Por Juan D. Brito
Según afirman los integrantes del equipo asesor del Gobernador Ned Lamont para lidiar con el virus Covis-19, difíciles decisiones están tomando las autoridades de Connecticut en relación a la distribución y aplicación de la vacuna en nuestras ciudades y pueblos, Es que no es un tema fácil de resolver después del arduo proceso de investigaciones y pruebas para encontrar el antídoto perfecto para una plaga mortal de carácter pandémico.
Las primeras dosis se podrían aplicar a mediados del mes de diciembre, pero las prioridades acerca de quienes serían los primeros beneficiarios limitaría la aplicación de un plan más amplio y generalizado de distribución que prolongaría el plazo de espera para las inmunizaciones hasta el mes de mayo del próximo año, extendiéndose incluso hasta los meses de verano.
Son dos las compañías farmacéuticas que producen las esperadas vacunas y una de ellas es Pfizer, mientras que la segunda es Moderna. Según informa el gobernador, el primer envío es de un total de 20,000 unidades para mediados de diciembre para la compañía Pfizer, y una segunda dosis de 20,000 la recibiría la empresa Moderna. De acuerdo a lo expresado por los expertos y a diferencia de la vacuna en contra de la influenza que se aplica solo una vez al año, las destinadas a contrarrestar el Covis-19 requieren de dos dosis programadas en un intervalo de dos o tres semanas.
Max Reiss, portavoz del gobernador dijo que, para fines de diciembre, Connecticut recibiría un total de dosis que ascienden a la cantidad de 100,000 unidades.
“Anticipamos que el lunes 14 de diciembre sería el gran día de recepción de las primeras dosis,” dijo el portavoz. Por otra parte, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, ha manifestado que los estados recibirían las dosis a fines de diciembre, mientras que el General Gustave Perna quien coordina la Operación Warp Speed ha dicho que las dosis serán enviadas tan pronto se cuente con la autorización de la Autoridad Federal de Alimentos y Drogas, UFD, agencia que autoriza el programa de inmunización.
Ahora bien; ¿quiénes recibirían las primeras dosis?
El gobernador Ned Lamont que, desde el agravamiento acelerado de la crisis pandémica en el mes de marzo se rodea de inmediato de un equipo de expertos permitiendo notables resultados en el control de la primera virulenta ola de infecciones, es quien decide el proceso de distribución e inmunizaciones.
Habría dos prioridades inmediatas y una de ellas serán los trabajadores y trabajadoras de la salud, y los y las residentes de los hogares para adultos mayores que requieren asistencia médica y personal diaria ya que no residen con sus familiares.
Esta recomendación de dos prioridades de la vacuna para una cantidad limitada de recipientes es acorde con las estipulaciones de los Centros de Control de Enfermedades y Prevención.
En una reunión reciente del comité asesor del gobernador, Nichelle Mullins, vicepresidenta de un subcomité de distribución dijo que se debe entender que la vacuna se va a entregar en cantidades limitadas lo cual ya en el pasado mes de noviembre fue un tema discutido por los expertos y expertas.
De esta manera, estas serán las prioridades.
La primera son los empleados y empleadas que trabajan en hogares donde residen permanentemente adultos mayores que por sus condiciones físicas o mentales no pueden vivir con sus familias (Nursing Homes).
La segunda prioridad es el personal que trabaja en los departamentos de cuido intensivo, y los salones de emergencia para los ya contagiados por la infección Covis-19, incluidos los terapistas de pacientes con problemas respiratorios.
La tercera prioridad incluye a los empleados que lleven a cabo las pruebas para determinar si las personas están o no contaminadas.
La cuarta prioridad incluye a dentistas e higienistas dentales.
La quinta estará compuesta por el personal de los centros de salud de la comunidad.
La sexta incluiría al personal de escuelas y distritos de salud si es que van a administrar las vacunas.
Finalmente se incluirá en las prioridades de vacunación a las personas que ayudan sanitariamente a personas que residen en sus hogares, y a los que proveen apoyo de mantención, apoyo medico y personas que trabajen en la preparación de alimentos y su distribución en hospitales.
Mullins quien es también la presidenta y CEO del Centro de Salud de Chárter Oak dijo que en el comité que estableció estas preferencias existió un gran consenso acerca de ellas, pero se cree que el primer y segundo envío de las dosis no alcanzaría a cubrir a todas las personas señaladas en estas categorías de distribución.
Frente al asunto de cuando la administración de vacunas estará disponible para el resto de los habitantes de Connecticut, se dijo que una distribución generalizada comenzaría solamente a comienzos de mayo o junio del 2021.
Autoridades del Departamento de Salud y de Servicios Humanos de Connecticut ha anunciado que ya existiría un acuerdo para que las vacunas se puedan administrar en las farmacias CVS y otras cadenas de establecimientos semejantes.
Por ahora, los residentes de Connecticut que no están considerados en estas prioridades debe continuar con las medidas de confinamiento en sus hogares, el distanciamiento social y le ya habitual proceso de lavado de manos y uso de desinfectantes en este estado que tiene una cantidad aproximada de 3.577,968 habitantes.
Aun así, el programa generalizado de inmunizaciones para contrarrestar el Covis-19 no es una misión imposible dada la experiencia de la aplicación anual de la vacuna en contra de la influenza.