Pregunta:
Tía Julia:
Yo no sé que sería de nosotras sin sus brillantes consejos, tan brillosos como la calva de un caballero que dibuja al que alguna gente mala lo llama cabeza de rodilla o resbalón de piojos. Tía es que hay gente está muy mala ya que imitan las acciones del expresidente.
Fíjese que en el CVS donde trabajo comentábamos con mis compañeras de labores que Trump exigía los servicios de agentes del servicio secreto para proteger a sus cuatro hijos, tres de los cuales él mismo apodaba “los inútiles ultra.” Donald gastó 1.5 millones de billetes para que los cuidaran; ¿para qué? También incluía a su yernito cuyo trabajo era alquilar departamentos. Esto no incluye los viajes gratis que pagábamos nosotros con nuestros impuestos.
Sin entrar en más detalles engorrosos y embrollados, le diré que soy de una hermosa región del Caribe amenazada por temblores y huracanes, tengo orgullosos 23 años y según mis amigas, atraigo a los tipos con una facilidad espeluznante. “Es que estás muy buena,” me dicen y yo me sonrojo.
Resulta tía que hace unos meses inicié una relación sentimental intensa que ha pasado a niveles superiores de lucha. Usted sabrá por experiencia o se lo habrán contado que ahora están de moda las lunas de miel prematuras sin estar maltrimoniada y así se pasa mejol y sin compromisos.
Como le decía, en esta relación todo está bien, salvo que Tony, mi novio, (este no es su verdadero nombre ya que temo se enoje si sabe que le estoy escribiendo acerca de él), tiene una serie de manías, changuerías y jodiendas que he ido descubriendo en la medida que nos vamos compenetrando e introduciendo de un modo íntimo.
Pero lo peor de todo es que a este tipo le produce alergia sudar. Yo vengo del Caribe en que “transpirar” como dice en su idioma este macaco, es algo normal y nadie se hace problemas en fiestas patronales, barbacoas, ni en los bailes donde una suda poque para eso se lleva una toalla.
Tony no es así. En el Club de la Franklin donde se baila con la luz apagada, solamente le gusta bailar cosas lentas y pegadas y si suda se molesta, comienza a beber, y allí se chava el asunto. En nuestras noches tórridas de pasión, es la misma cosa porque después de un encuentro profundo y vital sale corriendo a ducharse y yo me quedo comiendo un cable.
Entre los meses de junio y septiembre, mi novio se transformó en una plasta, perdonando la expresión, ya que dice que las playas de Connecticut son más desabridas que una sopa de tuercas y otras sandeces por el estilo. Olvídese de los lagos.
Cuando llegamos a esos lugares se queda como un idiota debajo de un árbol abanicándose con lo que haya, y no me quiere acompañar cuando yo me introduzco a las aguas a las que teme porque dicen que hay virus que a una se le meten por las orejas, afectan el cerebro y comenzamos a hablar de cosas que no se ven como lo hace Trump y los que se oponen a la vacuna.
Como me veo bien con tanga ultra con hilito, no faltan los hombres que se me acercan para entablar amistad; pero entonces Tony se pone machista y celoso saliéndole a los tipos de una forma estrujá y ahora como están de modo las pistolas temo por su vida.
Yo le he hablado de mi Isla, y no quiere saber nada de eso, aunque le he contado que las aguas del Caribe son tibias y las brisas del mar cuando una está debajo de las palmas, nos refrescan el alma y el cuerpo, como decía el poeta Julián Agosto que escribió,
¡Oh playas sacrosantas de mi viejo mar Caribe!
Tus olas no me incomodan ni tus palmas me inhiben,
Y disfruto como Tino, un trozo de chicharrón,
Y hago escante con el panapén con turrón,
Pero con pan de la Mallorquina.
He pensado que no vale la pena seguir con este mequetrefe que me tiene un lado hinchado con sus changuerías inocuas y sus celos amofongados. ¿Qué me aconseja usted?
Amelia Ortiz Miranda
Respuesta:
No se si quieres realmente dar tu nombre completo porque tu novio es maniático y si lee lo que me enviaste que no me extraña porque La Voz está en todas partes, se enojará mucho demasiado. Y es que me has enviado este e-milio otoñal con esperanzas infinitas de ayuda y como te digo, si el maniático se entera, ya se habrá solucionado tu problema porque el tipo sabrá pa’seguida como se bate el cobre y se alejará de ti caminando por la vía dolorosa de la frustración y el desencanto. ¡Oh, Dios!
Aunque no soy siquiatra, veo que entre ustedes hay más bien un problema de desavenencia cultural, cómo era el caso de un muchacho peruano que se casó con una boricua que no creía en la devoción del Señor de los Milagros y que, aunque vivieron cuarenta años juntos y tuvieron siete nenes; nunca negociaron una solución al problemita.
Lo de tu novio sin embargo no son manías, changuerías o pocas vergüenzas; sino que una desavenencia climática ya que parece que al tipo le gustan más los climas fríos y que imaginándome de donde viene, estaríamos hablando de regiones con un calor tan seco como lágrimas de momias, y en el invierno pasan mucho frío por la humedad, pero se las arreglan con las estufitas.
Ahora bien, si el tipo te quiere, debiera hacer un esfuerzo inaudito y pasmoso para ser menos problemático ya que es más complicado que uno que se frustraba porque no podía hacer gárgaras boca abajo.
Creo que tu novio es de la región del Pacifico o el Atlántico, pero inclinado a la Antártica que también se está derritiendo. No hace un esfuerzo para adaptarse a las nuevas circunstancias que le dio el Señor. Esto de responderte “¡qué querís!” o “que querés” de una manera estrujada cuando le llamas, demuestra que no sabe que nosotros usamos la respuesta “Voy,” que, aunque no se transforme en una acción real e inmediata, al menos siembra en el cerebro de quien escucha alguna esperanza tipo futuro imperfecto.
En otras palabras, el tipo es también un malcriado y es bueno que esas tendencias groserísticas las vayas anotando para el día en que finalmente lo botes del apartamento como una bolsa de estiércol. También, y si alguna vez consolidan la unión en un maltrimonio, te llevará a pasear a su tierra en lo que es el verano de acá, pero invierno de allá, para que veas con lo que te estás casando. Pasaras un frío insólito ya que, y esta es la segunda mala noticia, en esos países no tienen la calefacción central de por acá, sino que unas estufitas que no ayudan mucho. Cogerás catarros y a los tres días querrás irte a hoteles que son más caros que la gasolina vendidas por la concha, es decir la Shell.
Nena, tienes un problema por delante y por detrás ya que de acuerdo al Dr. Tiburcio Retamal, el proceso de adaptación a una nueva realidad climática toma décadas, y esto de las respuestas destempladas de ese aparato con ojos no cesarán ya que en la medida que adquieran más confianza y familiaridad, saldrán otras cosas. ¿Empujones, codazos, patadas por debajo de la mesa?
Medita y toma una decisión, y a él no le deseo nada malo, sino que se le caigan todos los dientes, le quede solamente uno, y ese le duela.
Para finalizar y esperando que ya no estés gastando mucha electricidad con esto de los aires acondicionados que no son necesarios porque dicen que en septiembre nevará, te dejo con el pensamiento del filosofo estadista Julián de la Mariquina que en una reciente charla que dio en Juncos dijo: “el problema que no se resuelve solo, es porque no tiene solución.” ¿Cómo la ves? Medita.
Tu Tía que te compadece.
Vocabulario aclarativo
Comerse un cable: aburrirse, sensación desagradable y frustrante.
Changuería: acciones impulsivas e infantiles que afectan a veces a algunos adultos mayores.
Chavar: molestar mucho, afectar negativamente el transcurso de la existencia.
Fiesta patronal: evento especial dedicado al patrón del pueblo, usualmente un Santo.
Hablar estrujado: hablar de un modo brusco, irrespetuoso y desagradable.
Hacer escante: causar un impacto notorio positivo o negativo.
Jodienda: lío, embrollo, acto legal o ilegal.
Macaco: Un tipo de mono.
Mequetrefe:
Panapén: Delicioso y nutritivo fruto tropical.