Pregunta
Tía Julia:
Mis saludos grandiosos y deseos de que disfrute de este otoño de múltiples colores como cantaba el gran Lucho Barrios en una canción dedicada a Valparaíso, Chile. Sería para usted un tiempo lleno de dicha, felicidad y gozo si consigue un novio que, aunque sea jubilado, la acompañe en las noches frías y solitarias del invierno que se avecina para que le caliente los pies. Los meteorólogos dicen que desde ahora hasta mayo del 2023 el clima estará mas frio que nariz de gato o nalga de foca.
Le escribo desde la ciudad de Bridgeport, una de las metrópolis más hermosas de la región donde vivimos muchos latinos ganándonos las habichuelas en forma honrada, al menos los que no somos políticos.
Rolando tiene 64 pepas y yo había notado que en el último tiempo se le había ido agotando la batería, y que la fogosidad que le caracterizaba en otras pasadas décadas, se había ido extinguiendo como un cirio en palmatoria que se va doblando. ¿Usted me entiende?
Como yo lo comprendo, no le presionaba ni le decía cosas vulgares como, “¡Ay mira! me tienes a dieta,” o “te me estás poniendo vaguito ¿ah? ¿qué te pasa?” expresiones que muchas mujeres usan para confrontar a sus jevos después de la menopausia, y que yo estimo que les tiran el ánimo y otras cosas más para abajo todavía.
Sin embargo, un día en que Rolando estaba de viaje, le encontré en un cajón del closet un pote vacío de Viagra con fecha del año pasado y despachado en CVS. De inmediato se me encendieron las pilas y me dije, “Hummmm, yo no veo el efecto de estas vitaminas en nuestra recámara, y este tipo las está tomando con otro propósito, ¿otra jeva?”
Apenas llegó se la puse fácil: “o me dices la verdad o te vas de aquí mismo con el Viagra donde la otra.”
Como lo conozco como si lo hubiese parido, lo vi afligido y sudando, aunque hace frío.
Allí Rolando se puso a tartamudear y me dijo que el Viagra era para su hermano que tiene 66 y cuya esposa, que es una muchacha de 24, lo tenía medio pillado ya que no responde con la frecuencia, fogosidad, ardor ni la intensidad que ella espera.
También me dijo que, en Bolivia, es muy difícil y caro conseguir el Viagra, aunque unos comerciantes jordanos venden unos ungüentos llamados “Caliente Bueno Papi,” y una gotas orgánicas que se toman con té llamadas “Lázaras” ya que resucitan lo que sea.
Yo quisiera creerle este cuento, pero me parece más fatulo que el Trump diciendo que es inocente como una paloma y que será presidente en el 2024 para vengarse y para pagar sus numerosas deudas y a sus abogados picapleitos.
También lo que molesta es que sabiendo él lo que nos pasa íntimamente y su flojera constante en el ejercicio de la bachata horizontal quizá me metió un paquete y exista otra.
Ahora estamos enchismados y yo lo mandé a dormir con el perro al sótano de la casa hasta nuevo aviso.
Esperando que me oriente, y le saluda con fuerza otoñal,
Graciela
Respuesta
Chelita:
En primer lugar, te agradezco tus buenos deseos y yo también espero que en este otoño 2022 te lo pasen bien. Fíjate que yo no estoy aun para que me calienten los pies en el crudo invierno que se avecina.
En cuanto a mi futuro sentimental, lo vamos a dejar así, ya que no creo sea conveniente que el foco de la atención de los lectores se transfiera a mi vida personal ni a la temperatura de mis extremidades inferiores durante los meses gélidos, sino que a tu problema que me parece de una naturaleza algo siniestra y más bien morcillezca, y me explico.
Es normal que las parejas vayan perdiendo la fogosidad, exaltación, hervor y efusión inicial en la medida que pasa el tiempo y que la fuerza de gravedad empuje las cosas irremediablemente hacia abajo. Un tipo se quejaba el otro día en el Green que con la edad se está poniendo más flaco y todo se le cae. El otro día un manganzón le preguntó si se le habían quedado las nalgas en otros pantalones y desde cuando le estaban creciendo los senos. ¿Te imaginas que falta de respeto?
En lo del cirio doblado, algunas personas recurren a cirujanos, otros se van a las botánicas para que le recen y le golpeen eso con una varita de palma y le griten “¡despójate, despójate!” Tampoco falta aquel que se puso a la moda con el Viagra o descubrió los juguetitos plásticos de los que hablan las muchachas españolas que envían recomendaciones acerca de las posturas conocidas como “el puñal de goma” o el vibrador, “vibra, vibra que no duele.”
Estoy de acuerdo contigo en que tu esposo debiera haberte platicado contigo estos planes de renovación hormonal, pero es que a veces es vergonzoso para ellos confrontar la cruda realidad.
Sin embargo, eso de los viajecitos hacia la sierra, me preocupa ya que varios viejolos retirados de Hartford y New Haven (usualmente maestros, exguardias penales o jubilados con pensiones del estado) se han ido de viaje y llegan casados con unas doncellas que podrían ser sus sobrinas.
A los pocos meses estos ilusos bajan notoriamente de peso, se les ve más alegres y optimistas, pero constantemente deben acudir al Aquí me Quedo a saborear la tonificante sopa de mondongo que fue lo que resucitó a Frankenstein, y citas urgentes con quiroprácticos locales para que les corrijan las vértebras y les reorganicen las costillas.
Yo no sé cual será el “no sé que” de estas muchachitas, pero parecen que son unas de las soluciones para que jubilados barrigones bajen de peso y les aumente el autoestima sin embargo al poco tiempo y después que se han dado el gusto yendo a casinos, hoteles y pasarlo bien, se van con juveniles como la brisa de un viento,
En tu caso debieras aprovechar el momento en que tu esposo está a la defensiva, y exigirle que ejercite los buenos efectos del Viagra con la mujer de su vida, es decir tú, y que se deje de esos traqueteos de viajecitos que como que están de más. La pastillita esta cada día más barata y la venden en CVS sin appointment. ¡Ah! no se olviden del boster de refuerzo ni de la vacuna para la influenza y del Covis, que mal rayo parta.
En el futuro cercano, como decía una gobernadora de la Isla, si Rolando viaja que lo haga contigo y así pasan una luna de miel en algunas playas del Caribe, te consigues una tanga e inician una fase de renovación física y mental.
Dile a Rolando que se recoja y que corte los viajecitos y que disfrute el invierno contigo para que al menos te caliente los pies. No te preocupes por mi que sigo el consejo de “siempre pa’ lante y pa’tras ni para tomar impulso porque puede ser doloroso.”
Abrazos y cuídate del hielo frío,
La tía
Comentarios a los Sabios Consejos de la Tia Julia.
Me llamo Carolina, tengo 79 otoños y he usado el voto por ausencia ya que la artritis me tiene destruida. Como los republicanos quieren que nosotros los adultos mayores vayamos de todos modos a votar en persona me estarían privando de mi derecho a voto. Gracias por su atención y no salgan disfrazados ni conduzcan en la Noche de Halloween porque los muchachos jóvenes y los embriagados que guían son más peligrosos que un mono con navaja. Gracias.