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Tía Julita,
Le escribo con las entrañas maltratadas por el dolor lo cual no es el producto de una relación carnal desbocada, sino que además de eso que no lo niego, es por una tristeza profunda debido a la situación que vive mi novio Chen Lee con el cual somos pareja desde que estudiábamos en la famosa universidad de Yale.
Menciono el nombre de esta grandiosa institución académica porque abría y abre sus puertas a estudiantes extranjeros cuyas familias tienen chavos y consiguen por acá sus credenciales que los acredita como inteligentes por esto cuando vuelven a sus países de origen los aprecian (creo) mucho demasiado.
En nuestro caso, Chen era ya inteligente, muy educado y no tiene hermanos por un asunto de la política impuestas por Mao Techo Una consistente en que las familias no podían tener más de un hijo ya que había muchos chinitos y chinitas. Tía, esto me horroriza porque mi abuela que es del hermoso pueblo de Las Piedras tuvo 12 hijos y mi mai era la más chiquita. Si hubiésemos estado en China yo y diez de mis hermanos no existiríamos na.
En mi familia y con el paso inexorable del tiempo han aprendido a quererlo y apreciar sus cualidades morales y éticas, pero al principio le tildaron apodos, pero ya se han arrepentido como lo hizo el humorista John Leno que les caía fuerte con sus chistecitos relacionados con los gatos. Chen no es resentido, no se da el palo, toma té y me trata con cariño y cortesía, aunque cuesta entenderle el español. A mí me dice “amolcito mío, te quielo colazon, dame aloz con gandullez, y vamosh a dolmil o pa hacel chinco niñitos.” ¡Que romántico! Los asiáticos tienen problemas con las consonantes “eres.”
Para desgracia de nosotros, mi novio chino nació, adivine donde…en la ciudad de Wuhan, si allí mismo donde apareció el virus corona que mal rayo parta.
Pero vea usted como se dan las cosas con esta emergencia.
A mí me encantaba mucho la comida china que preparan los chefs chinos, cenar en un restaurante chino de West Hartford donde un señor también chino tocaba el piano traído de China, y su esposa china era la administradora del personal que también era todo chino, pero ahora como que me da cosa porque una no sabe si los ingredientes fueron importados desde Pekín o Wuhan.
Tampoco deseo comprar nada en los Walmart cuyos productos vienen empacados desde la China y menos aún las comiditas para nuestro gatito Chochín quien desde que comenzó el virus, se ve triste melancólico, mohíno y tan mustio como gallo desorientado en un corral de lechones. ¿Estará con el virus?
En su trabajo donde Chen es experto en juegos virtuales para jóvenes tales como el Tikis Naka, Topo mash, Cahun Mhiel Da, el Nothing Happen, además del ajedrez con 57 piezas; la situación no es la mejor porque ahora los supervisores no se le acercan y los otros técnicos no almuerzan con él, salvo un amigo japones que está en las mismas es decir más aislado que si Trump viviera en Guanajuato; ¡Híjole!
Chen anhelaba y deseaba ardientemente que fuésemos a la ciudad de Wuhan para presentarme a su pai Nel Chen y a su mai Shing, pero ahora una travesía en avión, crucero de lujo o submarino es imposible debido a las precauciones aun exigidas por el gobierno y el peligro de la exposición al coronavirus el cual parece más peligroso que comer enchiladas en los “restaurantes chipotle donde usted come una enchilada y se le queda en el cogote.”
Para que usted entienda a cabalidad por lo que estamos pasando con Chen Lee, hace dos semanas fuimos a un club donde estábamos aprendiendo a bailar salsa y la profesora no quiso darle la clase a Chen Lee quien se sintió muy ofendido.
Tía, el gran problema es que Chen me ha impregnado y estoy embarazada de tres meses. Los dos estamos felices, pero no así mi mai que se ha puesto muy racista. De mi pai ni que decir pues cuando saluda de mano a Chen mira para otro lado y se va enseguida a la lavársela con cloro. Mi hermano Pipote en vez de darle la mano, le ofrece una mano empuñada como lo hacen los gangueros.
Por favor ayúdeme que desfallezco.
Remira
Respuesta
Re-mira que miras dos veces, siento tu dolor, frustración y congoja, pero les felicito por la posibilidad de tener a otros descendientes con Chen Lee. Esta triste situación en China nos ha permitido saber algo más acerca de cómo se bate el cobre en ese hermético país donde los que deciden todo, incluso aquello, son los integrantes de un Comité Central del Partido Comunista integrado solamente por viejolos machistas.
Lo que dice Chen es verdad. Hubo un tiempo en que a este señor Mao Tse Tun se le ocurrió la idea de controlar la natalidad porque había muchos chinitos y chinitas que se reproducían muy rápidamente por lo que el denominaba el “síndrome del conejo.” Fue así es que se prohibió a las parejas tener más de un hijo y para esto no se utilizaron los programas tradicionales de contracepción. Si no me equivoco en este delicado tópico, en 1979 cuando yo tenía cinco añitos, se impuso el decreto llamado “un solo nene o nena y más na,” y en 1980 se permitió que las familias que vivían en el campo pudieran tener dos retoños para ayudarle a los padres a labrar la tierra.
Como en estos sistemas autocráticos y totalitarios no se quedan en chicas, se usó para implementar el asunto la contracepción, pero se obligaba también a abortar a las mujeres que habían quedado embarazadas (trauma), y mira tú, se llevaron a cabo programas de esterilización obligatoria (más trauma).
(Recuerda mija que en Puerto Rico se hizo lo mismo en el pasado cercano, pero no se les informaba a las mujeres lo que les estaban haciendo allí. Para más información revisa la historia de la Isla para enterarte a quien se le ocurrió la idea en Washington D.C. y quienes la implementaron).
En China a las familias que acataban la ordenanza fatídica, se les daban como premios cinco yuanes al mes y un certificado de reconocimiento que rezaba “Este es un chinito y una chinita buena. ¡Viva Mao!
Con el mandato de NO tener más de un hijo o hija por familia, se cree que se evitó el nacimiento de una cantidad que fluctúa entre 500 y 600 millones de chinitos y chinitas. A partir de enero del 2016, es decir hace poco, las familias pueden tener dos hijos.
Pero…todo tiene consecuencias cuando cambias el orden en la natura.
Al modificar brutalmente las pólizas de natalidad se ha producido el fenómeno de un déficit de mujeres, es decir se calcula que hay 40 millones más chinos que chinitas lo cual ha causado resultados muy negativos y a la vez positivos.
Entre los negativos y debido a que hay menos mujeres, se informa que hay más secuestros de féminas, ha aumentado el tráfico humano (mujeres importadas clandestinamente), hay muchas más infidelidades, y otras cochitas como el onanismo crónico y la utilización de muñecas inflables que incluyen vaselina.
De acuerdo a los estudiosos de este fenómeno, es que las mujeres por su parte se han sentido aliviadas de las tareas de criar muchos niños y niñas; no están sometidas a los trabajos domésticos del hogar, pueden dedicar más tiempo para ellas mismas, han crecido sus oportunidades de educación para transformarse en profesionales, pueden cuidar su estado físico y apariencia y son más independientes. También los parejos y esposos las cuidan mucho más y las tratan como reinas, porque a menor oferta de mujeres hay más patas negras, como decía un mexicano.
De todos modos, entiendo al padre de tu chinito o chinita que desearía llevarte con orgullo a su ciudad natal, pero por ahora ustedes se me cuidan y ya habrá tiempo en el futuro cercano.
En cuanto a lo otro que mencionas porque al chinito le están dando de codo, esto del coronavirus ha aumentado el Estados Unidos el infame fenómeno de la “xenofobia” palabra cuyo sinónimo es el racismo. En los Estados Unidos tiene su causa fundamental en la necesidad de los grupos dominantes (los anglosajones) de dividir a la sociedad y estimular y animar diferencias que pongan límites a la articulación política de las clases subalternas.
El racismo en contra de la población asiática siempre ha existido en USA y Latinoamérica, así es que dile al padre de tu baby que lo tome suave y que es bienvenido a la comunidad latinoamericana, caribeña, mexicana, afroamericana, italiana, polaca, y nativo americana que reciben actitudes prejuiciadas y son victimas de la xenofobia que animaba en sus discursos el Trump creador de “esa maldita pared” donde gastó los chavos del Pentágono pero que al final del día pagamos nosotros a quienes nos cobran los impuestos y nos multan si es que no pagamos.
Acuérdense que el plazo para declarar impuestos se acerca inexorablemente.
La tía Julia que les envía su modesta bendición. Envíenme una foto del chinito.
Comentario a los Consejos de la Tía Julia. Tía, creo que la policía de Hartford se las esta comiendo y merecen reconocimiento porque rápidamente descubren a los aficionado a disparar. Lo que hay que hacer es apoyar a los congresistas y senadores que desean limitar el acceso a las armas de fuego e investigar la venta de armas robadas. Ojalá que a los juveniles que roban carros para cometer delitos los envíen a tribunales de adultos y se les envíe a cárceles con rehabilitación porque los padres no pueden con ellos. He dicho. Willis de New Hartford.