STAMFORD.- La reconocida estilista Verónica Obando, vio hecho realidad su sueño de seguir siendo dueña de su propia sala de belleza el viernes de la semana pasada en horas de la tarde, al dar por inaugura su peluquería a la que le dio por nombre: “Verónica’s Unisex Salon”, ubicada en 1130 East Main Street de esta ciudad.
Verónica, que es muy conocida en Stamford porque tiene más de dos décadas como estilista (peluquera), inició su profesión en Quito-Ecuador. Al llegar a los Estados Unidos trabajó en las salas de belleza del “mall” y en Ladis Salón, una peluquería que a lo largo de los años ha crecido con varias sucursales en Norwalk y Stamford; pero también en Why Not Silvia, propiedad de su hermana Silvia Torres-Cadena, quien por seis años le permitió usar las instalaciones de su estética y desde ahí, con la cartera de clientes que obtuvo a lo largo de estas dos décadas, su nombre ha crecido en la industria de la belleza como una empresaria mujer y emprendedora.
Verónica, durante su peregrinar por las peluquerías de Ladi Rojas (Ladis Salon) y Why Not Siliva (Silvia Torres), siempre ha tenido el aprecio de sus compañeras de oficio y de su extensa carrera de clientes. Por eso, cuando su hermana le propuso que le comprara su estética no dudó en hacerlo y se lanzó a la aventura, junto con su familia, de iniciarse como dueña de un pequeño negocio, el mismo que le permitió ayudar en la economía de su hogar llevando el pan a su mesa, sacar adelante a sus hijos en la universidad y mejorar la mecánica de su marido.
Pero como el contrato de la venta de la marca de Why Not Silvia estaba por cesar, su dueña original decidió volver a su lugar de trabajo y Verónica emprendió su camino por encontrar un local apropiado y tras dar con el espacio ubicado en 1130 East Main Street, buscó una arquitecta para que le diseñara a su gusto, hizo un préstamo al banco en calidad de “mujer emprendedora para pequeños negocios” y de la mano de su esposo e hijos y el apoyo incondicional de sus compañeras de trabajo, tomaron la paciencia de esperar seis meses hasta finalmente dar por inaugurada la sala de belleza el pasado viernes.
El día de la inauguración llegó. No estuvo la clase política presente porque Verónica Obando pertenece al mundo de la religiosidad y no de los servidores públicos. Por eso el encargado de dar el discurso inaugural fue el pastor de su iglesia, Ignacio Avila, quien agradeció la fe y la paciencia de Verónica y sus compañeras de trabajo, que por largos meses se quedaron varadas sin empleo esperando los trámites y permisos municipales, la construcción e instalación del equipo de trabajo.
“Cuando hicieron la evaluación del vecindario dentro del municipio y dijeron que en East Main Street era necesario tener una peluquería local, ese día realmente estuve feliz porque los siguientes pasos ya solo eran cuestión de tiempo. Pero lograr que pase la inspección técnica del Departamento de Zona Urbana fue muy difícil”, recuerda Verónica, quien admite que después de dejar la peluquería de Ladi Rojas, debió emprender sola su sala de belleza y no comprar la estética bajo el nombre de su hermana porque al final del día ella siempre seguía siendo su dueña. “Son las lecciones de la vida para crecer y sobre todo para creer en uno mismo”, dijo.
“Vamos a cortar el listón como un emblema de apertura, como señal de principio y que como todo principio es difícil pero siempre tiene su propósito. Damos por abiertas las puertas de este lugar. Pasen, pasen todos. Y declaramos esta sala de belleza como un lugar de bendición para Verónica y sus compañeras de trabajo y para todo aquel que venga a recortarse el pelo”, dijo el pastor Ignacio Avila.
Posteriormente, a la hora de brindar, Verónica agradeció a sus compañeras los ocho meses que se quedaron prácticamente desempleadas esperando la inauguración del local y a su esposo e hijos, quienes no solo le han apoyado emocionalmente si no que se están encargando de los detalles de la construcción, de mantener en regla los papeleos municipales y al día las redes sociales.