguano, individuo bizco y fañoso apodado Mama Yo-Yo. Este tipo era inclinado a jugar al dominó, los dados cargados y un poco degenerado ya que le gustaba mirar a las nenas que no estaban aun en edad de merecer. Pero Lorenzo sinceramente adoraba a Nicolasa que declamaba y a la que le gustaba bailar plenas. Una día, Lorenzo se decidió y confidenció -según informes de la policía- al dueño de un bar apodado Mamán, que esa noche Elena sería finalmente suya. Cuando cayeron las tinieblas se fue a esperar a la hembrota que trabajaba en un mercadito donde vendían frituras y panapén. Pero Nicolasa no venía sola…la acompañaba un ser que la persigue.”
Yo considero que mi esposo se está volviendo loco y no encuentra que hacer con su tiempo libre.
¿Que puedo hacer?
Nicole
Respuesta Confidencial
Nicole, amiga mía:
Tienes mucha razón acerca del origen del problema de tu esposo que cuando se jubiló, como tú misma dices, tenía y posee aun mucha carga energética, además de baterías vírgenes. El trabajo diario constituía para él una rutina saludable ya que le mantenía las neuronas funcionando de un modo aceptable, aunque sacudidas por la aburrida rutina repetitiva y tan tediosas como las telenovelas mexicanas “El beso del mariachi gay,” “Carteles, son carteles y no afiches,” o “El infeliz destino de la muralla de Trump ahora con más hoyos que un queso suizo.”
Lo que sucede en la sociedad contemporánea es que, gracias a los antibióticos, la gente vive más años, pero esta sociedad digital y violenta no está muy preparada para ofrecer otras perspectivas a los adultos mayores que se entregan, algunos, a un merecido descanso esperando la nefasta definitiva.
Sin embargo, yo sería injusta si no reconozco que ahora hay ayuda para personas que por esto de la Pandemia que mal rayo parta, deseen cambiar de carrera y hay muchos quienes se jubilaron, son disciplinados y se dedican nuevamente a estudiar para ser enfermeros, asistentes de médicos, ayudantes de dentistas, y otras profesiones en el campo de la salud. Ahora hay hasta doctorados vía on-line en Ciencias Ocultas y Santería que desde Cuba cuestan muy poco.
El tiempo libre y tiempo en si es un arma de doble filo, como es esto de los contratistas para arreglar escuelas que lo toman muy suave. Generalmente estamos programados para estar activos y hacer algo en la vida con la excepción de otros que se van a vivir con la mai o la abueli, se levantan tarde, almuerzan, toman una siesta y esperan sentados el cheque estimulante.
Lo que escribe tu esposo, aunque ese es un fragmento nimio y minúsculo, no me pareció mal, aunque lo de la mulata Elena a quien le encanta el café “cortado” y baila plena, me parece conocido. Lo del ser que “la persigue” está en la canción del tipo guapo que cantan en controversias navideñas. Por otra parte, publicar ahora está más difícil que hacer gárgaras boca abajo y por lo de la Pandemia se suspendieron los concursos literarios de casas publicadoras. Siempre está la posibilidad de que invente un espacio en las redes sociales donde se dirija a sus lectores de un modo digital.
Por todo estos inconvenientes, planear el retiro es muy importante y lo fundamental es que la persona jubilada busque algo para hacer a tiempo parcial, y desarrolle mucha actividad física y mental con abundancia del yoga y meditación profunda.
A esta edad cuando nos jubilamos no es recomendable comenzar bebelatas y comelatas, hacer inversiones, establecer Night Club o comprar bienes raíces y alquilar ya que eso puede producirles un infarto dado la cantidad de gente que ahora no paga la renta y destruyen los baños y los hornos, fumando marihuana y destruyendo los pisos con los bailables del fin de semana.
En fin, Nicole, orienta a tu esposo para que prosiga una segunda carrera, y que escriba si quiere, pero no le doy muchas esperanzas en cuanto a lo ya escrito que me parece repetitivo y con un tema más escabrosos que un juicio por corrupción, pero este es un detalle. ¿Qué tal la poesía?
Cuídate, mi amor de los seres que persiguen.
La Tía
Comentario a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
A pesar de que el pasado sábado estaba más neblinoso que los paisajes en Transilvania de las películas de Drácula, nos alegramos con mi novia Yeguiza de asistir a la Parada de San Patricio. Nos abrigamos bien y saludamos al primer desfile después de la Pandemia. Ojalá ocurra lo mismo con la Parada Puertorriqueña cuyos organizadores se fajan mucho demasiado y merecen nuestro estímulo. Es muy importante ver caras sin máscaras. Rubén y Yeguiza de Meriden.