Pregunta
Tía:
Le escribo, aunque amargado, desde “la Flor del Norte” es decir Springfield, Massachusetts, donde no tenemos todavía acceso al océano Atlántico ni a grandes lagos, cuestión que afecta nuestras posibilidades de progreso turístico y estado anímico durante estos calientes y húmedos veranos combinados con lluvias del mero que como en el Memorial Day, chavaron el feriado del cuatro de julio. En mi sagrado hogar tuvimos que comer los perros calientes y las hamburguesas con paraguas.
Estamos casados con mi esposa por 43 años y aunque nos matrimoniamos cuando teníamos 20 pepas, nos mantenemos muy bien, especialmente ahora que todos nuestros hijos están gracias a Dios ya lejos de la casa y haciendo sus vidas de un modo sano e independiente. Uno está en el ejército, y la otra se fue a vivir con el novio. ¡Que puede hacer uno? Si uno les dice algo salen con la cosa esta de que ya son mayores de edad.
Le escribo para consultarle acerca de la relación con mi esposa que ahora a los ticinco se cree nena y le encanta vestir con unos shorts más cortos que lo que envía el SSI. A Lara le encanta ahora meterse en las fiestas de unas muchachas dominicanas y bailar ritmos como el “merengue despacito” con mozalbetes desvergonzadas de esos que se le pegan de un modo agresivo a las mujeres.
Yo le permitía que hiciera todas esas cosas y ella me permite bailar el perreo porque a mi edad el gallito ya no pica y lo que hacemos son nada más que changuerías sin destino ni claros horizontes existenciales ni pasionales.
El otro día fue sola al cumpleaños de una sobrina mientras yo me quede mirando las derrotas de los Yankees. Allá se dio unos palos de más y llegó por la noche mareada y con un fuerte dolor al tobillo izquierdo ya que se entusiasmó bailando salsa retro. Le tomé pa’rapido la presión arterial y la tenía 100 sobre 190 con el pulso en 93.
El azúcar lo tenía sobre los 250 y la llevé pa’rápido a emergencia donde después de cuatro horas de exámenes le encontraron el colesterol más alto que el precio de la gasolina regular (4 dólares), y una tendencia a que su motorcito, también llamado corazón, se le agite de una forma intensa probablemente por una prediabetes o problemas de las tiroides. ¿Como la ver?
Lara comenzó a tomar los medicamentos, pero ahora los dejó y continúa con sus fiestecitas. Ahora se queja de un dolor a la cintura y no le caen muy bien la morcilla ni el bacalao que comía constantemente con yautía, ñame, cebolla fina y aceite de oliva resbaloso.
Lo que me dejó la moral mas baja que muleta de caimán fue un video que mostraron en Facebook donde aparece mi esposa bailando con un tipo que está detrás de ella bien pegado y que de vez en cuando le metía palmadas en las nalgas gritando; “¡muévete mulata como anoche!” Cuando la confronté me respondió con una lacónico “eso no es nִá” y yo le respondí si eso no es ná, ¿cómo será lo otro? Allí se enojó gritándome ¡degenerado mal pensado! Y no quiere dormir conmigo.
Tía, mi esposa no quiere asumir que ya es viejola y que se ve mal con shorts muestra glúteos, minifaldas y escotes. Además, se tiñó el pelo de rojo. Ahora esta empecinada en no ponerse la segunda vacuna. ¿Qué me dice usted?
¿Cómo la puedo ayudar para que asuma lo que es el paso irremediable del tiempo que nos trae las canas, las arrugas, la descolocación de la piel y el reuma? Ya no puedo soportar sus zanganerías y hasta incluso he pensado en irme de la casa a vivir con mi hermano a quien le pusieron cuernos.
Agradeceré su respuesta y espero que se lo pasen bien.
Sinceramente,
Tony
Respuesta
Tony,
A mí me encanta Springfield, sobre todo cuando uno viene desde Montreal y se encuentra con las soledades de Vermont y Maine. Finalmente se ve más civilización con edificios y restaurantes latinos cuando uno ingresa a Massachusetts.
Aceptar el paso del tiempo no es fácil y muchos poetas, músicos, locos, deprimidos, iluminados, charlatanes, columnistas, editores, reporteros, dibujantes, filósofos y tostados, meditan diariamente acerca de este hecho. Sin embargo, debes recordar dos cosas. Una de ellas es que los seres humanos somos muy distintos y diferentes, y la otra es que debemos hablar de la vejez orgánica, y la espiritual.
A diferencia tuya, tu esposa es una de esas personas que se sienten emocionalmente jóvenes y rehúsa excluirse de ciertos aspectos de la vida propios de la juventud tales como bailongos, polladas y vacilones. Estoy segura de que no le caen bien los Centros de Adultos mayores.
Realmente no sé como no se le ha ocurrido ser Niña Escucha, pero se nota que desea estar aun en contacto vivo y directo con la juventud lo cual no es malo, y para ella, bailar “merengue con glue” le ayuda en ésta auto terapia de la afirmación de la existencia. Lo del bailar con nalgadas me parece impropio y sobre todo si alguna persona perversa lo tito en el Facebook y afecta su reputación y la tuya. Realmente te admiro por tu paciencia.
Lamentablemente, Lara no ha entendido que el cuerpo humano es más frágil que un ojo de vidrio y los órganos se van agotando, poniendo así límites insalvables a lo que nos pide nuestro espíritu y el instinto innato del vacilón.
Te diría que hables con sus médicos para que le insistan en lo de las medicinas, pero déjala ir a fiestas y vestirse como le de el gusto y gana, salvo que quiera practicar el nudismo y tengas que recluirla en el Instituto. No la critiques tanto y busca ayuda con tu hija para que refuerce tus argumentos.
Olvídate de irte de la casa a vivir con tu hermano para escuchar historias tristes y si la cosa se pone más seria que los incendios forestales y lo de la variante Delta, busca ayuda con un consejero matrimonial de Springfield y recuérdenle que la plaga aun no se ha ido, que las vacunas son dos y que la mascara se debe usar al igual que el distanciamiento. ¿Seré que ella baila el merengue de espalda para cuidarse?
Sin embargo, aprovecho tu consulta para enviar a mis lectores una pequeña prueba que, de acuerdo a los puntos acumulados, les indicarán si es usted es o no una persona de la tercera edad, ahora en el mes de julio del año 2021.
1. Cuando se matrimonió le sacaron a usted fotos con una maquina Kodak sin flash, una Polaroid, ¿o con la maquinita de cajón y les dijeron “miren el pajarito”?
2. ¿Gozaba inmensamente con los espectáculos de la Sonora Matancera?
3. ¿Cuándo era niño o niña, era su televisor en blanco y negro y con pantalla redondita?
4. En su tocadiscos, ¿escuchaba temas de su predilección en discos de 78 revoluciones?
5. ¿Apoyaba usted el gobierno de Trujillo en Santo Domingo?
6. ¿Vio el debut de Lucecita Benítez y Chucho Avellanet cuando tenían 15 años?
7. ¿Fue testigo de la nieve que cayó sobre San Juan gracias a una iniciativa de la alcaldesa Felisa Rincón de Gautier Q.E.P.D.?
8. En su infancia, ¿al motor de los automóviles se les ponía en funcionamiento con una manivela?
9. ¿Viajó usted en tranvía?
10. ¿Vio películas en blanco y negro de Cantinflas?
Si su respuesta a cinco de estas preguntas es positiva, significa que usted está entrando no a la tercera, sino que a la cuarta y merece con creces el Medicare con servicios extras para ir a comprar al Walmart.
Tu Tía que te quiere y que te deja con este pensamiento del poeta Julio Ramon Núñez Rivera.
“A los viejos y a las locas, hay que seguirles la corriente, pero no te metas al agua que puede estar arrastrando piedras y a camarón que se duerme lo pueden abusar los peces.”
Comentarios a los Consejos de la Tía Julia. Cuando ahora después de la Pandemia voy al cine con mi novia, me gusta que la película tenga un buen director, un elenco de primera categoría, sonido estereofónico y que no sea muy larga. Me agradan mucho las bofetadas entre los buenos y los malos. Gracias (Richard de Enfield)