Por Thomas Breen
Por primera vez desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, los alumnos de las escuelas públicas de New Haven no tendrán que llevar mascarillas cuando vuelvan a las aulas este año académico.
Así lo anunció la Superintendente de las Escuelas Públicas de New Haven (NHPS), Iline Tracey, al hacer las aclaraciones necesarias durante una rueda de prensa el lunes en la tarde en la East Rock Community Magnet School en Nash Street.
Ella dijo que el sistema de escuelas públicas de la ciudad ha adoptado una política llamada “amigable con la mascarilla” para el año escolar que comienza el lunes 29 de agosto.
Esta política también ha estado en vigor durante los últimos dos meses para los estudiantes que asisten a la escuela de verano.
“Si los estudiantes o sus padres quieren que usen mascarillas cuando están en el aula, pueden ponérselas, aunque no sea un requisito. Los padres de familia son quienes deciden”. La Superintendente Tracey recordó que esa política ya estaba en vigencia en las escuelas de verano.
Algunos estudiantes iban con mascarillas y otros no.
Esto significa un cambio con relación al pasado año, que fue de aprendizaje presencial en el NHPS desde el inicio de la pandemia, y durante el cual era obligatorio que los estudiantes llevaran mascarillas mientras estaban en la escuela, incluso después que el gobernador dejara sin efecto un mandato similar en todo el estado.
El alcalde, Justin Elicker, reiteró en la rueda de prensa, “No hay requisito de usar la mascarilla”.
Dijo que el Departamento de Salud de la ciudad está trabajando con NHPS para garantizar que el sistema escolar público está “aplicando las instrucciones del gobernador” sobre la seguridad de Covid-19 y el aprendizaje presencial.
“El sistema escolar tendrá kits de test disponibles” si un estudiante tiene síntomas o si tiene síntomas, dijo el alcalde, “se hace la prueba, si sale negativo regresa al aula. Si ha estado expuesto expuesto a Covid-19, se le pedirá que se ponga la mascarilla”.
El portavoz de la NHPS, Justin Harmon, dijo al Independent en un correo electrónico que, si un estudiante da positivo por Covid-19, tendrá que “aislarse en casa durante cinco días o hasta que sea asintomático y ponerse una mascarilla durante cinco días al volver a la escuela”.
Harmon también dijo que el NHPS no exige que los estudiantes se vacunen contra Covid-19 para asistir a las clases presenciales, “pero es una recomendación, y estamos ofreciendo clínicas gratuitas”. El alcalde Elicker enfatizó igualmente este punto. Y agrego, “algo importante es que, actualmente, cada estudiante tiene la posibilidad de vacunase.
Blatteau: “ La política “amigable con las mascarillas” busca el equilibrio adecuado
En una entrevista telefónica realizada el martes por la tarde, la presidenta del sindicato de profesores de la ciudad, Leslie Blatteau, elogió la política de ” mascarillas ” como la apropiada para el momento.
Dijo que uno de los puntos fuertes de la actual política de mascarillas, es que el sistema escolar controlará los casos de Covid relacionados con la escuela a medida que avance el año escolar. Y dijo, además, “Creo que el Departamento de Salud y la oficina central vigilarán cualquier repunte, para adaptar la política en función de las necesidades”.
Agregó, “algunas personas estarán felices por no tener que usar mascarilla. Otras, con problemas de salud, se pondrán nerviosas, pero que la política en las escuelas es que quien tiene síntomas, tiene que usarla. Eso tranquiliza”.
En general, dijo, esta política significa que “la gente que vive su vida sin mascarillas podrá hacerlo”. Y a quienes preocupa volver a la escuela sin obligación de mascarilla, puede tranquilizarles saber que, si hay síntomas, hay mascarillas”.
Blatteau pidió al NHPS que “siga distribuyendo pruebas rápidas y mascarillas”, que continúe promoviendo la vacunación como la forma más segura de evitar el riesgo de enfermar gravemente de Covid, y que “apoye la salud de nuestra comunidad”.
“La asistencia sí que es importante”
La rueda de prensa del lunes se consagró a destacar el esfuerzo durante una semana, de los principales administradores escolares, profesores y voluntarios para combatir el ” ausentismo crónico “, tocando las puertas y animando a los padres de alumnos de noveno grado y del jardín de infancia, a enviar a sus hijos a la escuela este año.
“La asistencia sí que es importante”, dijo Tracey, quien estaba junto al alcalde Elicker, la jefa de NHPS Youth, Family and Community Engagement, Gemma Joseph Lumpkin, y los superintendentes adjuntos, Paul Whyte y Viviana Conner, entre otros. “No podemos enseñar a asientos vacíos. Los estudiantes deben estar presentes para recibir enseñanza”.
Equipos de encuestadores se proponen tocar puertas toda esta semana, en el período previo al inicio escolar el lunes.
Gemma Joseph Lumpkin dijo que el ” ausentismo crónico” es cuando los estudiantes pierden el 10 por ciento o más de los días de la escuela, o por lo menos 18 días del año escolar.
“Los estudiantes deben estar presentes para nosotros poder enseñarles”. Ella prosiguió, “Nos preocupan cuando pierden tantos días, pues se exponen a tener bajo rendimiento cuando los alumnos faltan más del 10% de los días” a clase
Aunque Tracey dijo que no hay consecuencias disciplinarias específicas por el ausentismo crónico, Whyte subrayó que las repercusiones en el aprendizaje de un estudiante, y en su posibilidad de graduarse de la escuela secundaria, podrían ser profundas.
Whyte agregó: los estudiantes de secundaria necesitan un cierto número de “créditos”, para graduarse. La asistencia y las notas se convierten en créditos. O sea, tienen que asistir a clases. Algunos días en clases pueden permitirle comprender un concepto, lo que le puede ayudar a pasar de curso y subir a la clase siguiente.
Tracey y Conner también dijeron que el NHPS ha contratado a “coordinadores familiares” que visitarán a las familias para averiguar “lo que realmente necesitan”, para saber, por ejemplo, si sufren de “inseguridad alimentaria” y para confirmar si los alumnos asisten realmente a clase.
Estos “servicios integrales”, dijo Conner, deberían ayudar a “superar los obstáculos que impiden a los padres enviar a sus hijos a la escuela”.