Por Paul Bass
En New Haven, esta es la fórmula: Si tienes una casa de 500.000 dólares, pagarás 50 dólares más al año. En contrapartida, New Haven podría recibir decenas de millones de dólares más del Estado.
¿Funcionará esto?
El Senador Martin Looney presentó ese argumento, y otras variantes del mismo, para un público estatal en una conferencia de prensa virtual el martes.
El presidente del Senado estatal, que representa a la mitad este de New Haven, realizó la rueda de prensa para defender su propuesta de nuevo impuesto estatal sobre la propiedad. Se le podría llamar “impuesto para mansiones”. Dijo que le parece bien.
Según la propuesta, los ciudadanos pagarían un milésimo de dólar más de impuestos sobre la propiedad cada año. Pero sólo si poseen una vivienda cara: Una que valga al menos 430.000 dólares (en valor de mercado, no en valor de tasación que, por alguna razón, en Connecticut representa el 70%, no el 100%, del valor de mercado).
De acuerdo con el plan de Looney, el propietario de una casa de 500.000 dólares pagaría 50 dólares más al año, mientras que el propietario de una casa de un millón de dólares, pagaría 400.
En contrapartida, Looney calculó que el Estado recaudaría 73,5 millones de dólares más. Ese dinero se utilizaría para reembolsar a las ciudades y pueblos, el dinero que dejan de percibir cada año por las exenciones del impuesto sobre la propiedad impuestas por el Estado, a las organizaciones sin fines de lucro y por los costos, no debidamente compensados, de los programas de educación especial.
Esto ayudaría a financiar, por ejemplo, un plan de tres niveles que tiene Looney, para reconfigurar el programa estatal de Payment in Lieu of Taxes (Pago en Lugar de Impuestos-PILOT).
Según la oficina de Looney , esa reestructuración supondría para New Haven 43,6 millones de dólares más al año, por concepto de reembolsos estatales.
Quien proponga un nuevo impuesto o el aumento de un gravamen como parte de un plan más amplio, se enfrenta a un obstáculo: Los opositores no tardan en convencer con el temor de que “se están subiendo los impuestos”.
Looney insistió el martes en que no está “subiendo los impuestos” con este plan, sino que está proponiendo una “reforma del impuesto sobre la propiedad”. Para que sea más justo un sistema que actualmente favorece a los millonarios de Greenwich en detrimento de las familias trabajadoras y de clase media de la mayor parte del resto del estado.
¿Un cambio crucial?
Hasta en el propio barrio Morris Cove de New Haven, el que representa Looney, ese argumento sería “difícil de defender”, dijo el concejal Sal DeCola.
Algunos de los 2.000 jubilados de su barrio, son propietarios de viviendas que superarían ese límite de 430.000 dólares de valor de mercado, dijo. Y no apoyarían el pago de otros 50 dólares al año en impuestos.
“Sería un cambio crucial para algunos de ellos. ¿Qué van a recortar? ¿Los medicamentos?”, se preguntó DeCola.
¿Qué hay del argumento de que New Haven podría reducir sus impuestos locales sobre la propiedad con este plan estatal, que aportaría mucho más dinero de los propietarios de viviendas en Greenwich, Westport y New Canaan?
“ Usted está asumiendo que los impuestos bajarían en New Haven. Pero nada de eso es seguro: No hay garantía de que la ciudad haría tal cosa”, dijo DeCola. “No se puede contar con que el alcalde Elicker vaya a aprobar ese gasto de dinero. Es una idea difícil de vender entre mis jubilados, no podría respaldarlo”.
La concejal de East Rock, Anna Festa manifesto el mismo tipo de preocupación: “¿Como tengo seguridad de que el dinero vendrá para New Haven?” ¿Y “quien asegura que las personas que viven en casas de $500,000 tienen dinero para ese gasto?”
Festa también señaló que, con la revalorización y las posibles subidas de impuestos que se avecinan en New Haven, el momento podría no ser el adecuado.
El concejal de Prospect Hill/Newhallville, Steven Winter, tiene una opinión más positiva sobre la propuesta: “Nadie quiere pagar más impuestos. Pero las desigualdades que existen en Connecticut, son un reflejo de las que existen en todo el país, y propuestas como ésta, y el aumento de los impuestos sobre las ganancias de capital, pueden ayudar a aliviar la carga de un sistema fiscal regresivo, que afecta, en mayor medida, a los residentes más pobres de nuestro estado.
Combinados con otros cambios estructurales como las reformas del PILOT, estos cambios, pueden aportar más apoyo estatal a New Haven, lo que ayudará a las finanzas de la ciudad y, si hay suerte, compensará parte del impacto en aquellos a los que se les pide que paguen más”.
Los Republicanos del Senado, se cebaron con la propuesta de Looney, en un comunicado emitido el martes por la noche, “vienen a perjudicar la vivienda de la familia de clase media,” declaró el jefe Republicano del Senado, Kevin Kelly.
“Ha llegado el momento de pararse y decir ‘ya está bueno,’” le secundó el senador de mayor rango en la Comisión de Finanzas, Ingresos y Fianzas de la legislatura, Henri Martin.
El presidente municipal Republicano de New Haven, John Carlson, también criticó la propuesta. Afirmó que “ esta medida simplemente abriría la puerta a más impuestos para la clase media y los pobres”: 50 dólares hoy, otros más en el futuro.
“Como el Estado sigue teniendo déficits, simplemente adaptarán el impuesto, reduciendo cada vez más la exención, y haciendo que la carga recaiga sobre los pobres y la clase media”, argumentó Carlson. “Los propietarios de edificios de apartamentos, simplemente transferirán el costo a los inquilinos”.”.
Looney argumentó que esos propietarios podrían reducir los impuestos si se aprueba su propuesta, debido a los nuevos fondos que se redistribuirán en ciudades como New Haven. (Además, muchos caseros poseen propiedades de menos de 500.000 dólares).
Una visión más amplia
Su propuesta se inscribe dentro de una iniciativa más amplia de los legisladores de New Haven, que buscan obtener más dinero del Estado, para compensar los ingresos fiscales que la ciudad pierde por los hospitales, las universidades y las propiedades estatales y sin fines de lucro.
Un 60% de la gran lista de New Haven no es tributable, debido a las exenciones estatales. Pero la ciudad recibe menos del 30% de los ingresos perdidos en virtud del PILOT.
El representante estatal Roland Lemar, que representa a propietarios de viviendas de East Rock y Wooster Square que se verían afectados, ubicó la propuesta de Looney en ese contexto más amplio de ideas similares, como gravar las ganancias de capital, explicar las exenciones de impuestos de Yale, explorar programas de estilo PILOT con otras organizaciones sin fines de lucro. Lemar agregó, “estamos estudiando muchas de estas opciones”.
“Apoyo el plan”, dijo Lemar sobre la propuesta de Looney del impuesto sobre las mansiones. Sugirió un ajuste para establecer un primer nivel impositivo más bajo para las propiedades con un valor de entre 430.000 y 750.000 dólares. Y argumentó que la propuesta debe estar directamente vinculada a la reducción de los impuestos locales sobre la propiedad.
El gobernador Ned Lamont se ha resistido los esfuerzos de sus compañeros Demócratas que buscan aumentar la carga fiscal proporcional de los ricos, que pagan tipos impositivos totales más bajos que las familias de ingresos medios y medios-bajos de Connecticut.
El lunes, Lamont rechazó la propuesta de Looney al considerarlo como el típico “nuevo aumento de impuestos de amplia base” al que se opone.
Looney respondió el martes señalando que Lamont había hecho campaña sobre la base de una “ reforma del impuesto sobre la propiedad”. Dijo que “espera” ayudar a Lamont a lograr ese objetivo con esta propuesta.
Looney describió su plan de impuesto sobre las mansiones como un plan de equidad: Greenwich tiene riqueza una neta per cápita de 734.000 dólares. La de New Britain es de sólo 50.000 dólares, la de New Haven, de unos 78.000 dólares. (Así que Greenwich puede recaudar mucho más dinero, y al mismo tiempo mantener los impuestos más bajos, que las comunidades más pobres con la misma cantidad de tierra o tamaño de la casa).
Pero cuando se trata de reembolsar a las comunidades, el Estado utiliza una única fórmula para todas ellas: Greenwich recibe el mismo reembolso por la pérdida de ingresos fiscales del Hospital de Greenwich que New Haven por el Hospital de Yale New Haven y Hartford por el Hospital de Hartford.
“La gente que visita Connecticut se sorprende de las desigualdades” de riqueza entre ciudades y pueblos, dijo Looney. Las consecuencias económicas de la pandemia no han hecho más que aumentar los ingresos en las ciudades más ricas, mientras que han sumido a las comunidades más pobres en una situación más precaria.
Looney alegó que el sistema regresivo de Connecticut, que depende del impuesto a la propiedad en todo el estado, “nos ha retrasado de muchas maneras en términos de desarrollo económico”. Con el impuesto de mansión y su plan PILOT de tres niveles, dijo, está intentando cambiar eso.