Pregunta
Tía:
Le escribo desde este hermoso pueblo de Bloomfield al que algunos muy pocos denominan “el jardín del noreste de Connecticut,” pero la verdad/verdad es que el pueblo arquitectónicamente y sin ofender, es más desorganizado que una convención de pollos, cuestión que afecta nuestras posibilidades de progreso turístico y cultural.
Lo que hay y que valía la pena era un cine para los viejitos donde presentaban óperas desde el Metropolitano de Nueva York, pero el lugar huele a humedad. Sin embargo, somos optimistas y esperamos que algún día tengamos mucho más que ofrecer para salir del hoyo. o bien nos mudemos más hacia el sur para ver si las cosas cambian.
Escribo esta carta mientras trato de conseguir que me vacunen porque tengo la condición previa del pecado original y la hepatitis C y D. Este trámite se me ha hecho más difícil de solucionar que identificar a un republicano honesto ya que todo es en inglés y hay que manejarse en la nueva tecnología. Lo del CVS es más enredado que una riña de pulpos. ¿Se podría una vacunar en los DD?
Yendo al punto como decía un dermatólogo de apellido Zarpullidhinski que no es lo mismo que Zarpafuera, deseo que me aconseje acerca de un hecho que atormenta mis noches de insomnio en relación a mi papá que ahora ya viejolo se cree mamito, usa jeans, se deja el pelo largo con un moñito de torero y piensa que es un adolescente. Mi distinguido pai vive por acá en su propio departamento, mira películas porno mexicanas con títulos tan indecentes como “el Arte de la Manopla de Carne,” “El fin de semana de la Carlina en el Regimiento Número Uno de Infantería,” “El enanito Eufemio y sus Aventuras con las Vikingas Apasionadas,” o “El Chorizo Inaudito y Cruel de Truco.”
A mi pai le encanta vestir con pantalones de cuero apretado durante el invierno, y usa un abrigo imitación piel leopardo más corto que lo que devuelve el IRS y no le cubre los riñones. Con el pelo largo tiene un ligero parecido con Ras Putin. Le encanta meterse en fiestas de muchachos jóvenes y bailar ritmos como el perreo desbocado y el merengue/retaguardia con unas tipas desvergonzadas de esas que se le pegan a los viejolos (buscándose lo de la pensión gratis y el legado), y se mueven más que las nalgas de la JLo, a la cual vimos en la inauguración del señor Joe Biden luciendo el anillito de un millón que le regaló Alex al que se ve siempre contento y muy relajado.
Yo lo dejo a mi pai que haga todas esas cosas porque como el “gallito ya no pica,” lo que hace son nada más que changarías sin destino alimentadas por su imaginación y memorias a largo plazo de lo que ya no volverá como decía ese tango del cantante francés Carlos Gardel.
Para San Valentín fue al cumpleaños de una sobrina, se dio unos palos y llegó por la noche mareado y con un fuerte dolor al tobillo izquierdo ya que se entusiasmó bailando salsa retro. Le tomé pa’rapido la presión arterial y la tenia 110 sobre 170 con el pulso en 90 por lo que lo llevé a emergencia en el Hospital Saint Francis donde después de cuatro horas de exámenes y la desagradable prueba del Covis-19 donde le meten a uno dos palos en las fosas nasales (algunos le dice las narices), le encontraron negativo, pero el colesterol más alto que el precio de la leche y una tendencia a que el motorcito, también llamado corazón, se le agitara de una forma intensa probablemente ocasionada por una diabetes incidental o antiguos problemas con las tiroides y déficits en la muela del juicio.
Comenzó a tomar los medicamentos, pero ahora los dejó y continúa con sus fiestecitas y usando una motocicleta de tres ruedas que le compró a un compadre que se fue a Puerto Rico ya que aquí no soportaba el frío. Ahora se queja de un dolor agudo a la cintura y ya no le caen muy bien la morcilla ni el pernil que comía constantemente con yautía y ñame.
Tía, mi papá cuyo nombre es Serafín, no quiere asumir que ya es viejolo y que se ve mal con el pelo largo, con botas de charol y con mucha cadena y prendas.
¿Cómo lo puedo ayudar a que asuma lo que es el paso y peso irremediable del tiempo que nos trae las canas, las arrugas, flatulencias, la artritis, el reflujo, diarreas, constipaciones, la descolocación inminente de la piel y el reuma?
Agradeceré su respuesta y espero que se lo hayan pasado bien el Día del Amor.
Sinceramente, su sobrina
Murina
Respuesta
Querida Murina. La expresión no es “que se lo hayan pasado bien” sino “que lo pase bien” sin más agregados extravagantes ni pueriles así es que no te pongas graciosa que todavía estoy de mal humor por lo del frustrado juicio al Omen. Es que como decía Ali Babá a sus cuarenta ladrones, “gran poder es el billete.”
Con respecto a tu pueblo, a mí me encanta el cementerio situado a la entrada de Bloomfield, pero por el Oeste, ya que allí con suerte se huele la naturaleza y por las noches se puede observar como titilan azules los astros a lo lejos, sobre todo si se avizoran con un telescopio marca “Trenton” con el que se ven incluso las tristes lunas de Plutón.
Aceptar el paso del tiempo no es fácil y muchos poetas, músicos, viejolos y viejolas, deprimidos, iluminados, charlatanes, filósofos y tostados, meditan diariamente acerca de este hecho que preocupa al hombre desde el principio cuando existía el Verbo ser. Sin embargo, debes recordar dos cosas. Una de ellas es que los seres humanos somos muy distintos y diferentes como decía Feliciano, y la otra es que debemos hablar tanto de la vejez orgánica, como de la espiritual.
Tu padre que me imagino es viudo o separado, es uno de esos tipos que se siente emocionalmente joven y que rehúsa excluirse de ciertos aspectos de la vida propios de la juventud tales como polladas, celebraciones pandémicas en los sótanos de edificios de la Park y vacilones en rincones inexplorados del Green. Ahora los Centros de Adultos Mayores están más cerrados que mirada de almeja y quizás, quizás, abran algún día sus puertas después de la vacuna, quizás.
Realmente no sé como no se le ha ocurrido a tu papá ser Niño Escucha (en su caso “Viejo Escucha”), pero se nota que desea estar aun en contacto vivo y directo somáticamente hablando con la juventud lo cual no es malo, y para él, bailar perreo estrujado, le ayuda en ésta auto terapia de la afirmación de la existencia.
Lamentablemente el cuerpo humano es más frágil que una cabeza ortopédica y los órganos se van agotando, poniendo así límites insalvables a lo que nos impulsa nuestro espíritu y ansias del vacilón infinito.
Te diría que hables con sus doctores para que le insistan en lo de los medicamentos, pero déjalo ir a fiestas y vestirse como le de el gusto y gana con máscara, salvo que quiera practicar el nudismo en la calle principal de Bloomfield. En este caso, lo llevas de inmediato al Institute Of Living de Hartford para que lo atiendan.
Sin embargo, aprovecho tu consulta para enviar a mis lectores y lectoras una pequeña prueba que, de acuerdo a los puntos acumulados, les indicarán si es usted es o no una persona de la tercera edad, ahora en el mes de julio del año 2021.
1. ¿Disfrutaba usted con las presentaciones en vivo de Elvis en pantallas redondas en blanco y negro en el espectáculo de Ted Sullivan?
2. ¿Gozaba inmensamente con la canción “y llorando me dormí” de Bobby Capo?
4. ¿Escuchó usted por la radio la transmisión el matrimonio de Lucho Gatica con Mapita Cortes?
5. ¿Bailaba usted con la legendaria canción “Me siento bien” de los Beatles?
6. ¿Vio usted el debut de Lucecita Benítez y Danny Rivera en televisión cuando tenían 15 años
Si su respuesta a cinco de estas preguntas es positiva (SI), significa que usted está entrando no a la tercera, sino que a la cuarta edad y le damos la bienvenida al MedicarePlus.
Nora que te lo pasen muy bien y vigila de todos modos a tu papá con lo del Viagra Ultra que hace milagros y a veces el gallito vuelve a cantar y tendrías un hermanito y una cuñada de 18.
Tu Tía que te quiere mucho y te deja con este pensamiento del poeta Guido Lacross Núñez.
“A los viejos y a las locas, hay que seguirles la corriente, pero no te metas en su agua.”
Tía Julia.